Inversión en salud y sostenibilidad
Marcela Muñoz Pan nos cuenta sobre un proyecto que incluyó dos acciones principales con un fuerte componente ecológico: la realización de compost y la plantación de árboles autóctonos.
El Simón Bolívar deja su huella en la comunidad de la Plaza de los Ángeles, en San Martín. Un proyecto incluyó dos acciones principales con un fuerte componente ecológico: la realización de compost y la plantación de árboles autóctonos.
Según explicó la docente a cargo, Mayra Sánchez, estos árboles fueron seleccionados intencionalmente porque "requieren poco cuidado y riego, y su elección se basó en su cercanía a la escuela y su significado para la comunidad".
La producción de compost, al reducir los residuos orgánicos que terminan en basurales y mejorar la calidad del suelo, es una práctica que beneficia directamente la salud pública y ambiental. Un entorno limpio y con menos desechos previene la proliferación de plagas y mejora la calidad del aire, elementos esenciales para el bienestar respiratorio y general de los residentes.
La incorporación de vegetación, por su parte, no solo provee sombra y reduce la temperatura, sino que también actúa como un filtro natural, mejorando la salud mental al crear un espacio verde de esparcimiento. El proyecto demostró ser un exitoso ejemplo de articulación interinstitucional.
La Dirección de Ambiente de la comuna de Gral. San Martín participó activamente, y el ingeniero Pablo Casagrande brindó una charla informativa crucial sobre el control de plagas y el cuidado del medio ambiente. Este tipo de capacitación es fundamental, ya que empodera a los vecinos con herramientas para mantener el espacio y asegurar que los beneficios del proyecto perduren en el tiempo.
El proyecto también contó con la participación de otros sectores de la comunidad, lo que subraya el carácter integrador de la iniciativa. Cuando la comunidad se conecta con sus espacios verdes y aprende a cuidarlos, se fortalece el tejido social y se promueve una cultura de responsabilidad compartida por la salud ambiental del barrio.
También la salud espiritual al conectar con otros sectores como la agrupación "Renacer", conformada por padres y madres que han sufrido la pérdida de un hijo y buscan sanar su dolor a través de la creación de espacios verdes.
Vanesa, mamá de Juan, una de las representantes de la Asociación expresó que "la mejor manera de honrarlos es vivir por ellos. Un espacio verde para una mamá que ha perdido un hijo es fundamental para hallar ese silencio que nos aturde en nuestro hogar. Cada una de estas herramientas que ustedes nos brindan, nos conecta directamente con ese hijo que devolvimos a la vida".
