Encuestas, pandemia y elecciones en Argentina: tres datos
La pandemia de coronavirus marca a todos los sectores y también al proceso electoral. Las encuestadoras ya contrastan resultados entre sí para saber si la gente está reaccionando en forma muy personalizada o sigue los parámetros tradicionales, sin trastornos por la afectación provocada por la crisis sanitaria.
Es muy probable que la pandemia lo tiña todo en el año electoral. No solamente en torno a la decisión de la fecha de realización de las elecciones que sí o sí deben hacerse este año para renovar parcialmente las cámaras legislativas en todos los niveles.
Aunque aun en terreno de especulaciones debido a la anormalidad global, estos son tres datos en torno a lo que sucede en el país:
1- Se detecta un "clima" particular, no estudiado ni experimentado con anterioridad. ¿Podría llamarse "contexto de guerra"? No de posguerra, en donde ya habría triunfalismo o depresión y se sabría de ganadores y perdedores, e inclusive el ánimo de triunfo o de recuperación tras una derrota marcaría el ánimo generalizado. Pero la pregunta que hoy se hace la política es: ¿Cómo reaccionará la gente a la hora de ver el nombre de un partido o un candidato en la boleta? Las encuestadoras empiezan a dialogar entre ellas para ver en qué encuentran coincidencias y divergencias, por miedo a que estén fallando sus pronósticos.
2- Hay una sensación de confianza entre los dirigentes del Frente de Todos en que la llegada de más vacunas mejorará su performance. Algunos, rebozan de optimismo y piensan, inclusive, que trastocará su destino en las urnas en forma positiva. En el peronismo se apuesta todo a eso, lo cual no deja de ser un dato alentador, porque quiere decir que esta vez es verdad que están buscando más vacunas. El tema es cómo caerá en la población que solo se negocie con Rusia, Cuba y China.
3- Se analiza qué evocaciones registrará el votante el día de la elección. ¿Qué es esto? Los encuestadores ya han medido y saben que mucha gente define la direccionalidad de su voto el mismísimo día de las elecciones. Allí juega un factor psicológico: la evocación, en qué piensa en ese momento. Casi siempre se nos ha dicho que recuerdan la campaña publicitaria, la situación económica personal o la afinidad personal por el candidato. Pero la verdad es que hay coincidencias en que efectivamente sí, hay cada vez más una reacción puramente personal en donde el votante se vuelve un justiciero íntimo y entonces, o ajusticia o premia, más allá de lo que diga públicamente, a su familia, amigos o a los encuestadores. Aquí juega sin dudas un rol casi excluyente, su situación particular frente a la pandemia y todas sus implicancias.