Gobernadores del Norte buscan armar un bloque federal propio en Diputados para negociar con Milei
Mandatarios peronistas alejados del kirchnerismo avanzan en un armado legislativo común para ganar peso en la Cámara de Diputados de la Nación. Aspiran a reunir más de una docena de bancas y disputar espacios clave antes del recambio parlamentario.
En medio del reacomodamiento político en la Cámara de Diputados, un grupo de gobernadores peronistas del norte del país -distanciados de la conducción de Cristina Kirchner- aceleró gestiones para conformar un espacio federal con identidad propia. El objetivo es claro: recuperar volumen político, ordenar a sus diputados y negociar con mayor fuerza con la administración de Javier Milei.
El impulso surge de los mandatarios de Salta, Gustavo Sáenz; Catamarca, Raúl Jalil; Misiones, Hugo Passalacqua; y Tucumán, Osvaldo Jaldo. Todos comparten la intención de reposicionar los intereses regionales, que consideran relegados durante la etapa reciente de Unión por la Patria, y coinciden en que la fragmentación actual debilita su capacidad de incidencia en la agenda nacional.
Con ese diagnóstico, vienen fortaleciendo los contactos con el presidente de la Cámara baja, Martín Menem; con el ministro del Interior, Diego Santilli; y con el asesor presidencial Santiago Caputo. El mensaje interno es que deben llegar al nuevo período legislativo con un armado sólido que evite fisuras tempranas. "Tiene que ser un grupo capaz de durar", resumió un dirigente tucumano involucrado en las conversaciones.
El Gobierno nacional funciona, paradójicamente, como el principal punto de unión: el debate del Presupuesto, la ley de glaciares y los paquetes fiscal y laboral los obliga a coordinar posiciones para no perder influencia en discusiones sensibles para sus provincias. También reconocen que la Casa Rosada intentará dividirlos, por lo que buscan acordar una estrategia común antes del 3 de diciembre, día de la jura y definición de autoridades y bloques.
A ese tablero se suma el gobernador santiagueño Gerardo Zamora, anfitrión de la última reunión del Norte Grande, donde Jalil asumió la presidencia del grupo. Allí definieron prioridades regionales que Zamora transmitió a Santilli después de su visita a la provincia. El documento final destacó la necesidad de fortalecer un trabajo conjunto y mantener un canal de diálogo permanente como región.
Uno de los más activos es Sáenz, que impulsa un posible nombre para el nuevo espacio: País Federal. La idea incluye sumar a los cuatro libertarios agrupados en Coherencia y a los dos diputados del MID, que también buscan un refugio político estable. Sin embargo, el armado no será homogéneo: Formosa y La Rioja, bajo la conducción de Gildo Insfrán y Ricardo Quintela, permanecerían dentro de UP, mientras que el jujeño Carlos Sadir (UCR) evalúa otras alianzas, incluso un eventual bloque de Provincias Unidas.
En el conteo más optimista, los gobernadores del Norte Grande podrían reunir hasta 21 diputados, aunque ese número depende de definiciones internas. Santiago del Estero y Catamarca, por ejemplo, analizan dividir sus bancadas para no apostar todo a un único espacio legislativo.
El próximo paso será una reunión el jueves en la Casa de Salta en Buenos Aires. Allí, Sáenz buscará consolidar un bloque que ya reúne a sus tres legisladores y a los cuatro misioneros, con la posible incorporación de Karina Maureira, referente de "La neuquinidad" y aliada del gobernador Rolando Figueroa. La meta mínima es llegar a 12 o 15 diputados, cifra que permitiría discutir espacios en comisiones estratégicas y tener representación en las bicamerales.
En el Senado ya existe una experiencia parecida: Convicción Federal, el bloque que integran Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moisés (Jujuy), Fernando Salino (San Luis) y Fernando Rejal (La Rioja). Todos tomaron distancia del PJ para impulsar una agenda propia y no planean regresar a la estructura tradicional. Ese antecedente sirve de referencia para los gobernadores del Norte, que también analizan si replicar un bloque formal o avanzar hacia un interbloque que les permita coordinar sin una ruptura total.