El reconstructor argentino deberá enfrentar al narcotráfico, las mafias sindicales, los grupos piqueteros, el terrorismo mapuche, los falsos ambientalistas, los "colectivos" de chupasangres afincados en los ministerios de dudosa función, la corporación de jueces corruptos y lo peor de todo, miles y miles de políticos en "desuso" que no quieren vivir de otra cosa y se encuentran reciclados en los cientos de estamentos que tienen las administraciones nacionales, provinciales y municipales.