Maslaton, Benegas Lynch, Milei y la trotskización del liberalismo

Devaneos liberales entre democracias y dictaduras, ante el mensaje de Javier Milei en la Sociedad Rural Argentina.

Memo Política

Como le sucedió a la izquierda clásica, los liberales también se están pegando tiros en el pie y dividiéndose. Quién sabe por qué. Unos más exaltados que otros, otros que promueven una "dictadura" positiva, (como si fuera posible), otros que combaten al colectivo LGTB etc. y otros que los contienen y aceptan... y así sucesivamente, casi con cada tema.

Un posteo de Carlos Maslaton, que en su juventud representó a las ideas liberales clásicas en Argentina en el partido de la familia Alsogaray, la Ucedé y desde Unión Para la Apertura Universitaria (Upau) en donde militaba junto a otros que luego defeccionaron, como Sergio Massa y Amado Boudou, ahora da cuenta de confesiones a destiempo que dejan a varios más en off side.

Tal el caso de su comentario a un posteo del referente Alberto Benegas Lynch (h), quien dijo: "Me emociona que el Presidente hable en la tribuna de la SRA donde fui asesor económico durante varias presidencias desde 1977, fue un canto al liberalismo y un discurso de espíritu alberdiano de gran sustancia que apuntó a redoblar esfuerzos para aliviar el yugo estatal".

Maslaton, Benegas Lynch, Milei y la trotskización del liberalismo

Ante ello, Maslaton vomitó:

Interesante reflexión histórica hoy de Benegas Lynch, donde el mitín de la Rural le recordó al 1977 del Proceso. En ese mismo año, también en julio, conocí yo a Benegas Lynch. Vino a hablar a la Cámara Argentina de Comercio donde nos reuníamos todos los viernes con Gabriel Zanotti y 15 liberales más para profundizar en la Escuela Austríaca de Economía. También venía a los mitines el hijo de Martínez de Hoz, con quien yo me llevaba pésimo porque él defendía a su padre y atacaba al capitalismo manchesteriano, mientras que yo repudiaba a Videla y a su plan económico al que consideraba dirigista, estatista y comunista. Lo mismo que ahora con Caputo y Milei. Todo se repite, exactamente igual, porque estamos en Argentina. El ambiente era procesista, pero los verdaderos liberales del grupo repudiábamos al Proceso. Mediados de 1977 fue época crítica porque el gobierno decidió liquidar a los desaparecidos que había capturado desde el golpe. Yo la información la recibía desde Radio Suecia y por parte de numerosos amigos en ese país y en Finlandia. Me llegaron inclusive las listas por correo. También muy interesante, en noviembre de 1980 Benegas Lynch nos invitó, a los 15, a su casa de San isidro que llevaba por nombre "laissez-faire" y nos convidó con empanadas de carne de alta calidad y con Trapiche Borgoña de 1963. Entonces, en la biblioteca de su casa nos dijo que negociaba con los militares para que, en el caso de que el Proceso tuviera la mala idea de convocar a elecciones alguna vez, que quedaran proscriptos de pleno derecho el Partido Comunista y el Partido Justicialista. Todos nos opusimos calificando a ese plan político como ridículo. Y sí, Benegas, yo recuerdo muy bien al 77, y al 80 también. Todo es historia, decía Félix Luna.

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