La "marca" nacional del PD no consiguió consenso, pero pudo elegir autoridades

En medio de un fuerte tironeo interno por ocupar espacios, ahora que son el instrumento electoral de Javier Milei, los conservadores de todo el país lograron "fumata blanca", pero no por consenso.

El Partido Demócrata (PD) consiguió elegir autoridades nacionales, ratificando a su "propietario", Carlos Balter, como presidente de la marca nacional de la fuerza. Sucedió en medio de una fuerte interna y sin conseguir consenso, ya que se tuvo que votar.


El lugar de la convención partidaria, minutos antes de que decidieran. Había TV porque jugaba Argentina.

Balter fue reelecto por mayoría de votos. Como vicepresidenta primera quedó Mónica Alonso, de la Ciudad de Buenos Aires y como vicepresidente segundo Alberto Arancibia Rodríguez, de San Luis. La Secretaría General quedó para la diputada nacional Victoria Villarruel, compañera de bancada de Javier Milei.

La crisis del PD nacional había despertado inquietud, ya que la fuerza cruje por muchos lados. La citada Villarruel enfrenta la posibilidad de que le den de baja como partido, ya que necesita demostrar que tiene por lo menos 8 mil afiliados en toda la provincia de Buenos Aires, y no llegaría a los 5 mil.

El PD tiene personería en seis provincias: Buenos Aires, CABA, Mendoza, San Luis, Chaco y Córdoba. Las autoridades partidarias se eligen por un sistema indirecto. Cada provincia selecciona dos delegados y tres convencionales. Es decir, son 12 miembros para constituir la Junta de Gobierno y 18 para la Convención. Sólo esos dirigentes estuvieron autorizados a votar y, lo más importante, las nuevas autoridades surgieron de los integrantes de esa misma nómina, que no se pusieron de acuerdo sino que tuvieron que recurrir a la votación.

Pero hubo un problema: los dos delegados del Chaco no fueron autorizados a votar, por problemas con la Junta Electoral.

En tanto, en San Juan, recientemente bajaron a quien iba de candidato a gobernador de Milei, el empresario Sergio Vallejos Mini.

En tanto, el conservador puntano Arancibia Rodríguez arremetió con fuerza con Balter, sin poder contra él. Quería dirigir los destinos del partido que se ofreció como instrumento electoral para Milei en 2023 y de quien todos se cuelgan para poder lograr algún lugar en el Estado. Sin embargo, el recelo que surge desde otros dirigentes es su cercanía con Juntos por el Cambio en San Luis, especialmente con el sector del exgobernador Claudio Poggi.

Los mendocinos del PD nacional.

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