¡Que florezcan mil UCRs diferentes! Un fin de año agitado por desaguisados internos y sorpresas externas
El radicalismo muestra diferentes facetas y en Mendoza se diferencia con fuerza del nacional. Pero dentro de los radicales mendocinos no todo es armonía, precisamente. ¿Y con los aliados anteriores, actuales y futuros? El desgaste de diez años en el poder.
El radicalismo mendocino se diferencia del nacional.
Por un lado, porque no le dieron los números para imponer otra cosa ante la continuidad de las ideas que representó Martín Lousteau y sus socios Gerardo Morales y Emiliano Yacobitti.
Sin embargo, los radicales de Mendoza suman a su favor la de los chaqueños. La coincidencia de Alfredo Cornejo con Leandro Zdero pasó por ir junto a La Libertad Avanza en las elecciones y ellos le llaman "comprender el momento del país", frente a los que impulsan un "radicalismo vintage". Un tercio de los delegados no participaron en rechazo a la maniobra de seguir igual como estaban.
Chiarella en la UCR: guitarra nueva, misma milonga
Lo curioso es que más retro que Federico Storani parecía que no había, y hasta él reprochó el resultado de la elección de autoridades de la UCR, que recayó en un delfín del gobernador Maximiliano Pullaro, Leonel Chiarella. "Se juntaron con Emilio Monzó, Florencio Randazzo y Margarita Stolbizer y no alcanzó ni para superar a Fernando Burlando" expreso el Freddy Storani, que es delegado bonaerense. "Milei transgrede la ley y la Constitución, no es un camino democrático", insistió con un pedido de volver al Tercer Movimiento Histórico que planteaba Raúl Alfonsín para superar antinomias entre peronistas y radicales y a favor de algunos ejes nacionales.
Por lo que se puede ver, la UCR tiene, al menos, tres bloques internos: el que impulsa ser parte del un bloque más "a lo Massa", con el peronismo cordobés liderando y que definen los "radicales que no ganan", como Lousteau, que entró de chiripa al Congreso y Pullaro, que salió tercero.
Luego están los "radicales con peluca" de Cornejo, Zdero y algunos cordobeses.
Y sigue el radicalismo del 83, que ve muchísimas coincidencias con el kirchnerismo y otras fuerzas.
La UCR de Mendoza se diferenció fuertemente de la nacional
¿Se va a partir? Ya lo está. Basta revisar en qué bloque del Congreso está cada referente. El de la UCR en diputados lo preside la cornejista Pamela Verasay, pero solo tiene 6 integrantes porque se les fue a un monobloque Karina Banfi, que quería presidirlo y no pudo. Luego, hasta Lousteau está en Provincias Unidas, el fallido experimento "neomassista".
¿Y en Mendoza?
En Mendoza, en tanto, mejor no preguntar, porque todos terminan amparándose en el paraguas del éxito electoral de Cornejo, que pocos se atreven a perderse.
Solo lo hicieron algunos outsiders, como Jorge Palero, que se fue con Difonso. Hubo ademas una intentona hacia el retorno al eje socialdemocrático por parte de un grupo de militantes, que quedo en sacarse las ganas, no más.
Pero muchos imaginan que tanto Ulpiano Suarez como el ahora presumiblemente jubilado Julio Cobos, apoyarían una posición más progre y alejada de Javier Milei.
Pero todo indica que, a vuelo de pájaro, hay una UCR de Mendoza y otra, una nacional, diferentes.
Lo que Cornejo le reclama a los dueños del Comité Nacional es que por lo menos elaboren un programa político y no solo poroteen delegados para quedarse con la cáscara de lo que fue un partido triunfador y gobernante.
Bajo la lupa todo es peor
Son diez años en el poder de la UCR en Mendoza. Ha sido un baile en el que han tenido parejas muy diferentes: desde los ex "100% k" de Libres del Sur hasta el indescifrable Omar de Marchi. Los gansos también pasaron por el poder y hasta el Partido Socialista fue parte de la maquinaria electoral de Cambia Mendoza, junto a partidos que perdieron la personería y otros que nunca la obtuvieron, además de los que tras sumarse, no movieron la aguja salvo conseguir los cargos que querían, como los "emprelíticos", los empresarios que se metieron a la política vía Cornejo tras haberlo intentado, por ejemplo, con Sergio Massa y no conseguirlo.
La "Galaxia Cambia Mendoza" tiene más ramificaciones que el "Universo Vigil" de Alejandro Vigil con sus emprendimientos, y eso ya es mucho decir.
El cornejismo engloba a todo el que quiera ganar, que acepta en silencio el mandato. Pero baila a su alrededor, por ejemplo, un grupo de gente sin partido como el que lidera Hebe Casado, un espacio que suma discusión, polémica pero que es caracterizado por algunos otros con los mismos términos con que su líder describe a los antimineros: "Una minoría ruidosa". Además, no consiguieron candidaturas y no se van a afiliar a la UCR, sino que se quedan con su pedacito de PRO, esa fuerza que goberno pero cuyo actual presidente en Mendoza, Gabriel Pradines, hizo estallar en mil pedazos para no conseguir, siquiera, una banca de concejal: la gente no lo votó.
El "mundo Petri" no se hace demasiadas preguntas por su identidad, solo buscan que el líder sea gobernador. El exministro de Defensa hizo el acting de afiliarse a LLA por pedido de Karina Milei pero es un mito tan grande como su matrimonio con la periodista Cristina Pérez: solo hubo compromiso, no "casorio".
De tal forma, sus legisladores siguen reclamando ser radicales, van a los congresos de la UCR, si se enojan se van todos juntos a comer un lomo a Barloa y si se enojan más, llevan a algún incómodo orador a la sede de la Fundación Mendocinos por el Futuro, su madriguera.
Lo que los radicales miran de reojo y hablan por lo bajo es la actitud de Petri con respecto a la discusión minera de Mendoza: sostienen que "no ha dicho esta boca es mía".
Si bien los legisladores que le responden han votado alineados con el gobierno de Mendoza, algunos radicales y socios esperaban "más", como una expresión fuerte de su principal referente, ya que quiere ser gobernador.
Desde el petrismo responden que "no hace falta: Petri es Milei y Milei ya dijo muy fuertemente lo que respalda a la minería en Mendoza".
La que rompió esa conducta silenciosa fue justamente una petrista como Patricia Giménez, que está al frente de ProMendoza y que compartió el post presidencial junto con una imagen a favor de la minería:
Lo que viene
"Vuelve el perro arrepentido" posteó la vicegobernadora Hebe Casado casualmente en coincidencia con declaraciones del intendente de Luján, Esteban Allasino, de que la alianza con Cambia Mendoza para las elecciones de concejales de febrero próximo está "a un 99%".
Los dardos ácidos de Casado, ¿dedicados a Allasino?
Allasino fue socio de Pradines en la estrategia electoral letal del PRO en Mendoza y en su propia comuna, en donde gobierna bien -de acuerdo con las encuestas- salió quinto. No debe querer repetirlo a la hora de elegir quién mandará en el Concejo Deliberante, órgano que, por otra parte, es presidido desde hace lustros por la misma persona Andrés Sconfienza, el mismo que ocupa cargos desde 1999 y que se fue a ver a Boca a EEUU por el Mundial de Clubes fue contado por El Quincho del diario Mendoza Post.
El radicalismo en su congreso extraordinario del sábado ya eligió a sus candidatos para el Concejo. No bajaron ni Martín Kerchner (que acaba de ser recontraelegido para la Legislatura) ni Natalio Mema, los dos nombres fuertes de Cornejo para esa comuna. La lista la lidera Gabriel Lima. Pero habrá que barajar con los del PRO y también ver si se continúa con el acuerdo con LLA.
De ser así esto último, Pradines y Allasino pasarán una vez más del antimileísmo de Provincias Unidas al mileísmo de Cornejo junto a Correa Llano.
La elección extra que pocos vieron venir
Lo otro: los hermanos Omar y Emir Félix esperan recuperar terreno tras la elección legislativa provincial y nacional que el Partido Justicialista volvió a perder no solo en San Rafael sino en todo el cuarto distrito.
Junto con Luján, Santa Rosa, La Paz, Maipú y Rivadavia, elegirán concejales en febrero.
Pero además, se votará por una figura nueva, la de "convencionales municipales" ya que los Félix lideran una especie de "San Rafael Exit" (aunque lo niegan rotundamente) proclamando su autonomía.
La mendocina que quiere ponerle freno a Trump sobre Venezuela
Eso lo dispuso la Ordenanza 15.430, en la cual se declara precisamente la "autonomía municipal del departamento", y entonces, en función del artículo 123 de la Constitución Nacional, a su vez convoca a elección de convencionales municipales y establece en tal sentido que dicha convención estará integrada por 24 convencionales municipales, elegidos por voto popular.
Por tal motivo, y teniendo en cuenta que la categoría de convencionales municipales no se encuentra contemplada la Carta Orgánica partidaria, los radicales se convocaron para el próximo 17 de diciembre a los afiliados de la UCR e independientes, con residencia en San Rafael, a participar de la elección de candidatos para esta categoría.
La interna, ¡qué placer!
El sábado los radicales también definieron las listas de concejales para los municipios en donde habrá competencia en febrero y que son justamente seis de los que no gobierna. Si bien siempre se pone énfasis en cómo les gusta a los radicales dirimir sus diferencias en elecciones internas, ellos responden siempre que prefieren "la democracia partidaria al dedo de los que mandan".
Estos son los candidatos radicales para Luján, San Rafael, Rivadavia, Santa Rosa, Maipú y La Paz
Es así que hallaron en el encuentro partidario un momento de éxtasis particular: un desacuerdo en Santa Rosa que los obligó a votar en el congreso extraordinario y lo hicieron los delegados de toda la provincia, evitando un comicio interno local.
La elección fue entre las listas "Renovación Santa Rosa" y "Santa Rosa Puede", las dos nóminas presentadas para el departamento que gobierna María Flor Destéfanis. En ese sentido, por 189 votos positivos a 3 negativos, resultó proclamada la lista "Renovación Santa Rosa". Todos los candidatos pueden repasarse con un clic aquí.
El peronismo nacional no sabe cómo defender a Maduro
En el PJ no se quedan afuera a la hora de mostrar distancias internas y problemas de homogeneización de su punto de vista.
Este fin de semana se conoció un posicionamiento oficial del peronismo para defender a Maduro, pero por una tangente: oponerse al "intervencionismo de Trump". Lo hace también pensando en la fuerte derrota de sus aliados en Honduras en las recientes y polémicas elecciones, con dos derechístas peleando el triunfo.
Claudio Fantini: Costos e implicancia de la injerencia de Trump en Latinoamérica
El comunicado lo emitió la Secretaría de Integración Regional del Partido Justicialista y dice, textualmente:
Reafirmamos nuestro compromiso con la soberanía y la independencia de los Estados, y rechazamos enérgicamente los intentos injerencistas del gobierno de los Estados Unidos en los asuntos internos en varios países de América Latina y el Caribe. En los últimos meses, hemos observado una preocupante profundización de estas prácticas en un contexto de intensificación de las disputas geopolíticas y un intento desesperado por parte de Estados Unidos de reactualizar la lógica colonial de la Doctrina Monroe y la Doctrina Roosevelt en la región. En Argentina, la intervención del embajador Lamelas en debates estrictamente internos, el respaldo explícito de Trump a Javier Milei durante las elecciones de medio término y la extorsión de condicionar la ayuda económica al resultado electoral, constituyeron una afrenta directa a nuestra soberanía. Tales conductas responden a una lógica de tutelaje que nuestro país había dejado atrás hace décadas. De igual modo, en Venezuela, Washington ha incrementado la presión mediante amenazas y maniobras abiertamente intimidatorias, incluyendo operaciones militares en la costa del Caribe y, recientemente, el cierre del espacio aéreo. Las ejecuciones extrajudiciales en aguas internacionales cercanas a Colombia y Venezuela, rompen directamente las reglas del derecho internacional. Estas medidas se suman a años de bloqueos y sanciones orientadas a condicionar el rumbo político del país a través de la coerción. En los últimos días, se suman también las amenazas de intervención territorial en Colombia y México, con la excusa del combate al narcoterrorismo y la directa intervención en las elecciones presidenciales en Honduras. Estas conductas no son episodios aislados. Responden a un patrón de intervención política, económica y militar que intenta reinstalar formas de subordinación y dependencia que América Latina ha combatido desde su emancipación. Las advertencias económicas, los discursos de amenaza y el despliegue militar unilateral en zonas estratégicas buscan alterar el equilibrio democrático regional y condicionar la soberanía de nuestras naciones. América Latina y el Caribe son, por vocación y por historia, una zona de paz. Reivindicar este principio es rechazar toda forma de militarización o tutela externa. Frente a este escenario, el Partido Justicialista reafirma que la paz, la cooperación y el diálogo sólo pueden construirse sobre la base del respeto irrestricto a la soberanía, la igualdad entre los Estados y la no injerencia en los asuntos internos, principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y que forman parte esencial de la tradición diplomática argentina. Los pueblos de América Latina y el Caribe tenemos la responsabilidad de sostener una posición firme, coordinada y solidaria frente a cualquier intento de condicionamiento externo. Nuestra región no necesita presiones ni tutelajes para enfrentar y superar sus desafíos. Defender la soberanía es defender la libertad y la dignidad de nuestras naciones.