"Milei cree que Dios lo eligió y Karina, es un océano de 2 cm de profundidad"

El escritor y periodista Juan Luis González contó algunos detalles sobre su libro "El Loco" vinculados a la infancia de Javier y Karina Milei y su irrupción en la política.

Conte, Argüello y Bitar
Conductores del programa "Tenés que saberlo", de lunes a viernes a las 7 por Radio Post 92.1.

El libro "El Loco" narra acontecimientos previos a que Javier Milei se convierta en presidente de la República Argentina. En el programa "Tenés que saberlo", por Radio Jornada 91.9, el autor Juan Luis González contó algunos detalles de su libro y de la infancia de los hermanos.

"Todo este gobierno viene a poner en jaque esta idea de que detrás de bambalinas, detrás del poder, hay conspiraciones, planes maquiavélicos y grandes estrategias. En el caso de los Milei, 9 de cada 10 veces no hay estrategia, hay impulso. En el caso del hermano es un impulso mesiánico, que cree en cosas sobrenaturales como que Dios lo eligió y en el caso de Karina es un océano con dos centímetros de profundidad. No es que no habla porque se quiere guardar, sino que conociendo el paño no habla porque no tiene mucho para decir", señaló González.

El periodista explicó que se da una curiosidad en donde Karina detenta mucho poder, atado al monopolio emocional de su hermano: "El gran enemigo de Karina Milei, después de Victoria Villarruel, se llama Yuyito González. Lo mismo le pasó a Fátima y a Daniela. Le tienen miedo a Karina porque saben que tiene respaldo, más allá de la relación compleja que tienen, siempre termina llevando al hermano donde quiere y ella es una topadora piromaníaca, avanza siempre y deja heridos por doquier".

Leé un fragmento de "El Loco", el libro de Juan Luis González premiado por Fopea

En relación a la conducta de los hermanos, el escritor señaló que si no "están bien" allí radica la clave del éxito: "Todo lo que a uno le puede parecer llamativo, preocupante o inquietante, para mucha gente se transformó en un activo electoral. A Milei lo eligen, no a pesar de su inestabilidad, de su violencia, de todo lo que a uno le puede llamar la atención, sino justamente por eso. Es parte fuerte de su activo y al día de hoy sigue siendo ese, Milei dice lo que piensa, puede decir cualquier barbaridad, pero nadie le dice qué pensar, tiene huevos, va para adelante. No es un personaje, para nada: cuando lo ves enojado, es porque está enojado, no hay mucha estrategia en ese sentido, solo alguien muy genuino te puede decir que está bien vender órganos o vender niños. Todo eso es parte del combo Milei que lo hizo electoralmente atractivo".

El libro dedica un capítulo entero ("Hay que darle una mano a Javier") sobre la relación entre el presidente y Eduardo Eurnekián, el empresario que lo catapultó a la fama: "Se da en un contexto de guerra declarada con el macrismo que le quería arrebatar Aeropuertos 2000. Fue una guerra muy cruenta, Guillermo Francos arrastra bronca con el macrismo y con Macri desde aquel momento, fue una marca de fuego para mucha gente, fueron situaciones muy jodidas. En esa lógica, lo empuja a Milei a los medios, en este caso a América que controla 17.5% de las acciones, algo que repite empujándolo en política. Eurnekián es mucho más que eso para Milei, hay pocas personas que Milei admire y respeta, una de ellas es Eurnekián. Parte de cómo ve al mundo empresarial Milei lo saca de su trato con Eurnekián".

El periodista explicó que Milei es un hombre solitario y que en Aeropuertos 2000 fue uno de los pocos lugares en donde tuvo que sociabilizar: "Yo pienso que Milei fue bastante transparente en la campaña. Hubo cosas que dijo que no se coincidían con la realidad, varias porque Milei no tiene demasiadas habilidades políticas o económicas en sí, él conecta porque el clima de época pide esto, pero no es un gran líder. Hay cosas que se va desayunando sobre la marcha, como la dolarización: hizo toda la campaña convencido que iban a aparecer los dólares, hubo muchos vivos en La Libertad Avanza que le hicieron creer eso, pero al momento de asumir se da cuenta que no era así. Lo llamativo es la cantidad de cosas que coincidieron, la coherencia de Milei: dijo que iba a hacer un ajuste mayor al que pedía al FMI y lo votaron 3 veces, ahí está la gran novedad al menos para mí".

En lo referido a su infancia, González señala que Javier Milei siempre fue el blanco predilecto para los maltratos de su padre y la violencia psicológica que este ejercía: "Mientras que Karina siempre fue una persona más o menos sociable, siempre tuvo amigas y relaciones, Milei lo contrario, nunca tuvo amigos en el colegio y no sabés dónde arranca esto. Les recomiendo el libro que hizo Caparrós en Anfibia, basado en la vida de Milei que es lo que uno se imagina convertido en novela. Yo hablaba con compañeros de colegio de Milei, con gente que ha tratado al padre y decís 'esto es un infierno'. Este pibe que vemos ahora, que está enojado, que tiene muchos odios e inestabilidades, es producto de todos esos años tan de mierda. Si nos ponen a cualquiera en una situación así, no sé si a presidente, pero algo parecido nos va a pasar".

A su vez, el periodista señaló que para Milei no hay contradicciones entre sus creencias y sus hermanas, sino que ve todo como un todo: "Es todo un combo gigante en donde Milei ve eso y es magia. Si te fijás, hay cruces raros: Dios le dice vía Conan y vía la hermana a finales del 2020 que iba a ser elegido presidente. A mediados de 2021 conoce al rabino Axel Wahnish y hace una cosa rarísima, que le da una especie de profecía diciéndole que va a liberar a la Argentina. Milei sale de esa reunión, después de 51 años y toda una vida de catolicismo hecho judío. Yo interpreto eso como que en la cabeza de Milei está el sello de que está en el camino correcto. Ahí se empieza a mezclar en la cabeza todas estas cosas".

En esa línea, explicó que recientemente el propio Milei contó que el rabino había dicho que sus tres deseos eran los mismos que los del rey Salomón: "De ahí comienza toda la liturgia en la cual Milei se compara con el rey Salomón. Cada vez que Milei haga una referencia bíblica, como que la hermana es Moises o él es el rey Salomón, no está haciendo una metáfora, él interpreta linealmente estas cosas".

Sobre el Milei político, el periodista explicó que Milei generaba rating y lecturas cuando aún no era candidato: "Tiene algo que cotiza muy bien en la televisión y es que tiene libreto propio, es original y pone sentimientos arriba de la mesa cuando habla, que no lo hace todo el mundo y conectó con este momento de Argentina. Yo creo que es el espíritu de esta historia, conectó justo con este momento de historia de enojo, hartazgo, fue creciendo así".

"En esta era donde se da por muerta la televisión, él sale de la televisión: se sentaba 1 hora en Animales Sueltos y el clip de esa pelea de un minuto empieza a girar por las redes. Por eso tiene esa relación con las redes, es el primer presidente 100% en activo de las redes sociales, sale de las redes sociales no sale de la política. Por eso tanta bola le dan al Twitter: el control de la narrativa de Twitter es la preocupación número 1 del gobierno, más que la economía, es lo que para otros espacios era el comité o la unidad básica, el hábitat natural de esta gente", agregó.

Por otro lado, González contó que Milei cuando llegaron los clones mandó a destruir la cocina y no tenía donde cocinar: "Milei cuando llegan los clones, manda a destruir la cocina para hacer lugar y no tenía cocina en la casa. Karina era quien le traía la comida, los remedios para los perros, llamaba al veterinario, manejaba la agenda. Vos lo tenés como un tipo encerrado en la casa y la otra la persona que lo conectaba con el mundo real".

Finalmente, señaló que su conexión con Alberto Benegas Lynch (h) y con Federico Sturzenegger puede explicarse desde su necesidad de recibir reconocimiento académico: "Eso va en la línea de que Milei padece mucho, y explica un poco la relación con Sturzenegger, su falta de méritos académicos totales. Tiene cierta adoración hacia la gente que se destaca en ese mundo y el caso de Benegas Lynch es algo que lo legitima un poco a Milei. Va mucho en esa línea, sabe que es una relación de mutuo provecho. Benegas Lynch, que es un tipo conocido de la academia, pero con cero contacto popular. A uno lo populariza y al otro le da cierto academicismo", concluyó.

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