Las restricciones que evalúa Marinelli para sobrellevar la crisis hídrica

El superintendente del Departamento General de Irrigación analiza un plan de medidas restrictivas para garantizar agua para el agro. Destacó la necesidad de tecnificar el riego y desarrollar distintas obras. El miedo de los regantes al fracking y palos para dirigentes políticos.

"Estamos evaluando restringir el agua al uso recreativo y a los municipios para riego de espacios públicos y espacios verdes", anunció el superintendente del Departamento General de Irrigación, Sergio Marinelli, en una entrevista carpool con Memo. Allí, se refirió al cuadro de situación actual por la crisis hídrica que esta temporada repercutió fuertemente en la cantidad de recurso hídrico disponible y planteó cuál sería la inversión que se necesita para que año tras año no se cuente el agua "gota a gota". 

De acuerdo con Marinelli, "tenemos proyectos en toda la provincia por 240 millones de dólares que no cubren todo lo que hay que hacer", en referencia a distintas obras que habría que concretar para eficientizar el uso del agua, entre otras cosas, tecnificando el riego intrafinca y construyendo reservorios. "Hay productores que riegan muy bien y otros que lo hacen muy mal. También está la eficiencia en la distribución: infraestructura y cómo se maneja el agua", señaló.

Por otra parte, el gobernador del agua se refirió a lo que dejó el debate por una nueva ley minera. "Yo no creo que la mayoría de la gente de Mendoza esté en contra de la minería, aunque sí es muy fuerte la posición de los que se manifestaron en contra", manifestó. Asimismo, no ocultó su molestia con algún legislador que "ve una luz y habla, aun cuando abre la heladera" y con los "sectores políticos que no evalúan lo que significan sus palabras y buscan notoriedad y ponerse al frente de una demanda que le es ajena".

La entrevista con Marinelli se realizó horas después de que distintas "asambleas por el agua" visitaran la sede de Irrigación y sean atendidas por las autoridades para hablar de fracking. Sobre esto, Marinelli fue contundente: "Yo sostengo que el fracking no tiene razones objetivas para que la gente se preocupe, pero está preocupada y tiene miedo". Al mismo tiempo, señaló que comprende ese miedo y valoró la creación del Observatorio del Agua para atender cada una de las preocupaciones de los regantes.


-¿Cuál es el cuadro de situación?

-Hubo un cambio de situación producto de un pronóstico que se hizo en octubre, como se hace siempre, en el que se estableció que la cantidad de nieve y el equivalente en agua iba a ser un 11 por ciento menor que la temporada anterior. Pero a fines de diciembre y principios de enero, con las mayores temperaturas, en lugar de aumentar el caudal de los ríos, bajó porque se acabó la nieve. Tuvimos que cambiar el cálculo y, en base al nuevo pronóstico actualizado, reajustar los turnos de riesgo. A partir de allí, de acuerdo a cómo manejó el agua cada inspección, a algunas les queda agua para darle a sus regantes y otras la gastaron toda y se quedaron sin nada.

-¿Hay alguna forma de mejorar la metodología para que los pronósticos sean más precisos?

-Si los años son tan atípicos, es muy difícil porque no existen datos para sumarle al método y obtener mayor precisión. También tuvimos que evaluar los embalses. Como venimos de años tan complicados, aunque no tanto como éste, algunos embalses en particular como Nihuil, Valle Grande o El Carrizal, estaban más bajos de lo habitual. En estos casos, tuvimos que evaluar cómo terminábamos la temporada y también cómo empezábamos. Esto nos llevó a hacer un nuevo esquema de distribución. Hay zonas que van a tener un mayor estrés hídrico que otras. El que estaba pensando en hacer 30 hectareas de ajo deberá hacer 15.

-¿Entonces los productores se van a tener que acostumbrar a contar con menos agua?

-Aquí vienen cosas nuevas en un esquema que nunca estuvo pensado. Más allá de otras crisis importantes, nunca han sido tan prolongadas ni tuvieron el incremento de temperatura que aumenta la demanda de las plantas y el consumo humano. Nosotros ya tomamos medidas el año pasado, cuando establecimos que tenían que regar solamente las hectáreas cultivadas y al día. Antes, como el agua era suficiente, se empezaba la temporada con los embalses llenos y se entregaba el agua que ingresaba. Ahora, venimos midiendo la eficiencia intrafinca para luego dar recomendaciones de riego y después verificar que se cumpla. Es un proceso lento, pero vamos hacia un mapa en el que podamos tener una primera foto que publicaremos en el Observatorio del Agua que va a permitir ver el nivel de eficiencia.

-¿Hay situaciones más críticas que otras?

-Hay productores que riegan muy bien y otros que lo hacen muy mal. También está la eficiencia en la distribución: infraestructura y cómo se maneja el agua. Estamos evaluando medidas restrictivas.

-¿Cómo cuáles?

-Cortar el agua a los permisos precarios, aquellos que tienen una validez de 10 años. Restringir el agua al uso recreativo, como el riego de jardines en loteos mayores de 500 metros, y restringir el agua a los municipios para riego de espacios públicos y espacios verdes. Estamos buscando con los intendentes metodologías que permitan ahorrar agua en espacios comunes para evitar la restricción.

-Si se tecnificaría el riesgo en la gran mayoría de las fincas, ¿sobraría el agua?

-Lo que hace falta es plata. Hay que ir a la tecnificación del riego, con construcción de reservorios de cabecera en zonas agrícolas como los que inauguramos en Gustavo André sobre el río Mendoza, sistemas para hacer riego a la demanda como las que sacamos en Pampa Villegas en Tupungato. Son cosas muy caras.

-¿Cuál sería la inversión que habría que hacer?

-Tenemos proyectos en toda la provincia por 240 millones de dólares que no cubren todo lo que hay que hacer. Hace falta inversión pública y financiamiento del productor que viene de situaciones complicadas. Suarez acaba de anunciar cosas muy buenas para mejorar la situación del productor que no tiene la posibilidad de acceder a créditos (préstamos a tasa subsidiada). La otra pata que en Mendoza es muy importante son los servicios públicos. El 41% del agua del río Mendoza va a ese sector y no la podemos restringir por las pérdidas que hay en las cañerías; generaríamos más problemas a varios barrios con falta de presión.

-Pero del total de los recursos hídricos, el 80 por ciento va al agro.

-Sí, otro tanto a la industria y al fracking cero por ciento. Aquí quiero hablar del Observatorio del Agua, que es una herramienta de diálogo que surgió para analizar aquello que genera desconfianza. Yo sostengo que el fracking no tiene razones objetivas para que la gente se preocupe, pero está preocupada y tiene miedo. Con el fracking trabajamos fuertemente una normativa que prohíbe el uso de agua dulce para esa actividad y, por ahora, han usado agua de formación (aquella que surge naturalmente de los pozos petroleros y que no es apta para consumo humano). Asimismo, cuando vimos que se iba a aprobar la modificación de la 7722, inicié un expediente para conformar una comisión de trabajo que nos permita ser eficiente en el control de los recursos que hubiera que dar a la actividad o de los efluentes que genera la minería. Y hace días, vi en las redes a un legislador que ve una luz y habla, aún cuando abre la heladera, diciendo que poco más estábamos traicionando a la Patria porque al otro día habíamos iniciado un expediente para darle agua a la minería, pero era para hacer eficiente el control.

-¿Era viable la minería con la legislación que se planteó?

-Todo es viable en la medida que estén los recursos para controlarlo: legales, humanos, logísticos y la posibilidad de ejercer la autoridad.

-¿Qué le pareció la actitud del gobernador Suarez?

-Suarez hizo lo correcto en ambos casos. Primero, haciendo lo que había prometido, poniendo una ley en la Legislatura, y la oposición también hizo lo correcto porque también lo habían dicho en campaña. Después hizo bien Suarez en derogarla para preservar la paz social. Acá hubo una situación que habría que analizar desde el punto de vista sociológico. Yo no creo que la mayoría de la gente de Mendoza esté en contra de la minería, aunque sí es muy fuerte la posición de los que se manifestaron en contra. Fíjese que los lugares más fuertes de las protestas son Valle de Uco y General Alvear. En el primero no hay chances de que haya minería debido a las reservas y la Ley de Glaciares, pero la dirigencia política se ha puesto al frente de los reclamos de la gente y en algunos casos han hecho dulce con esto. Y en Alvear tampoco tienen ningún recurso minero, pero su preocupación proviene por las nacientes del Atuel o por principios. No creo que sean la mayoría. Unos pocos impusieron su posición. Acá viene gente todos los días y dice "basta de fracking" sin fundamentos y no admiten opinión contrario. Es una posición totalitaria y fascita, pero que yo en alguna gente la comprendo porque acá se logró meter miedo. Quiero que vengan, que lo discutamos juntos porque a mí me dan miedo esos miedos. Con el tema de remediación de Sierra Pintada, tengo tres hijas y ocho nietos en San Rafael que están aguas abajo y tomando agua de la canilla, pero yo estoy tranquilo porque se están haciendo las cosas bien.

-¿Cómo es el diálogo con esa gente que incluso vienen a Irrigación y son recibidos por autoridades?  

-Al Observatorio del Agua lo creamos porque hay un miedo irracional, pero por más que sea irracional existe y hay que atender ese miedo. Preferimos que vengan y dialogar. Nos piden los balances hídricos, yo se los daría a cualquiera y me diría "qué es este bodrio" o llegaría a conclusiones equivocadas. Los que están se han previsto con demandas desactualizadas, que las estamos actualizando, y una oferta hecha en años medios, cuando hoy vivimos años pobres. Son públicos. A la gente común le entiendo hasta la bronca y lo acepto, lo que no acepto son los sectores políticos que no evalúan lo que significan sus palabras y buscan notoriedad y ponerse al frente de una demanda que le es ajena.

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