Traumatólogos acordaron una tregua de 60 días y solo atenderán urgencias

Los traumatólogos habían renunciado a los servicios en los hospitales privados por diferencias con la obra social de los jubilados por el pago de las prestaciones.

Tras alcanzar un acuerdo con una parte de las clínicas agrupadas en Aclisa (Asociación de Clínicas y Sanatorios), los traumatólogos decidieron suspender temporalmente las medidas adoptadas desde el 1 de abril y retomarán la atención de urgencias y emergencias para los afiliados de PAMI durante un plazo de 60 días. Sin embargo, seguirán sin realizar cirugías programadas.

El entendimiento fue alcanzado con aproximadamente la mitad de las clínicas privadas que operan en la provincia, las cuales se comprometieron a abonar las prestaciones según el esquema de pagos de OSEP, es decir, por cada servicio efectivamente realizado. Esta modalidad, largamente reclamada por los profesionales, es uno de los principales puntos que detonó el conflicto.

La tregua se concreta luego de que una propuesta similar fuera rechazada días atrás por no incluir una mejora económica. En esta ocasión, fueron algunas clínicas las que optaron por asumir los costos para evitar que los pacientes en situación crítica quedaran sin atención.

Desde el sector empresario señalaron que esta solución no puede sostenerse indefinidamente debido a las exigencias económicas de los especialistas. "Por ahora lo hacemos para resolver los casos urgentes y porque hay pacientes que llevan semanas esperando", expresaron.

Mientras tanto, se prevén nuevos encuentros con representantes de PAMI para buscar una solución definitiva. No obstante, este martes, el titular de la delegación local del organismo no se presentó ante la Comisión de Salud de la Legislatura, donde debía informar sobre los pasos a seguir para destrabar el conflicto.

El Ministerio de Salud de Mendoza, por su parte, ofreció derivar a los pacientes al sistema público, aunque desde las clínicas advierten que la falta de camas disponibles es una traba significativa para esa alternativa.

Un conflicto con múltiples aristas

El trasfondo del conflicto no es solo económico, aunque esa es su arista más visible. La suspensión de la atención a los afiliados de PAMI en clínicas privadas fue una medida drástica motivada por el desacuerdo con los valores percibidos por los traumatólogos. Además del reclamo por una actualización de honorarios -que, según Aclisa, ronda entre el 300% y el 400%-, los médicos también denuncian demoras en los pagos, que pueden extenderse hasta dos meses después de realizada la prestación.

Este complejo escenario deja a los afiliados del PAMI en el centro de la disputa, como principales perjudicados por un conflicto que todavía no encuentra una solución integral.



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