República Democrática del Congo vs República Democrática del "Tongo"

El fino margen entre una república africana y otra que se africanizó con los años, por el alto nivel de deuda y la imposibilidad de ordenar la macroeconomía

Hernán Bitar

La resistencia al cambio, problemas macroeconómicos recurrentes, gobiernos autoritarios y gobiernos populares sin mayorías parlamentarias y la eterna recurrencia al FMI, ya son características comunes entre la República Democrática del Congo y la República Democrática del "Tongo".

La República Democrática del Congo es el segundo país más extenso del continente africano, cuenta con una población de 99 millones de habitantes. Además, es el segundo país más pobre del continente, con más del 80% de su población por debajo de la línea de la pobreza, según el Índice de Desarrollo Humano del Banco Mundial, sólo superado por Níger.

En tanto que, la República Democrática del "Tongo", también es el segundo país más extenso de América del Sur, cuenta con una población, según el discutido último censo de 46,2 millones de habitantes. Además, según datos extraoficiales y medidos por ingreso, la República Democrática del "Tongo" tiene un 43,5% de pobres a diciembre del 2023,

La República Democrática del Congo, vive una crisis humanitaria constante hace al menos 5 décadas. El país vive la paradoja de contar con una gran cantidad de recursos naturales y, al mismo tiempo, mantener índices de pobreza extrema muy altos. A esto, se le suma una guerra histórica entre distintos grupos que buscan controlar la explotación de un mineral valiosísimo como es el coltán.

El 80% de las reservas del Coltán en el mundo, se encuentran en la República Democrática del Congo y este mineral metálico tan preciado, sirve nada más y nada menos que para fabricar teléfonos.

Además del coltán, según la ONU, la República Democrática del Congo alberga una de las mayores reservas mundiales de cobalto, un material fundamental en la fabricación de coches eléctricos, que cada vez se imponen con mayor fuerza en la industria automotriz. Por otra parte, el país africano cuenta con importantes reservas de oro, cobre y diamantes.

La situación en la República Democrática del "Tongo" no dista mucho de esa realidad. Pese a ser un país líder en producción de alimentos, con industrias de gran escala en los sectores de agricultura y ganadería vacuna, según datos de la UCA, "los niños y adolescentes son los más pobres, dado que entre las personas de hasta 17 años, 62,9% son pobres y un 16,2%, indigentes".

Además, la República Democrática del "Tongo" es el tercer mayor productor de soja del mundo, por detrás de Estados Unidos y Brasil y está en el top 5 mundial, entre los productores del mundo de soja, maíz, limones, pera y semilla de girasol.

Otro aspecto que acerca a la República Democrática del Congo y a la del Tongo es su relación de idas y vueltas con el FMI. En los 68 años de existencia del FMI, el "Tongo" firmó 22 acuerdos con el organismo: 19 acuerdos "Stand- By" y tres de Facilidades Extendidas.

Por su parte, la República Democrática del Congo pidió asistencia al organismo multilateral de crédito a mediados de los '90, luego de la caída del régimen Sese Seko Mobutu, uno de los líderes más corruptos de la historia del ex Zaire, quien gobernó durante 32 años. El Congo también pidió dinero entre 2001 y 2002 (símil República del "Tongo"); luego en 2018 por un brote de Ébola y en 2021 sobre el final de la pandemia por covid-19. 

Con todas sus dificultades y pobreza extrema creciente, la República Democrática del Congo acudió al FMI 4 veces y por un monto total de $3.320 millones de dólares. La República del "Tongo", saltó la banca del FMI en 2018, pidiendo prestados unos $50.000 millones de dólares (el crédito más grande en la historia del organismo) para repagar deuda antigua y fracasar con todo éxito en la regulación del mercado cambiario, donde no pudo controlar el precio del dólar.

Otro aspecto coincidente entre estas 2 repúblicas a la hora de describir su relación con el FMI y el Banco Mundial es que, en los 2 casos, tuvieron suspensiones en los desembolsos acordados. Le sucedió a la República del Congo en 1992 con el FMI y en 1993 con el Banco Mundial. Entre las causas del momento se enumeran: "desequilibrio presupuestario, alta inflación, inconsistencias macroeconómicas, sistema tributario ineficaz e incapacidad de repago de los compromisos económicos, por alto nivel de exposición en los mercados de deuda".

El antecedente más cercano para la República del "Tongo", es del año 2023, cuando su ministro de Economía y candidato a presidente, viajaba de manera insistente a Washington, buscando destrabar desembolsos del FMI y recibía sólo críticas y pedidos de ordenar la macro para seguir contando con el apoyo del organismo.

El último aspecto coincidente, al menos en la descripción del panorama económico para las dos repúblicas, lo brindan los reportes de consultoras como JPMorgan, Moody´s y Standard & Poors: "La pobre infraestructura, un incierto marco legal, corrupción y la carencia de fiabilidad de la política económica y de las operaciones financieras, mantiene un freno para la inversión y el crecimiento".

Divisiones sociales y políticas internas, liderazgos políticos traumáticos, poco apego a los planes económicos plurianuales, y la eterna costumbre de gastar dinero público por encima del recaudado, no hacen más que ponernos a reflexionar sobre el escaso margen de diferencia entre una República del centro de África y otra que, en otro continente se africanizó.

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