Tras el hecho en La Paz, Educación Secundaria alerta sobre la importancia del diálogo familiar
El organismo destacó que la adolescencia requiere comunicación, límites claros y trabajo conjunto entre la escuela y la familia para prevenir situaciones de riesgo y acompañar la formación integral de los estudiantes.
La reciente crisis vivida en la escuela Marcelino Blanco de La Paz, donde una alumna de 14 años ingresó armada y disparó al aire antes de atrincherarse durante más de cinco horas, ha dejado una profunda conmoción en la comunidad educativa de Mendoza. Afortunadamente, la situación se resolvió sin víctimas fatales, pero con un saldo de estudiantes y docentes afectados por la tensión vivida. Este episodio ha puesto en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la corresponsabilidad entre familia y escuela en el acompañamiento de los adolescentes.
La Dirección de Educación Secundaria emitió un mensaje dirigido a las familias de estudiantes de nivel medio, destacando el papel crucial que desempeñan en esta etapa tan significativa de la vida de sus hijos e hijas. En el comunicado, se hace referencia al Artículo 638 del Código Civil y Comercial de la Nación (CCCN), que establece que la responsabilidad parental es el conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona y bienes del hijo, para su protección, desarrollo y formación integral mientras sea menor de edad y no se haya emancipado.
La escuela secundaria no solo constituye una etapa de aprendizaje académico, sino también un proceso clave en la construcción de la autonomía, el desarrollo personal y la formación del carácter. En este sentido, la Dirección de Educación Secundaria destaca que "la corresponsabilidad entre la familia y la escuela es fundamental e indelegable".
El mensaje propone a las familias asumir un papel activo en la vida de sus hijos e hijas, a través de distintas acciones concretas:
-Fomentar el diálogo: escuchar sin juzgar, preguntar por sus emociones, amistades, participación en redes sociales y proyectos. La comunicación es la base de la confianza.
-Establecer límites claros: acompañar el uso de la tecnología, establecer horarios de estudio y motivar su participación en actividades extracurriculares.
-Valorar el esfuerzo: reconocer sus logros, tanto académicos como personales, celebrando los pequeños avances que los motivarán a enfrentar los desafíos con mayor resiliencia.
-Trabajar en equipo con la escuela: mantener una comunicación fluida con preceptores y docentes. La institución educativa está para acompañarlos y construir soluciones conjuntas ante cualquier dificultad que surja.
-Acompañar el acceso y el buen uso de las redes sociales: construir acuerdos sobre el uso de celulares y reflexionar sobre lo que comparten en redes sociales.
