Reforma de la Constitución: luces amarillas al proyecto de Suarez

El gobernador avanzará esta semana con lo que anticipó en campaña: la eliminación de una cámara legislativa y de las elecciones de medio término. Cómo podría afectar a la institucionalidad por la que se ha destacado Mendoza.

En los próximos días el gobernador avanzará con la Reforma de la Constitución, cuyos primeros indicios dio en la campaña de 2019 y ratificó este 1 de mayo en la apertura de sesiones ordinarias. Allí, propondrá un sistema legislativo unicameral y la eliminación de las elecciones de medio término, iniciativas que generan dudas incluso dentro del oficialismo.

En primer lugar, más allá del ahorro que implicaría suprimir una cámara (el funcionamiento de la Legislatura actual representa apenas el 0,79% de los gastos totales de la provincia), hay quienes destacan que la bicameralidad garantiza la calidad institucional de Mendoza, a diferencia de otras jurisdicciones unicamerales.

De todas maneras, esto dependerá del modelo de unicameralidad que proponga Suarez. Por ejemplo, hay provincias donde el vicegobernador queda relegado a una función menor, ya que la Constitución lo deja afuera de la presidencia del Legislativo: es una especie de nexo entre el Ejecutivo y los otros poderes del Estado.

Este es el caso de Misiones, donde el presidente de la Cámara de Representantes no es el vicegobernador, sino un diputado elegido por sus pares que puede reelegirse indefinidamente. En este escenario, ese cargo lo ejerce desde hace varios periodos uno de los hombres más poderosos de la política de aquella provincia: Carlos Rovira, quien termina "imponiendo" a los gobernadores de turno.

Distinto será el caso en Mendoza si se aplica un sistema como el de San Juan, donde la Constitución le otorga al vicegobernador la presidencia de la Legislatura.

Por otra parte, la eliminación de la elección de medio término, más allá del acompañamiento que esta medida tendría a priori en la ciudadanía, podría darle más poder al gobernador de turno, ya que la oposición quedaría debilitada durante todo su mandato: salvo un inédito corte de boleta, será del mismo partido el ganador en categoría gobernador y legisladores.

Además, eliminando la elección de medio término, el gobernador no se someterá a ese "examen" de la ciudadanía que, a mitad de su mandato, valoraba positiva o negativamente su gestión, lo que se traduce en un mayor o menor control por parte de la oposición a través del Poder Legislativo. El gobernador entra con una Legislatura favorable y se va con una Legislatura favorable.

Estas son apenas algunas dudas que genera el proyecto de reforma que, a la vez, tiene aspecto positivos a destacar, como la garantía de representación que tendrían todos los departamentos en la Legislatura.

Por ahora, en la oposición aguardan la presentación del proyecto para empezar a consensuar una postura y, posteriormente, empezar una negociación con el oficialismo, que también deberá debatir puertas adentro. "Una reforma constitucional como la que está planteada no es buena, porque va contra la institucionalidad de la provincia, que es su principal virtud", respondió un "extrapartidario" de Cambia Mendoza.

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