Por qué los grandes bancos de EEUU planean crear su propia moneda digital estable

El desarrollo de esta moneda digital bancaria dependerá en gran medida de la demanda del mercado y del avance normativo en EEUU, especialmente del debate en torno a la Ley GENIUS, actualmente en proceso legislativo

Un grupo de los bancos más influyentes de Wall Street -incluyendo a JP Morgan, Citi, Bank of America y Wells Fargo- está considerando el desarrollo conjunto de una stablecoin, es decir, una criptomoneda cuyo valor está vinculado a un activo estable como el dólar. El objetivo es incorporar este tipo de instrumento digital al corazón del sistema financiero tradicional, en un contexto donde el uso de estas monedas sigue creciendo a nivel global.

La información fue publicada por The Wall Street Journal, que también menciona a Early Warning Services (firma que opera la red de pagos Zelle) y a The Clearing House como participantes clave en esta iniciativa. Aunque el proyecto aún está en una etapa conceptual, se proyecta que la moneda digital pueda ser utilizada por más entidades que las que inicialmente la emitan. Incluso, algunos bancos regionales ya analizan avanzar con desarrollos similares a través de consorcios alternativos.

Un sistema más ágil y moderno

La motivación detrás de esta iniciativa radica en las ventajas operativas que ofrecen las stablecoins, en especial para realizar pagos internacionales más rápidos y con menores costos, algo que los bancos no siempre logran con las tecnologías tradicionales. Estas monedas, cuyo valor permanece estable frente a activos como el dólar, también se utilizan como refugio de valor y herramienta de negociación en entornos económicos volátiles.

La capitalización del mercado de stablecoins supera actualmente los 232.000 millones de dólares, y según estimaciones de Citi, podría alcanzar 1,6 billones en 2030 si avanza la regulación y se consolida su adopción por parte de grandes instituciones.

El rol clave de la regulación

El desarrollo de esta moneda digital bancaria dependerá en gran medida del entorno normativo. En Estados Unidos, el Congreso debate actualmente la Ley GENIUS, que busca establecer un marco regulatorio claro para la emisión de stablecoins. Esta legislación propone, entre otras cosas, que las empresas emisoras mantengan reservas 100% respaldadas, informen regularmente su composición y cumplan con normas estrictas contra el lavado de dinero y el financiamiento ilegal.

La norma tiene apoyo bipartidista, aunque hay tensiones políticas: algunos legisladores demócratas intentan incorporar cláusulas que impidan a Donald Trump o a figuras cercanas beneficiarse del nuevo esquema, debido a sus vínculos con firmas como World Liberty Financial, que también planea lanzar su propia moneda digital.

Se espera que el Senado vote la ley después del receso del Memorial Day. Su aprobación marcaría un hito en la regulación cripto a nivel federal.

Un cambio estructural en marcha

Para los especialistas, el interés de los bancos tradicionales en emitir una moneda digital conjunta representa un giro importante: valida el rol de los criptoactivos como herramientas financieras legítimas y podría acelerar su integración en la economía formal. Algunos analistas incluso comparan este momento con el impacto que tuvo la llegada de ChatGPT en el campo de la inteligencia artificial: una señal de adopción masiva que marca un antes y un después.

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