¿"Nunca comas en un avión, aunque sea gratis"?
Sorprendió la recomendación de un médico en las redes sobre no comer comida de avión y aquí esta la razón.
Kashif Khan, un experto en medicina y conocido creador de contenido que ha compartido un vídeo con un mensaje muy claro: "Nunca comas en un avión, aunque sea gratis".
Comer es algo que se aguarda con entusiasmo en medio de la abulia de un viaje, sobre todo cuando es transcontinental, largo, tedioso, aburrido.
Ya sea un plato caliente, un snack o un simple bocadillo, Kashif Khan recomienda a los pasajeros de cualquier vuelo que no coman nada en el avión. La clave está en que a 9.000 metros de altura, las papilas gustativas pierden alrededor del 30 % de su sensibilidad. Como resultado, el experto explica que "las aerolíneas lo compensan cargando la comida con sabores artificiales, sal y aditivos".
Es decir, ya sea por la falta de humedad o por la menor presión del aire, cuando el ser humano está en un avión no saborea la comida tal y como lo hace en tierra firme. Por eso, las empresas encargadas de preparar la comida para los vuelos comerciales añaden componentes como glutamato monosódico, nitrito de sodio y carragenano en casi todas las comidas. De esta forma se consigue "engañar a tu cerebro" para tener la falsa sensación de que la comida sabe bien, cuando realmente se están consumiendo aditivos que, por lo general, no son beneficiosos para el cuerpo humano.
Además de la calidad de la comida, Khan comenta que hay otros inconvenientes derivados de ingerir cualquier alimento en el avión. "Debido al aire seco de la cabina y al bajo nivel de oxígeno, tu digestión se ralentiza considerablemente", lo que provoca sensación de malestar en muchos pasajeros antes y después del vuelo.
Por último, el experto en medicina y nutrición añade que a causa de las condiciones del vuelo, la comida se queda en el intestino. Como la digestión es más lenta, los alimentos terminan fermentando y, por lo tanto, produciendo una hinchazón muy incómoda entre los pasajeros de un avión.