"Es un error garrafal": Mercedes Rus cargó contra el protocolo de la Corte y defendió el uso de armas
La ministra de Seguridad mostró su indignación por las recomendaciones de la Dirección de Derechos Humanos durante las protestas callejeras. "No es un adorno de moda", lanzó sobre el armamento policial, y denunció que los grupos antimineros "buscan a la policía para pegarle".
La tensión entre el Ministerio de Seguridad y el sector de la Suprema Corte vinculado al juez Omar Palermo sumó otra capítulo. En una entrevista con Radio Post, la ministra Mercedes Rus no ocultó su enojo ante el protocolo de actuación policial emitido por la Dirección de Derechos Humanos, calificándolo como una pieza de ficción desconectada de la realidad delictiva y social de Mendoza.
El "mundo de las ideas" vs. el territorio
Para Rus, el documento que intenta regular la fuerza policial es una intromisión "falta de realidad" proveniente de oficinas que no conocen el trabajo de calle. "Hay dos mundos acá: el de la acción, el de la práctica, el del territorio y está el mundo de las ideas. ¿Qué nos dice cómo actúa la policía? No nos lo dice un escrito, una novela o lo que sea, nos lo dice la práctica", disparó la funcionaria.
El punto que más indignación causó en la ministra fue la sugerencia de limitar el armamento en las protestas. "Hay un error garrafal en considerar el arma de fuego, no es ni un adorno de moda que lleva la policía consigo, ni es un elemento para estar percutando en cualquier lugar", explicó con énfasis. Además, fue tajante sobre la jerarquía de la fuerza: "No existe policía en el mundo sin arma. La tiene que portar porque eso es lo que le da autoridad".
Denuncias de violencia: "Los empiezan a patear"
Frente a la recomendación de la Justicia de "facilitar" las protestas, Rus respondió con relatos de cruda violencia contra los uniformados. La ministra relató haber visitado personalmente a efectivos heridos para constatar la situación: "Fui a ver esas lesiones y la verdad, lesiones con arma blanca, un policía tenía rota la mano, vi las cámaras: un policía se encaja y lo empiezan a patear. ¿Dónde se ha visto eso en el mundo? En cualquier otro lugar, si pasa eso, ahí sí que hay represión y uso de la fuerza y de las armas. Nosotros no hemos hecho eso".
La ministra también apuntó contra la intransigencia de las asambleas por el agua: "Con los únicos grupos que no podemos coordinar es con este grupo, nos dijeron: 'Con el Gobierno no vamos a hablar'. Esos grupos me cortan la calle, buscan a la policía, le pegan a la policía".
"Cero agresión": Las reglas para el martes
Respecto a la detención de periodistas, Rus se mantuvo firme en que fueron "aprensiones en el marco de un caos" para neutralizar daños. "Pensar que ahí podemos parar y decir: 'A ver, esperen, ordéñense en fila. Díganme, ¿quién es? ¿qué profesión tiene?', la verdad que eso es una [tontera]", señaló, defendiendo la inmediatez del procedimiento.
De cara a la marcha del próximo martes, la ministra dejó una advertencia final, marcando la cancha frente a los manifestantes y al protocolo judicial: "Pido orden. Cero agresión al personal policial que está para custodiarlos. El reclamo llega igual, no hace falta ser violento, no hace falta mandar amenazas, no hace falta un escrache ni dañar bienes públicos".
Con esta postura, el Ejecutivo provincial ratifica que, a pesar de las recomendaciones de la Dirección de Derechos Humanos, la política de seguridad no se moverá un centímetro del cumplimiento de la Ley de Tope de Calles y el respaldo total al uso de la fuerza si el orden se ve vulnerado.
Un documento que nace en medio de la polémica
La publicación de estas recomendaciones no ha estado exenta de roces políticos y judiciales:
Desautorización interna: Desde el entorno de Dalmiro Garay, presidente de la Suprema Corte y cercano al Ejecutivo, aclararon que el texto no es una norma obligatoria ni fue aprobado por "acordada", restándole peso institucional al presentarlo solo como un informe de una dirección específica.
El "extravío" en Seguridad: Aunque la directora de Derechos Humanos, María Milagros Noli, afirmó que el protocolo fue enviado a las distritales policiales, el Ministerio de Seguridad, dirigido por Mercedes Rus, negó haber recibido notificación alguna, calificando el ingreso del documento como "inexistente" en los canales formales.
Contexto de conflicto: El protocolo surge tras las recientes manifestaciones contra la actividad minera en la provincia, donde hubo incidentes y detenciones de trabajadores de prensa.
Los puntos clave del protocolo
El informe, basado en estándares de la ONU, la OEA y Amnistía Internacional, plantea directrices estrictas para el accionar policial:
La fuerza como último recurso: El uso del poder físico debe ser excepcional y regirse por principios de proporcionalidad y necesidad. Se insta a priorizar la comunicación para "desescalar" conflictos.
Tolerancia al caos vehicular: El protocolo sugiere que las autoridades deben aceptar cierto nivel de interrupción en el tránsito para permitir la expresión ciudadana, buscando vías alternativas en lugar de la represión inmediata.
Protección a la prensa: Se prohíbe explícitamente la detención de periodistas y comunicadores que estén realizando su cobertura.
Legitimidad de lo espontáneo: El documento reconoce que las marchas no planificadas son formas válidas de reclamo y deben ser respetadas por igual.
Identificación y armamento: Se exige que todo el personal esté debidamente identificado y que se utilicen armas no letales antes que cualquier otra opción.