Mucha gente, demasiada, tiene la vaca atada a las actuales circunstancias del país. El "cambio" resulta -en ese contexto- una excusa para que suceda todo lo contrario.
Nadie sabe cuál es su destino y ya saben que no conseguirán en la actividad privada los mismos salarios por una actividad equiparable a la que realizan ahora. Ganadores y perdedores.