Por qué la sede central del Casino de Mendoza no es rentable para el Estado
Bajo el esquema actual, una sede del Casino de Mendoza del interior da un margen mayor que la Casa Central de Godoy Cruz. La titular del Instituto de Juegos explicó los motivos por los que el actual esquema de negocios no es conveniente para Mendoza.
En 2021 se vencerá la concesión entre el Instituto Provincial de Juegos y Casinos (IPJyC) y "Mendoza Central Entretenimientos", a cargo de las máquinas tragamonedas, y de acuerdo con la titular del organismo estatal será una gran posibilidad para revertir un esquema de negocios que no es rentable para la Provincia.
Actualmente, según explicó Josefina Canale, presidenta del IPJyC, la sede central del Casino de Mendoza ubicada en Godoy Cruz termina siendo deficitaria para el Estado. El principal motivo es que el privado sólo se hace cargo de las tragamonedas y el instituto termina asumiendo los costos de todo lo demás: seguridad, cajeros, limpieza y traslado de caudales, entre otros servicios.
Esto, sin embargo, no se replica en las sedes que el IPJyC tiene en el interior de la provincia. "En San Martín, por ejemplo, el privado se hace cargo del local, la seguridad, todo", contó Canale. De esta manera, gracias a las salas del resto de la provincia, el Casino de Mendoza termina dando ganancias. Pero si sólo se contemplara la sede central, otra sería la situación.
Este esquema podría finalizar en 2021, cuando vuelva a licitarse la concesión en el Casino de Avenida San Martín y Brasil. "Habrá que hacer una licitación y analizar qué se privilegia: ingresos o seguir dándole ayuda a un privado. De eso dependen los recursos que entrarán al instituto y la provincia", anticipó Canale, quien en diciembre de este año dejará el IPJyC para asumir como diputada.
Sobre el actual convenio, la firma a cargo de las tragamonedas, vinculada al empresario Alfredo Vila, se queda con un porcentaje cercano al 50% de las ganancias. En su momento, se puso como condición que financiaran la ampliación del edificio para albergar un número mayor de máquinas. Hoy, Canale considera que la provincia ha obtenido un rédito financiero casi nulo de aquel acuerdo.
"Provincia de Buenos Aires ahora hizo una licitación de bingos y casinos ejemplar, donde pagan todo los privados. Se les exige inversión importante y no ha quedado ningún bingo ni casino vacante porque el negocio sigue siendo rentable. Si el privado pagara en Mendoza limpieza, seguridad y traslado de caudales, dejaríamos de gastar 100 millones de pesos por año", continuó.
Durante la gestión de Canale al frente del organismo que regula los juegos de azar, Mendoza redujo la cantidad de sedes del Casino de 10 a 5. Sobre la eventual clausura de más salas estatales, la funcionaria remarcó: "Como en la provincia no tenemos tasa de fiscalización, necesitamos tener casinos. En estos años bajamos mucho la oferta de juego. Hoy creo que no es necesario cerrar más".