El crudo balance sanitario de Navidad en Mendoza: 15 intentos de suicidio y más de 2.300 asistencias médicas
Tras el cierre del operativo de las fiestas, la subsecretaria de Salud, Carina Copparoni, reveló datos preocupantes sobre la salud mental y la accidentología en la provincia. La funcionaria destacó que, gracias a la digitalización del sistema, hoy se cuenta con un "mapa de la situación sanitaria" que antes permanecía invisible.
El saldo de las atenciones médicas durante los festejos de Navidad en Mendoza ha dejado una profunda preocupación en las autoridades sanitarias, no solo por el volumen de personas que asistieron a las guardias, sino por la naturaleza de las consultas. Carina Copparoni, subsecretaria de Salud de la provincia, en una charla con el programa "A pesar de las llamas" por Radio Post, brindó detalles reveladores sobre el cierre del operativo del 25 de diciembre, destacando un dato que calificó como "alarmante": se registraron 15 intentos de autoeliminación en todo el territorio provincial. Según explicó la funcionaria, la cifra fue creciendo a medida que se actualizaban las planillas dinámicas del sistema; "empezaron seis, siete, el corte siguiente fueron 11, 12 y termina cerrando con 15 intentos de suicidios", precisó, subrayando que este número es el resultado de un seguimiento en tiempo real que ahora permite la tecnología.
Esta precisión en las estadísticas es una novedad para la gestión pública, ya que, según Copparoni, por primera vez se cuenta con la formalidad y la calidad de los datos gracias a la transformación digital y la implementación de la historia clínica en los efectores de salud, incluso los centros de salud.
"Muchas veces de esto no se hablaba, de salud mental no se hablaba porque o el registro se perdía o el paciente no llegaba o el diagnóstico con el que se registraba era otro", confesó la funcionaria, aclarando que hoy los datos son georeferenciales, lo que permite observar que la problemática atraviesa todas las regiones por igual, desde el Valle de Uco y el Este hasta el Gran Mendoza. "Estamos mal, esto es importante que se vea, los datos hoy están", sentenció con honestidad profesional, reconociendo que la salud mental es una "crisis mundial" que en la provincia se ha visto agravada tras la pandemia, manifestándose en cuadros ansiosos, depresivos y consumos problemáticos.
Más allá de la salud mental, el sistema público de salud se vio tensionado por una demanda masiva que alcanzó las 2.300 atenciones totales, una cifra que superó ampliamente las mil consultas que se estimaban de forma preliminar. "A la una y media de la mañana nos hicimos presentes en el CEO y ya el Servicio de Emergencia Coordinado había hecho aproximadamente 100 atenciones; es un montón", relató Coparoni para graficar la intensidad de la jornada.
Un punto crítico en este balance fue la accidentología vial, que dejó un saldo de 66 personas atendidas. Para la subsecretaria, la mayoría de estas situaciones podrían haberse evitado, apuntando directamente a factores humanos como el consumo de alcohol, el exceso de velocidad y las distracciones al volante, mencionando incluso el uso del celular como una causa recurrente de tragedias.
El informe también puso el foco en los accidentes domésticos y el uso de pirotecnia, este último un tema recurrente a pesar de las prohibiciones vigentes. Se registraron 11 casos de heridos por pirotecnia, igualando la estadística del año anterior, aunque Copparoni enfatizó el daño irreversible que estos elementos pueden causar, citando el caso de un joven que perdió tres dedos de la mano recientemente. "Son todas causas evitables, totalmente evitables; esa persona tiene una discapacidad de por vida por un momento de prestarse a un festejo con elementos que sabemos que están prohibidos", lamentó.
Asimismo, hizo un llamado a la responsabilidad de los adultos frente a los riesgos de ahogamiento en espejos de agua o piletas hogareñas, advirtiendo que "aunque tengamos 10 centímetros de agua, ya es suficiente para provocar una fatalidad", y recomendó evitar el ingreso a cauces o diques bajo los efectos del alcohol.
Finalmente, la funcionaria abordó la situación de las guardias hospitalarias, que en varios puntos de la provincia se vieron colmadas. Copparoni explicó que, si bien la demanda fue alta, el sistema respondió de manera coordinada, aunque recordó a la población la importancia de utilizar los recursos de emergencia de forma correcta. "Una guardia es para atender la urgencia y la emergencia; si yo tengo un dolor de rodilla que hace 20 días que lo tengo, no es un motivo de consulta para ir a una guardia, y mucho menos en las fiestas", aclaró, explicando que la prioridad de atención siempre se rige por la gravedad del cuadro y no por el orden de llegada.
Ante el escenario de cara a fin de año, instó a los mendocinos a realizar un "festejo responsable" y recordó que para situaciones de crisis de salud mental sigue activa la línea 148, opción 0, para brindar contención y derivación inmediata.