Once años después, aún no construyen el edificio del Tribunal de Cuentas

En 2011, durante la gestión de Celso Jaque, se cedió al Tribunal de Cuentas un terreno en pleno centro para que se construya la sede. Más de una década después, en el lugar no hay nada.

A mediados de 2011, la Legislatura -por pedido del Poder Ejecutivo de ese entonces- autorizó la cesión por parte de la DGE al Tribunal de Cuentas de un terreno ubicado en pleno centro mendocino, para que allí se construya la sede del organismo contralor. Sin embargo, más de una décadas pasó y nada de eso ocurrió.

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En primer lugar, el edificio que ocupa actualmente el Tribunal de Cuentas de Mendoza, en calle Rioja 1165, es alquilado. Su anteriores y actuales autoridades insistieron en que por sus características, hay espacios que no se pueden aprovechar del todo y que va dejando de ser funcional a las necesidades del organismo.

Por eso, la idea era construir una nueva sede en el terreno que cedió la DGE, ubicado en la esquina noroeste de Patricias Mendocinas y Necochea, en pleno centro de la Ciudad de Mendoza. Sin embargo, nunca siquiera comenzó a levantarse la estructura, y el lugar permanece vacío a la espera del inicio de obras.

Para que arranquen las obras se necesita, ni más ni menos, recursos. Es por eso que el presidente del Tribunal de Cuentas, Néstor Parés, envió una resolución a la Legislatura en la que el organismo, en lo formal, pide que se cumpla con lo dispuesto en la ley sancionada en 2011; esto significa, en lo práctico, que se incluyan recursos para tal fin en el Presupuesto 2023.

"Instruir al contador Guillermo Buchín, director de Administración de este Tribunal, a realizar todos los actos útiles a fin de instrumentar, con intervención necesario de la Escribanía General de Gobierno, los actos jurídicos necesarios para dar cumplimiento a las disposiciones de la Ley 8292", dice la resolución del Tribunal.

Desde el organismo contralor indicaron a este diario que el terreno seguirá vacío, a la espera de poder iniciar las obras. En este punto, no volverá a cederse, como ocurrió en administraciones pasadas, para que sea explotado -por ejemplo- como playa de estacionamiento. En su momento, se lo cedieron a fundación Esperanza.

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