La literatura y las emociones
Cómo conectarse a través de la literatura, despertando las emociones. Lo escribe Marcela Muñoz Pan.
Leer, escribir, contar, recrear es una actividad mental, emocional que acompaña la salud integral que venimos tratando en esta nueva columna. De alguna u otra manera se vinculan profundamente, una de las maneras son esas herramientas poderosas que nos brinda la educación sobre temas de salud, promoviendo estilos de vida saludables, informando, explicando diversas afecciones para tomar conciencia de las mismas.
La acción de leer y escribir es terapéutica, en momentos o situaciones difíciles de afrontar directamente o indirectamente, muchas personas utilizan la literatura como una manera de procesar emociones, experiencias, relacionadas con su salud lo que hace sumamente útil en enfermedades crónicas o mentales que ese contexto poco agradable. La literatura médica es crucial para el avance en diferentes campos de la salud, donde nos informan sobre hallazgos médicos, prácticas médicas y políticas de salud en revistas de divulgación científicas, en redes sociales a escasa escala, en ensayos y obras de ficción. Aquí les dejo algunos títulos:
"La inteligencia emocional" de Daniel Goleman, analiza la importancia de la inteligencia emocional en la vida diaria y las relaciones interpersonales.
"In Defense of Food: An Eater's Manifesto" de Michael Pollan, invita a reflexionar sobre los hábitos alimenticios y la influencia de la industria alimentaria según AARP.
"El demonio de la depresión" de Andrew Solomon, aborda la depresión desde la experiencia personal y la investigación científica.
"El peligro de estar cuerda" de Rosa Montero, explora la relación entre creatividad y salud mental.
"Respira" de James Néstor, explora la importancia de la respiración para la salud física y mental.
"Autocuidado emocional" de Cristina Muñoz González, ofrece herramientas y consejos para el bienestar emocional, especialmente relevante en tiempos de incertidumbre
"Corazón de mariposa" de Andrea Tomé, trata la anorexia desde la perspectiva de primera persona, mostrando la realidad de esta enfermedad y sus consecuencias.
"Viaje al manicomio" de Kate Millett, narra la experiencia de la autora al ser diagnosticada como maniaco-depresiva y sus internamientos en centros psiquiátricos.
"Mentira" de Care Santos, explora la dificultad de una joven para mantener su rendimiento académico debido a una relación virtual.
"Mi mente y yo" de Sebastián Alanya, explora las emociones, culpas y tristezas que afectan a la mente.
"La vida inmortal de Henrietta Lacks" de Rebecca Skloot, narra la historia de Henrietta Lacks, cuyas células cancerosas se convirtieron en las inmortales células HeLa, y explora aspectos éticos y de investigación médica.
Ahora bien, los talleres de escritura creativa que están tan en auge, con retiros literarios, club de lecturas en bodegas, hoteles, casas de té, han empezado a resurgir como una manera muy terapéutica como decíamos al principio, sin desestimar a la IA, hoy por hoy van asomando nuevas maneras de relacionarse, de encontrarse, de conectarse. Parece que la empatía y la necesidad de comprensión en múltiples contextos, la conversación real con los otros seres humanos, cura más que una charla virtual.
Le pregunté a la Prof. Mgter. Valeria Sánchez Herrera, sobre la literatura como emoción y sus talleres de escritura creativa y nos dijo: Según los estoicos, no deberíamos dejar que las emociones nos llevaran de la nariz, pues va en desmedro de pensar lógicamente los acontecimientos de nuestra vida. Sin embargo, cuántas veces nos dejamos llevar por un bello poema gitano de Lorca, nos emocionamos con una puesta en escena de Drácula y lloramos o reímos con una canción que nos trae aromas, lugares, objetos que ya no existen. La vida es emoción, es creación y es por eso que muchas veces nos encontramos con esta pregunta adversa: ¿puedo escribir algo en esta hoja en blanco? La respuesta es casi siempre, no. Y llegan las cataratas de excusas: que no terminamos una carrera, que estamos muy tristes o muy alegres para sentarnos a escribir, que es una actividad para unos pocos que sienten y ven el mundo con ojos de poetas, que tenemos mucho o poco trabajo, que somos ricos o pobres, que tuvimos hijos, que tenemos una operación urgente, que estamos exiliados y nunca volveremos a ver nuestra patria... Te comento querido lector que, muchas de estas excusas sirvieron a grandes escritores, entre ellos, médicos, soldados, niños víctimas de un Holocausto, emperadores, hombres y mujeres al borde de abandonar esta vida por sus dramáticas circunstancias, para erigir grandes monumentos.
Para conocer más sobre objetivos y alcances de los talleres de escritura creativa de la Profesora Valeria Sánchez Herrera, les dejo sus contactos: ig@soylaprofevaleok/ sanchez.valeria2610@gmail.com y teléfono: 2616678069, consultar por fechas para próximos talleres.
Y para leer la anterior nota sobre este tema: https://www.memo.com.ar/cultura/curso-literatura/
La literatura en la salud es una permanente interconexión entre tus células y esas emociones que no se pudieron expresar, entre la angustia contenida y que un poema puede hacerte soltar lágrimas contenidas en formas novedosas de leer un libro que nunca leíste o releíste, es una manera de autoconocimiento a través de tus propias palabras o las ajenas, fantasías, nuevos circuitos sanguíneos por conocer y descubrir al contactar con el papel y todos tus sentidos. Es conectarse, es conectar y se es curativo.