Después de cenar con Milei a solas, el matrimonio de millonarios Varsavsky vino a comer un asado a Pareditas

Martín Varsavsky y su esposa Nina cenaron "a solas", tal como lo subrayaron, con el presidente Javier Milei en Olivos. Cada por su lado en sus respectivas cuentas de X/Twitter, ponderaron tanto al encuentro como a la figura personal del presidente.

Pero la perlita es que al día siguiente, no bien amanecieron, partieron hacia Mendoza. Están aquí. Lo contó el mismo millonario inversor, al dar cuenta que comió un asado "en mi campo", que es nada menos que la monumental Estancia Wamaní, ubicada en Pareditas, San Carlos, en donde proyecta los búnkers antinucleares que les ha ofrecido a los líderes políticos y económicos mundiales con los que se codea, entre ellos, Elon Musk y figuras tan diferentes entre sí como Donald Trump y Bill Clinton.

Al lado del fuego, reflexionó Varsavsky sobre su encuentro con Milei: "Estuve con diversos presidentes y me animo a decir que Javier Milei es el presidente más intelectual que he conocido. Una cena con Milei es un viaje a la historia especialmente enfocado a la economía. En un momento de la cena, por ejemplo, discutíamos sobre si Adam Smith había estudiado, entendido y utilizado el Principia Mathematica de Newton para escribir La Riqueza de las Naciones. Y recordábamos cómo, aunque Smith no aplicó fórmulas del Principia, sí heredó de Newton un modo de pensar: buscar detrás del desorden principios simples y universales. Así como Newton distinguía entre la órbita ideal y sus perturbaciones, Smith distinguía entre el "precio natural" y el "precio de mercado". Conversar sobre estos paralelismos entre física y economía ilustra bien el nivel intelectual de Milei: cada cena con él es un viaje a los fundamentos del pensamiento. Comparto esto porque Milei es percibido por muchos como una persona anti intelectual, pero es justamente lo contrario."

Nina, "fan" de Milei

La esposa del empresario argentino español ofreció, por su parte, una mirada muy personal sobre el presidente Milei, luego de cenar con él.

Le dedicó un largo párrafo. Textualmente, contó:

"Después de todos los comentarios sobre nuestra cena con Milei, quería compartir algo. No voy a hablar de política. Creo que ya todos sabemos que es un presidente muy inteligente e intelectual. A veces incluso cuesta seguirle el ritmo por el nivel tan alto de su pensamiento. Pero quiero centrarme en otras cosas que me sorprendieron. 

Lo primero es que es una persona muy humilde y cercana. Él mismo salió a recibirnos en la puerta. Durante la cena, agradeció personalmente a cada persona que nos trajo comida o bebida, incluso interrumpiendo la conversación para hacerlo. Es el presidente de Argentina y, aun así, mantiene esa actitud tan humana con los que trabajan a su alrededor. Siempre pienso que se conoce de verdad a alguien en cómo trata a la gente que lo atiende. 

Lo segundo fueron los comentarios que leí sobre el arte en su casa. Me parecieron fuera de lugar. Muchas de esas obras se las han regalado seguidores o admiradores, y para mí eso habla muy bien de él: las conserva con cariño. Si tuviera las paredes llenas de Picassos, también lo criticarían. Lo que me transmitió es que el dinero no es lo más importante para él. 

Otra cosa que me gustó fue su amor por los perros. Siempre me genera confianza la gente que quiere a los animales, y al contrario, me hace dudar cuando alguien no los aprecia. Ver esa relación fue muy auténtico. 

Por último, tengo que decir que es el primer presidente al que veo con una verdadera oportunidad de cambiar Argentina. No es un trabajo fácil - muchos en su lugar ya hubieran tirado la toalla, pero él sigue luchando porque realmente quiere lo mejor para su país. Yo ya era fan antes, pero después de esa cena lo soy aún más". 

Javier según Martín

Textual de Varsavsky:

Acabamos de cenar con Javier Milei en Olivos y quiero compartir mi visión de la situación actual de su gobierno. La gestión, pese a las enormes dificultades heredadas, está logrando ordenar la macroeconomía y recuperar la confianza. La inflación, aunque persiste en niveles altos, muestra un camino descendente y los mercados financieros reconocen que el ajuste fiscal es real, no cosmético. Este orden es la base indispensable para que la Argentina vuelva a ser un país previsible y atractivo para invertir. La política exterior también refleja un cambio profundo. Milei reposicionó a la Argentina como un socio confiable del mundo libre, estrechando lazos con Estados Unidos. Esa nueva relación internacional ya se tradujo en apoyo financieros e interés inversor, algo impensable en los últimos años de gobierno kirchnerista anti Estados Unidos. El firme anuncio de Scott Bessent y Trump de la semana pasada logró revertir el enorme daño del ataque a los mercados argentinos alentados por la oposición, el empresariado clientelista y la prensa que añora la publicidad institucional del gobierno anterior. En lo político, aunque comenzó con un Congreso hostil, Milei va a lograr un avance. Todo indica que en las elecciones de octubre su espacio crecerá en representación legislativa y eso le dará la fuerza necesaria para aprobar las reformas tributarias y laborales que hoy enfrentan resistencia. El clima social también acompaña: la gente percibe que, por primera vez en mucho tiempo, hay un gobierno que cumple lo que prometió, incluso cuando las medidas son duras. Esa coherencia es un capital político valiosísimo. El revés en las elecciones provinciales en Buenos Aires no debería confundirse con una tendencia nacional. En esa provincia pesan redes históricas de intendentes peronistas, sindicatos y estructuras clientelares que explican la resistencia local, pero el mapa electoral argentino es mucho más amplio y en provincias como Córdoba, Mendoza o Santa Fe Milei sigue siendo muy fuerte. A nivel nacional el voto responde a otra lógica, enfocada en la macroeconomía y en la conducción presidencial. Las ideas de Milei fortalecen el federalismo. Las elecciones de octubre serán distintas porque lo que estará en juego es el rumbo del país. Allí predominará la polarización nacional entre seguir en la decadencia o respaldar el proyecto de transformación que propone Milei. La sociedad, pese al sacrificio del ajuste, mantiene la esperanza de que Argentina pueda dejar atrás la inflación crónica y el aislamiento internacional. Esa esperanza se traducirá en un mayor apoyo en octubre, lo que abrirá el camino a las reformas estructurales y, finalmente, a la dolarización como destino de largo plazo.