Lobos come pororó en la cárcel viendo lo de Burgoa; la dispersión mileísta mandolina; el peronismo roto; un radicalismo vintage y ¿Braden o Perón?
Empiezan los tiempos electorales y sobran las perlitas de la política mandolina, rodeadas de una notable tensión por las indefiniciónes internas y la falta de coagulación de las intenciones de grupos que parece afines, pero no. Y lo del concejal Burgoa, que huele feo.
Un hecho inusitado se generó en La Libertad Avanza de Mendoza. A la seguidilla de partidos que se dicen mikeístas se sumó, como una bomba atómica, que la vicegobernadora de Alfredo Cornejo, Hebe Casado, se afiliara al partido de Javier Milei.
Los más chicos no se quejaron tanto: simplemente buscaron consolidar su núcleo de convicciones y su agenda.
Pero hay un partido LLA oficial en Mendoza que dirige el exdemócrata Facundo Correa Llano, que responde al armado nacional de Martín Menem, que puso el grito en el cielo tras una semana que el silencio propio parecía decir que lo aceptaba tácitamente.
El disparador fue un nuevo acto de Los Guardianes del León que se realizó en el Club Social y Deportivo Guaymallén, en Rodeo de la Cruz, en el que más de mil personas vivaron a la vice por haberse ido del PRO y sumado a las huestes de Javier Milei.
Un portal del kirchnerismo que aparece como "diario" juntó gente para que dijera que habían recibido bolsones de comida. Algunos militantes cayeron en la trampa pensando que estaba bien decirlo, pero después salieron a decir que los habían hecho decir eso... todo muy raro.
#LaPicada La aclaradora de @hebesil, tras el acto que generó la reacción de @fcorreallano https://t.co/LMbvkdT4RX https://t.co/aPoGac9NU7 pic.twitter.com/PVMyVhBO1j
— Memo (@memodiario) May 18, 2025
Más de 1400 personas escucharon a Hebe Casado en su primer acto libertario
Eso generó que desde el peronismo se enviara a los medios una serie de datos de supuesto clientelismo en el acto, escandalizados como si fueran carmelitas descalzas.
El que reaccionó fue Correa Llano, despegándose del acto, repudiándolo y exigiendo que Casado no use más los términos oficiales de La Libertad Avanza.
El por qué del acto
Desde el sector de Hebe Casado prefieren no pelear con el diputado nacional. Ya tienen demasiado con su lucha por "desdemarchizar" el PRO, situación en la que quedaron atrapados, porque mientras el PRO se desconfiara de su cercanía con Milei y no sabe para dónde ir, ella sigue manteniendo la presidencia de 12 conducciones departamentales de esa fuerza en Mendoza, que han pateado para adelante si se van del macrismo, sumamente debilitado de figuras (y futuro) o se quedan.
Aseguran que intentan contener a la gente a la que "no le da bola Facundo", en relación a Correa Llano y el grupo que armó, al que ven más circunspecto en torno a una élite que a generar un espacio popular de respaldo al Presidente. Pero lo hacen en forma quirúrgica, sin responder al comunicado del diputado.
Otros analistas directamente minimizan la capacidad de decisión y maniobra de Correa Llano y dicen que mientras él es "hombre de Menem, Hebe es mujer de Javier y Karina Milei, sin intermediarios".
En Mendoza, el mileísmo que responde a Correa Llano rechazó el acto debut de Hebe Casado
Mientras esto ocurre, el resto de los que quieren apoyar al Presidente en las próximas elecciones -entre ellos la UCR de Cornejo- comen pororó, pensando que si no hay acuerdo entre todos puede ser que pase lo de San Luis, en donde los partidos molestas se dispersaron y consiguieron nada.
Aun así, en todo el país el fin de semana pasado la gente votó al espacio que gobierna, por lo que los radicales ven en las controversias mileístas menducas un problema ajeno.
Mientras tanto, Casado muestra que Javier Milei faveó la publicación con su acto:
Viajeros en el tiempo: exiliados en el alfonsinismo
El joven Cornejo con Raúl Alfonsín, líder de otros tiempos
A todo esto, mientras Cornejo insiste en que "el Presidente necesita ganar para imponer su agenda de cambios en el país", los radicales que ya habían descarrilado al verse forzados a votar por Sergio Massa, atentos a que, primero, fueron derrotados alevosamente con la candidatura (también ajena, pero más amigable) de Horacio Rodríguez Larreta, tuvieron que votar a regañadientes primero por Patricia Bullrich y, en la segunda vuelta, ya no se aguantaron el asco de hacerlo por Milei.
Ahora quieren refundar el alfonsinismo, con una letanía socialdemócrata de los tiempos en que iban a cosechar a Nicaragua en apoyo al régimen sandinista, cuando el radicalismo no ocultaba su admiración colateral y por oposición al "neoliberalismo" estadounidense, por gobiernos abiertamente comunistas.
Un grupo de radicales que militaron con Cornejo en la Franja Morada se junta en catacumbas para rezar los viejos rosarios de aquellos años y calculan el momento de salir a la superficie a reconquistar adeptos, antes de que los años se los lleven a todos puestos de la vida y se queden sin voluntades.
Chocan con la desconfianza de los que siempre fueron masajistas, o peronistas, o kirchneristas, o troskos, o comunistas y los ven ir y venir deambulando por las ideologías, siempre con culpa.
Los de Guaymallén que no aprendieron nada después de Lobos
Burgoa sigue en su banca
¿La porfía y necesidad, además de la inconducta de un concejal puede hacer temblar la estructura partidaria? Los radicales dicen que "no" si del caso el guaymallino Miqueas Burgoa se trata. Pero sí, está generando un efecto dominó.
La militancia está en tensión, porque el edil, a quien se le ha pedido que tenga dignidad y renuncie a su cargo tras un episodio lamentable que protagonizó junto a otras tres personas en un vehículo que conducía ebrio en Alvear hace una semana, no solo no renunció, sino que se montó sobre una serie de mentiras sobre el caso -que fueron descubiertas por su par peronista José Pozzoli en la última sesión del Concejo Deliberante- y hasta pretende ser reivindicado y reelecto, si se pudiera.
Primero, su faltan de dignidad e interpretación egocéntrica del cargo que ejerce lo llevó a poner en riesgo la imagen del líder del radicalismo de Guaymallén, que es su intendente, Marcos Calvente. Pero luego fue el propio gobernador Alfredo Cornejo el que le dio la razón a Calvente y sostuvo que debería renunciar.
Caso Burgoa: ética pública, impunidad y crisis de representación
La otra medida es la expulsión del Concejo, pero un "olvido" en la elaboración de la Orden del Día de la sesión del jueves hizo que no se tratara: la oposición bailó con ello, porque tiene más tiempo para extender el caso que ridiculiza al Guaymallén que supo tener condenados de mayor cuantía en el poder, como Luis Lobos, y que ahora provoca una interna en el radicalismo con un caso que ya debiera haberse resuelto.
Los propios, como el caso del radical Jonathan Mazuela, respaldaron la posición de Calvente. Pero hay un dato que ha generado un runrún en la militancia: el partido radical de Guaymallén, orgánicamente, no ha dicho "esta boca es mía", cuando tendría que haber cubierto al intendente y evitado que el gobernador tuviera que referirse al caso. Se quedaron callados y la militancia no comprende esa actitud pasiva que termina beneficiando al tipo que hizo todo mal y que ahora es posible que hasta crea que por la difusión, la fama lo catapultará a mejores oportunidades de cargos, en una réplica del pensamiento chiquito que tuvo, con su propio caso, Lourdes Arrieta.
Hay olor a encubrimiento o complicidad, y eso colocaría al partido que "limpió" Guaymallén en una posición incómoda y por poco: ¿cuánto vale el tal Burgoa y por qué estarían dispuestos a pagar tanto por él? ¿Acaso algún candidato lo está protegiendo desde otra comuna? ¿Se confirma que los políticos viven adentro de un frasco y no saben interpretar a la sociedad que ya le dio de baja?
Ante la inacción del Concejo por Burgoa, intervendrá Ética Pública para exigir una investigación
Guaymallén, que acaba de hacer un gol de media cancha con la propuesta de replanteo integran del Acceso Este y la unión de los sectores norte y sur por debajo de su traza, puede rifar este momento por nada, si es que los radicales se siguen mirando el ombligo.
El dilema del peronismo
El peronismo está roto en Mendoza.
Quedó demostrado en un largo picudeo en redes sociales entre Lucas Ilardo y Guillermo Carmona días atrás, sobre el que muchos otros dirigentes opinaron en silencio -aunque algunos se subieron al hilo de X- y con lo que queda demostrado que donde hay un peronista hay un sector interno.
Anabel Fernandez Sagasti es Cristina Kirchner y los que detestan las formas de actuar de esa dupla no encuentran forma de articular una alternativa, porque el branding de La Cámpora como "orga" hoy por por hoy parece ser más fuerte que el de "Partido Justicialista", nombre del que renegaron durante muchísimos años, bautizando con nombres de fantasía a sus boletas electorales. Y eso tuvo consecuencias: la gente cree que ya no existe.
El peronismo mendocino ya no disimula su quiebre
A partir de ahí, lo que les queda a unos y otros en el peronismo es tejer alianzas para conseguir bancas, sin saber bien por qué ni para qué, ya que no hay un proyecto en común sobre Mendoza.
Es el kirchnerismo el que se ha organizado mejor para ofrecer respuestas técnicas, desde la organización Idem con el tema presupuestario de los municipios, por ejemplo, o desde Cosecha, una entidad que se dedica a estudiar los temas del campo.
Del otro lado descolla la figura del peronista más valorado, que es el intendente Matías Stevanato, pero que pueden romper si no se consigue cuidarlo o darle el espacio de liderazgo que por la afinidad que demuestra el electorado, debería dársele, como en otros tiempos era normal en el peronismo: conseguir un líder potable y ser verticalistas ante él.
La pelea es puramente interna. Con su maniobra de conseguir una banca de diputada, Sagasti consigue carambola: entra un suplente que le responda a su banca en el Senado y ella se queda con un nuevo lugar en Diputados.
Para abajo, en las comunas, todo es un gran misterio, porque les queda solo jugar con Celso Jaque en Malargüe y posiblemente con el "peronismo valletano" que intentan identificar con su propio envasado en origen tanto Martín Aveiro como su intendente, Emir Andraos.
Braden o Perón; Difonso o Cornejo
Por último, un ejercicio para gorilas y no gorilas: ¿Quién era el bueno y quién el malo en la disyuntiva cuarentista entre "Braden o Perón"?
Bueno, el político de género fluido Jorge Difonso, que nunca consigue saber a qué núcleo de ideas pertenece, ahora está planteando en sus muchos videítos con los que parece querer competir con el superhéroe urbano Mario Vadillo que la opción par Mendoza es "Difundo o Cornejo". ¡Lo dice él mismo, sin ponerse colorado!
Entonces, vamos: ¿Difonso juega a ser Braden o Perón?