El sistema financiero debe ver a la Revolución 4.0 como una oportunidad de negocio en donde puede acompañar a las empresas, sean PYME o grandes, en la escalada hacia la cima tecnológica.
El autor considera que la Cuarta Revolución Industrial no se trata solamente acerca de incorporar nuevas tecnologías, sino además, y de manera crucial, de asimilar los valores que impulsan dicha revolución: la creatividad, la flexibilidad y la libertad.