Ucrania: Oleada de ataques rusos y ofensiva diplomática de Kiev y Moscú
El resumen de Gustavo de Aristegue en Negocios TV, en su informe sobre geopolítica.
En las últimas 24 horas, Rusia lanzó más de 500 drones y decenas de misiles contra infraestructuras ucranianas, una de las mayores ofensivas de este verano. Kiev denuncia la intensificación de la guerra de desgaste, mientras sus defensas antiaéreas resisten con un coste cada vez más elevado.
Paralelamente, se libra una batalla diplomática. Volodímir Zelenski viajó a París en busca de garantías de seguridad y de una "coalición de voluntarios" que refuerce la ayuda militar. En paralelo, Vladimir Putin declaró que prefería una salida negociada al conflicto e invitó a Zelenski a Moscú, oferta inmediatamente rechazada por Kiev. Occidente observa con recelo, mientras Donald Trump repite que "si Putin no se sienta a negociar, verá cosas suceder", un mensaje ambiguo que genera incertidumbre en Europa.
La guerra entra en un momento de indefinición. Según el Royal United Services Institute (RUSI), la conquista total del Donbás podría llevar a Rusia cuatro años y dos millones de bajas: un coste humanamente y políticamente inasumible, incluso para un régimen autoritario. Pero Ucrania, exhausta y dependiente de la ayuda occidental, teme un desgaste que la coloque en posición de debilidad en futuras negociaciones.
La conclusión es doble: Rusia no tiene capacidad de victoria total a corto plazo, pero Ucrania tampoco puede imponerse sin apoyo sólido de la OTAN y de EE. UU. El riesgo es que el frente se cronifique, mientras el tiempo político juega a favor de Putin y de la fatiga occidental.