El Gobierno de Mendoza "pone en pausa" su ley para restringir el uso de redes sociales desde los 13 años ante el avance del Pacto Parental

El ministro de Salud, Rodolfo Montero, elogió la iniciativa impulsada por Ignacio Castro y aseguró que prefieren dar un "paraguas de apoyo" a la movida comunitaria antes que imponer una restricción estatal. Sin embargo, advierten que el proyecto legislativo está listo para marzo si la autorregulación familiar no alcanza.

A pesar de las llamas

La problemática del uso de smartphones en niños y adolescentes ha escalado de las mesas familiares a las guardias de los hospitales y, finalmente, a la agenda política de Mendoza. Tras la masificación del "Pacto Parental", la iniciativa ciudadana que busca retrasar el acceso a celulares inteligentes hasta los 13 años y a redes sociales hasta los 16, y que hace una campaña para que los padres no regalen celulares para estas fiestas navideñas, el Ministerio de Salud de la provincia decidió recalibrar su estrategia legislativa.  

El ministro de Salud, Rodolfo Montero, confirmó en el programa "A pesar de las llamas" por Radio Post que el Ejecutivo provincial venía trabajando desde hace meses en un proyecto de ley inspirado en el modelo de Australia para prohibir el acceso de menores a las redes sociales. No obstante, el funcionario reveló que han decidido poner "en pausa" dicha normativa para no quitarle protagonismo al movimiento social liderado por Ignacio "Nacho" Castro.

El factor "Nacho Castro" y la red de 600 familias

Ignacio Castro, publicista y padre del Colegio San Nicolás en Chacras de Coria, se convirtió en el motor de una campaña que ya trascendió las fronteras de Mendoza. Su planteo, nacido del reconocimiento de un "error propio" como padre, dio en el clavo de un dilema colectivo: la soledad digital. "De nada sirve que le saques el teléfono a tu hijo si su entorno sigue en la misma", fue la premisa que convenció a más de 600 familias de Mendoza y otras provincias para firmar el pacto.

Montero destacó la valentía de Castro: "Estuve con Nacho hace poco y lo felicito por el coraje. La mayoría pelea con los hijos en casa, pero él tuvo la iniciativa de actuar como comunidad". El ministro subrayó que el testimonio de Castro sobre los efectos de la tecnología en su propio hijo -ansiedad, problemas de sueño y aislamiento- coincide con lo que los médicos reportan a diario.

La cruda realidad en las guardias

El fundamento del Ministerio para intervenir no es caprichoso. Montero fue tajante al describir lo que ven en el sistema público: "Somos testigos directos en las guardias de los problemas de salud mental. Vemos incrementos enormes en consultas por autolesiones, intentos de suicidio y cuadros de depresión profunda, especialmente en niñas preadolescentes, vinculados directamente al uso de redes".

Ante este panorama, el Gobierno buscaba una ley que funcionara como "paraguas". Según el ministro, la intención no es entrar "casa por casa", sino darles a los padres un marco normativo que facilite decir "no". 

"Es como la prohibición de fumar: el Estado no vigila tu living, pero da un marco para que no se vendan cigarrillos a menores y la sociedad controle", explicó.

Educación vs. Salud: el debate interno

A pesar del entusiasmo de Salud, la iniciativa no está exenta de matices dentro del gabinete. El Director General de Escuelas, Tadeo García Zalazar, se ha mostrado más cauto, defendiendo al celular como una herramienta pedagógica.

Al respecto, Montero aclaró la distinción: "Nosotros no hablamos del aparato en sí, sino de las redes sociales. Una cosa es la tecnología para aprender en el aula, regulada por la escuela, y otra es el daño que producen Instagram o TikTok". Incluso mencionó con entusiasmo el surgimiento del "Team Nokia" entre los adolescentes mendocinos, quienes optan por modelos analógicos (como el Nokia 1100) para estar comunicados sin quedar atrapados en el algoritmo.

Próximos pasos

Por ahora, el proyecto de ley permanecerá guardado en un cajón durante el verano. El Ministerio de Salud monitoreará la evolución del Pacto Parental y brindará apoyo en comunicación y difusión. "Si en febrero o marzo vemos que la iniciativa comunitaria se ralentiza o que cuesta poner de acuerdo a 400.000 familias, impulsaremos el paraguas legislativo", concluyó Montero.

La pelota hoy está del lado de las familias, con un mensaje claro desde el Estado: la ley es el último recurso, el primer cambio debe ser cultural y puertas adentro.

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