Quiénes son los "tres mosqueteros" de Calvente y el voto de la concejal que apaga las cámaras de seguridad
Las perlitas que surgen de la sesión de Guaymallén: perlas bancas y negras, porque no todos actuaron igual.
El intendente Marcos Calvente consolidó su equipo de defensa política, ante la ausencia (por motivos todavía pendientes de esclarecimiento) de respaldos a su pedido de renuncia al concejal que fue hallado conduciendo ebrio y sin licencia de conducir Miqueas Burgoa.
Quedó claro en la sesión de este jueves, en la que se puso a votación un despacho surgido de la comisión de Interpretación Normativa del Concejo Deliberante de Guaymallén que, basado en tecnicismos, recomendó no echar al cuestionado concejal.
Allí fueron 6 votos a favor de que siga ocupando su banca y otros 6 para que fuera echado.
Finalmente, Miqueas Burgoa no será removido de su banca
El desempate de Verónica Cancela, radical, pero anti Calvente, nuera del exintendente Marcelino Iglesias, hizo que Burgoa se quede con cargo y sueldo, como si nada hubiera pasado, aunque todavía no interviene la Oficina de Ética Pública de Mendoza, ya que no se constituyó una comisión investigadora de los hechos, sino que simplemente se trató en una comisión habitual.
No fue solo el radicalismo anti Calvente el que lo atornilló a la banca. Pero, además, si bien no se le va a venir a pedir justamente ética a Burgoa, tampoco se apartó a la hora de votar y se autosalvó.
Las perlitas de una sesión determinante son algunas vergonzosas y otras de alta dignidad: no todos actuaron igual. A saber:
La familia y la interna. La concejal Cancela, que preside el cuerpo, radical oriunda de la Provincia de Buenos Aires, exesposa de Mauricio, hijo de Marcelino Iglesias y funcionario provincial, encabezó la defensa a ultranza de la continuidad de Miqueas Burgoa. Alegó en su fundamentación "razones jurídicas".
La concejal de De Marchi que apagó las cámaras de seguridad. Sonia Sedano, demarchista, oriunda del PD y hermana de la titular del SUTE, la kirchnerista Carina Sedano, votó por la continuidad de Burgoa en su banca. Dijo que "les consulté a mis asesores, entre otros un abogado muy requerido y me dijeron esto". Una cuestión sospechosa: cuando se la pilló haciendo la picardía se pidió que se la investigara, y Cancela decidió que no.
Los otros casos que involucraron a concejales en Guaymallén
El tridente leal. Los concejales radicales Johnatan Mazuela, Juana Allende y Cristina Vargas son los que votaron a favor de la separación del cargo de Miqueas Burgoa, en defensa de lo que indica la opinión pública, el intendente Calvente, el gobernador Alfredo Cornejo y el presidente de la UCR, Andrés Lombardi.
Los radicales flexibles. Los que votaron contra la opinión de los líderes de su partido fueron -además de Cancela- Ezequiel Genovese, Florencia Triviño y el propio involucrado, Burgoa.
La voz más fuerte. El macrista Ezequiel "Teddy" Morales dio un fuerte discurso acusando a los radicales de dividirse y no acordar una sanción a Burgoa e interpretó que, si lo echaban, quedaba en riesgo una situación similar contra el intendente Calvente, por haber viajado con chofer a Alvear a los mismos actos que el concejal infractor. A diferencia de Sedano, con quien comparte bancada demarchista, él votó favorablemente a que se lo expulsara del cuerpo.
El ganso marcelinista. El exsecretario privado del exintendente Iglesias, el demócrata Matías Fernández, apoyó la continuidad del concejal ebrio en su cargo.
El único peronista es el que marcó el ritmo. José Pozzoli es el único edil peronista que queda en territorio en el que gobernó Luis Lobos. Levantó la bandera más racional y ética acompañado por los "mosqueteros" de Calvente.
