Reforma laboral: el Senado acelera la media sanción y cuatro votos clave serán decisivos para su aprobación
El Gobierno se muestra entusiasmado con una aprobación exprés, mientras la CGT acelera contactos con las provincias para revertir posturas.
La agenda de reformas que el Senado de la Nación abordará en sesiones extraordinarias incluye asuntos complejos y técnicos, como la ley de Glaciares o el Código Penal. Estas propuestas, previstas para febrero, han quedado temporalmente relegadas. "Desde el martes, lo único que importa es la reforma laboral", resumió un asesor, y un rápido recorrido por los despachos de la Cámara alta confirma su visión: los legisladores están reunidos a tiempo completo con sus equipos técnicos.
A simple cálculo, La Libertad Avanza tiene 33 votos asegurados: a sus 20 propios (con la incorporación de Luis Juez) se suman los diez del radicalismo y los tres del PRO. Si logran repetir cuatro de los apoyos obtenidos en sus dos primeros años de gestión (el correntino Espínola, la tucumana Ávila y los dos oficialistas misioneros), el Gobierno tendría la media sanción garantizada en la cámara donde menos peso legislativo posee. También podrían contar con la chubutense Terenzi (alineada con el gobernador Torres), la neuquina Corroza (referenciada con el mandatario Figueroa) y los santacruceños Carambia y Gadano (que parecen haberse independizado de Claudio Vidal).
La CGT apunta a esos votos para fortalecer la posición opositora, que por ahora cuenta con 28 peronistas, y sumar nueve adhesiones en dos semanas. La central obrera se reunió este miércoles con los bloques justicialistas en el Senado y descartó una marcha inmediata, aunque menos de 24 horas después la confirmó tras el encuentro de su dirigencia y con el proyecto en mano, a pesar de que la reforma oficialista no incluye artículos sobre cuotas sindicales. Este jueves, Unión por la Patria se unió a la CTA y ATE, donde los representantes gremiales ratificaron su adhesión al paro general del 18 de diciembre.
"Es un claro ataque al sistema laboral argentino", opinó José Mayans, jefe de la bancada, tras el encuentro. La expectativa gremial es que los contactos con las seccionales empiecen a generar ruido interno en las gobernaciones -apelando también a un posible impacto de la reforma laboral en sus mercados regionales- para que intervengan en la votación, prevista entre el 29 y 30 de diciembre.
Como expresión de una provincialista que responde a un mandatario, se encuentra la salteña recién asumida Flavia Royón, quien con este medio compartió la mirada sindical por la necesidad de renovar la legislación laboral para contribuir a un crecimiento de la masa de trabajadores registrados, pero consideró que "sería un error tratar un proyecto de esta magnitud con apuro e improvisación. Si no damos una discusión seria, técnica y responsable, podemos perder una oportunidad histórica para generar trabajo formal, atraer inversiones y proteger tanto a trabajadores como a empleadores".
La postura oficial del Gobierno, que decidió llamar a este proyecto "modernización laboral", fue presentada por Manuel Adorni y, al mismo tiempo, difundida por el presidente del bloque libertario en Diputados, Gabriel Bornoroni. En un video, el cordobés se dirigió a los usuarios afirmando que "no se tocan tus derechos", sino que "lo que cambia es la organización": "Reglas más claras, menos abusos y menos burocracia".
La narrativa se extiende por los grupos de Whatsapp oficialistas, pero un senador de La Libertad Avanza corporizó las tensiones que se vivieron en la previa en las oficinas de Casa Rosada, al admitirle a Ámbito que "quedó un gusto amargo, porque no hicieron voluntario el aporte solitario. Vamos a seguir castigando a los trabajadores y beneficiando a los sindicatos, pero entiendo que el propósito de esto es la creación de empleo y no una guerra con la mafia sindical". "Por lo demás muy conforme, porque se siguen bajando impuestos para que los argentinos tengan más poder adquisitivo y prácticamente se destruye la industria del juicio laboral, lo que de previsibilidad tanto al empresario como al trabajador", agregó.
La bancada radical del Senado, representada en el Consejo de Mayo por Carolina Losada y con la influencia del gobernador Alfredo Cornejo, adelantó que respaldará la mayor parte del proyecto -incluyendo el sistema de indemnizaciones y la reducción de aportes patronales, propuestas que ya llevó a comisiones legislativas en varias ocasiones-, aunque dejó abierta la posibilidad de "hacer cambios si es necesario". En tanto, el bloque de Diputados de Provincias Unidas ni siquiera abordó el tema de forma conjunta y postergará el debate hasta conocer la votación en la Cámara alta.
En coordinación con el sindicalismo, Unión por la Patria sostuvo que cualquier contrapropuesta se presentará en sesiones ordinarias, ya que la meta inmediata es evitar un tratamiento acelerado. Con esas bases, se enumeran los argumentos en contra. Algunos los planteó la rionegrina Ana Marks, electa este año: "Buscan avanzar también en la legalización de la precariedad laboral"; "esta reforma no le sirve ni a los empresarios, ni a los trabajadores. Este modelo destruye la industria y el consumo"; o "lejos de modernizar, este proyecto retrocede décadas en materia de derechos laborales, directamente a debilitar la organización colectiva de los trabajadores", fueron sus argumentos para este medio.
Sin embargo, otro senador peronista pidió revisar a fondo el apartado impositivo de la reforma laboral, señalando que "está redactado por estudios jurídicos vinculados a multinacionales y corporaciones". En ese sentido, advirtió que hay intereses claros detrás del artículo 185 del texto, que modifica un ítem del artículo 28 de la Ley N° 23.349 de Impuesto al Valor Agregado para aplicar de inmediato la reducción a la mitad de la alícuota destinada a "la provisión de energía eléctrica usada en sistemas y/o equipos de riego para el sector agroindustrial".