Un concejal de Maipú abrió la polémica con la historia del "patriarca" Cafiero en Mendoza

Antonio Cafiero fue quien hizo construir las vasijas de Giol que nunca sirvieron. Sucedió cuando fue interventor federal del gobierno nacional en Mendoza. La remembranza y la acusación que hizo un concejal radical maipucino.

El concejal de Maipú Sergio Dragoni (UCR en Cambia Mendoza), historiador vocacional, propietario de un bagaje de documentos gráficos y fílmicos del pasado de su comuna, autor de un libro sobre la historia de la medicina, la salud y las enfermedades, recurrió una vez más a sus redes sociales para referirse a un momento del pasado en el que un interventor federal del peronismo gobernó Mendoza.

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Se trata del breve pero nutrido período de Antonio Cafiero, el "patriarca" de tantos hijos y nietos funcionarios, que fuera ministro del mismísimo Juan Perón, que ordenó la construcción de las vasijas vinarias de "la bodega más grande del mundo", Giol y que nunca sirvieron. Hoy son un depósito de expedientes y armas decomisadas.

Escribió Dragoni, acompañando la imagen de obreros trabajando en las columnas de aquellos piletones: "DÉCADA DEL 70. BODEGA GIOL. MAIPÚ. Obreros realizando los cimientos de las fallidas vasijas vinarias en calle Maza, entre Dionisio Herrero y J. B. Martínez.

Hay una famosa sentencia de Juan Domingo Perón que es lapidaria con Antonio Cafiero: 'Cafierito, es un buen muchacho, lástima que tenga por costumbre quedarse con los vueltos'. Fue durante la intervención de Antonio Cafiero (PJ) entre el 18 de agosto de 1974 y el 9 de mayo de 1975. Pocos meses para tanto desastre! Fueron 60 vasijas de 16 metros de alto y 7 metros de diámetro las construidas, resultando una inversión improductiva debido a la nula funcionalidad que presentaron. Se programaron para hacerse de metal, pero fueron construidas de cemento y su revestimiento empezó a caerse a los meses, por lo que quedaron inutilizadas prontamente, pasando a utilizarse como depósitos de 'cachivaches'. Pero la sombra de esas vasijas inútiles también cubrió la financiación y los abultados montos del fallido emprendimiento, pues se canceló con un crédito del Banco Central a través de Banco de Mendoza. Nunca quedó claro el monto de la obra, ni su cancelación. Se inició una investigación que nunca concluyó quedando nuevamente la sensación que hubo negligencia y /o corrupción, pero ningún 'preso'".

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