Tras la eyección de Uceda, quedan 28 camporistas en altos cargos del gobierno nacional
El mendocino Maximiliano Uceda fue la válvula de escape del conflicto que se vive en el Ministerio de Cultura, pero hay numerosas versiones sobre su salida. Desde su sector, La Cámpora, soplan en voz baja que fue "víctima de la interna", aunque admitirlo en público les daría una derrota. El mapa del camporismo en el gobierno de Los Fernández.
La agrupación cristinista La Cámpora, una organización compacta que soñó con ser una usina de gestión con nuevos cuadros políticos, tiene solo un ministro de los 21 que tiene la estructura estatal que formó Alberto Fernández en 2019. Persisten en el funcionato al menos 28 camporistas en puestos clave.
Tienen el Ministerio del Interior, con Eduardo Wado de Pedro, uno de los fundadores de la agrupación, que integra la mesa de dirección y que a pesar de haber renunciado tras la derrota electoral del año pasado, no se fue del Gobierno e inició su propio sueño presidencial, sumando su nombre a las encuestas e iniciando una agenda de contactos internacionales para subir su perfil.
En las segundas líneas del Ministerio del Interior también está presente La Cámpora:
- el secretario de Interior, José Lepere;
- la directora de Migraciones, Florencia Carginano;
- el titular de la Renaper, Santiago Rodríguez;
- el director nacional Electoral, Marcos Schiavi.
La Cámpora está presente, en segunda o tercera línea, en nueve de los veintiún ministerios. Además de Interior, hay funcionarios de Justicia, Economía, Desarrollo Social, Agricultura, Ciencia y Tecnología, Transporte, Educación y Cultura. También lideran el PAMI y la ANSES, y tienen importantes líderes en YPF.
El ministro de Justicia, Martín Soria, es un kirchnerismo de línea dura que está en buena sintonía con el camporismo, aunque no forma parte del grupo. Su segundo en la estructura jerárquica es Juan Martín Mena, quien forma parte del grupo y quien fue señalado por un sector del peronismo como supuesto comisario político de la exministra Marcela Losardo, amiga y socia del jefe de Estado. Dentro del esquema de Justicia está la Secretaría de Derechos Humanos que es dirigida por Horacio Pietragalla Corti, un campero duro.
En Economía, el nombre fuerte del camporismo es el del subsecretario de Energía, Federico Basualdo, a quien se le pidió la renuncia y se acantonó en el cargo. El año pasado el ministro Martín Guzmán, buscó destituirlo de su cargo porque no no estaba de acuerdo con el esquema tarifario que se iba a implementar. Basualdo no se fue y los medios de comunicación sirvieron de cauce para el intercambio de acusaciones entre los distintos sectores del Frente de Todos.
En Desarrollo Social, a cargo de Juan Zabaleta, uno de los ministros más cercanos a Alberto Fernández, hay un secretario y dos subsecretarios controlados por el camporismo. La Secretaría de Políticas Alimentarias está a cargo de Laura Alonso; la subsecretaria de Articulación y Comunicación Comunitaria está a cargo de Laura Grande, mientras que la subsecretaria de Enfoque Territorial está a cargo de Eugenia Meana.
En Agricultura, el exsenador bonaerense Gervasio Bozzano está a cargo de la Dirección General de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales; en Ciencia y Tecnología, la subsecretaría de Coordinación Institucional está a cargo de Pablo Núñez.
En Educación, la Subsecretaría de Fortalecimiento de la Trayectoria Estudiantil está a cargo de Leandro Quiroga.
En Cultura, la Secretaría de Gestión Cultural estaba a cargo de Maximiliano Uceda, pero fue eyectado: renunció o le pidieron que se fuera (ver aquí).
Uceda con CFK.
En la estructura de la cartera de Transporte, que encabeza el massista Alexis Guerrera, no hay funcionarios de La Cámpora. Sin embargo, hay cargos que controlan en los organismos que regulan la aviación y que están bajo la órbita del ministerio. Forman parte del grupo el presidente de Aerolíneas Argentinas, Pablo Ceriani, y el vicepresidente Gustavo Lipovich. También se encuentran en el terreno la titular de Navegación Aérea Argentina (EANA), Gabriela Logatto, y el vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Aeroportuario Nacional (ORSNA), Fernando Muriel.
La titular de ANSES, Fernanda Raverta, está en la primera línea de La Cámpora y al mando de una de las cajas más importantes del Estado. En la parte superior de la organización, la mayoría son camporistas. El jefe de Gabinete, Juan Pablo Yovovich; el secretario General, Santiago Fraschina; el secretario de Beneficios, Juan Manuel Tignanelli; el secretario Jurídico, Javier Pargament y Alejandro Merediz, a cargo de la Subdirección Administrativa, forman parte del grupo cristinista.
El PAMI es un esquema completamente camporista. Dirigida por Luana Volnovich, la agencia administra otra de las cajas clave dentro del organigrama estatal. El segundo de Vulnovich es su socio, Martín Rodríguez, quien es el director ejecutivo adjunto. Ambos fueron blanco de Alberto Fernández luego de viajar a México durante sus vacaciones, en medio de una crisis económica y una campaña del gobierno para que los argentinos vacacionaran en el interior del país.
En ese momento, en el sector del oficialismo más cercano al Presidente, creyeron que era hora de darle un golpe a La Cámpora, pero Fernández mantuvo a los dos en el cargo. Lo mismo sucedió en la crisis posterior a las PASO, cuando hubo ministros que le aconsejaron aceptar la renuncia de quienes la habían presentado, incluido el Wado de Pedro, y exigirle a Cristina Kirchner que cambiara de nombre, pero manteniendo los lugares de poder de cada sector. El presidente no aceptó esa opción.
En YPF hay dos jardineros con peso en el grupo. Santiago Patucho Álvarez es el vicepresidente de Asuntos Públicos, Comunicación y Marketing, y Desiré Cano controla la dirección ejecutiva de comunicación. El director, el santacruceño Pablo González, es un funcionario vinculado al kirchnerismo. Fue vicegobernador de Alicia Kirchner en la provincia sureña y tiene buena relación con La Cámpora. Está allí también el exgobernador de Mendoza Celso Jaque, a quien Cristina Kirchner le creó una silla en el Directorio (ver aquí). No se lo podría identificar con "la orga", pero responde directamente al Instituto Patria, otro centro de poder que responde a la Vicepresidenta y que se superpone y hasta a veces difiere con La Cámpora.