Impuestos que desconocemos y acuerdo con EEUU: la columna de Carlos Ponce
El economista Carlos Ponce habló sobre la maraña de impuestos que deben pagar los contribuyentes y advirtió que para que prospere y sea beneficioso el acuerdo con EEUU el desafío del gobierno es comenzar a bajarlos.
Luego del anuncio del acuerdo comercial con EEUU se dieron una serie de análisis no solo de los beneficios que puede significar, sino también de los desafíos del Gobierno para poder obtener los mayores beneficios de él. El economista Carlos Ponce visitó al equipo de "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, e irrumpió preguntando si sabían cuánto había abonado de ingresos brutos.
Ante las dudas, el economista explicó: "El pago de ingresos brutos es en el precio de los productos. Es el impuesto por lejos que más recauda en la provincia de Mendoza. Le pagamos a la provincia de Mendoza 1,3 billones de pesos en ingresos brutos sin saberlo. Siempre ha venido así, cargado en el producto, entonces no lo sabés. Además tiene un problema adicional: es un impuesto que se hace en cascada. Es decir, el mayorista le cobra al minorista el 4%; el minorista, cuando te lo va a vender a vos, le carga dependiendo el producto 3 o 4% más. Si sumás uno y otro, termina siendo una cantidad impresionante de dinero. Esos dos ejemplos es la alícuota más alta: para atrás en la industria es el 1 o 1,5% y la cadena puede ser más larga. Cada uno le va cargando el 3 o el 4, con lo cual termina siendo un impuesto muy oneroso para nosotros y no tenemos ni idea. Las cosas salen mucho más baratas de lo que pagamos y estamos hablando nada más que de un impuesto provincial".
Como contraposición, Ponce puso el ejemplo de los impuestos inmobiliario y automotor, que el contribuyente sabe el moto aunque estos no sean significativos en la recaudación de la provincia: "Como ingresos brutos es un impuesto que no nos hemos dado cuenta que lo pagamos, entonces de ese recaudamos mucho; de los otros impuestos que nos damos cuenta cuando lo pagamos, el principal es inmobiliario y automotor, la provincia recauda mucho menos, porque la gente se enoja, se da cuenta de lo que le están cobrando. Cada tanto cuando quieren cambiar la ley de avalúos y cobrar más a las propiedades, se arma un lío bárbaro, en el gobierno de Suárez pusieron un tope. En fin, moraleja: hay que mejorar la transparencia de los impuestos porque no puede ser que estemos sosteniendo la provincia de Mendoza con un impuesto que ni siquiera conocemos".
En esa línea, señaló que Mendoza depende mucho de este impuesto y que la mitad de los recursos provienen del impuesto a los ingresos brutos: "Un detalle: si no cobráramos impuesto inmobiliario, casi no cambiarían las finanzas de la provincia. Es decir, es un trabajo administrativo gigantesco, porque se emiten decenas de miles de boletos para el impuesto inmobiliario y el automotor, para recaudar una cantidad cercana al 1 o 2% de lo que se recauda solamente".
En esa línea, explicó que controlar el pago del impuesto es una tarea muy difícil, por lo que esto se realiza de manera automática con un sistema llamado SINCREB: "después eso lo podés usar para hacer tu liquidación de ingresos brutos. No hay manera de escaparse y le ahorran mucho trabajo en este caso a ATM, al organismo de control. La verdad es que ha terminado siendo todo un lío bárbaro. Con ingresos brutos tendríamos que llegar a lo mismo que con el IVA: que se vea el precio con y sin ingresos brutos. Ahí nos vamos a dar cuenta realmente el peso que tiene el Estado en nuestra, en nuestra vida cotidiana, el precio real de las cosas y quién se queda con qué".
El acuerdo con EEUU y el desafío del Gobierno de aprovecharlo
El economista señaló que todavía no se sabe a ciencia cierta cómo será el acuerdo: "Lo que tenemos es nada más que una expresión de la Casa Blanca y esos acuerdos son trabajosos, no son fáciles de hacer ni de concretar. Hay varias dudas que sí que son válidas: para mí la primera es qué va a pasar con ese acuerdo y con Brasil, porque nosotros tenemos un acuerdo con Brasil que se llama Mercosur que es para negociar en conjunto. De hecho, hemos estado 20 años negociando con la Unión Europea un acuerdo de libre comercio que todavía no lo terminamos de cerrar. Si hacemos este acuerdo nosotros nada más con Estados Unidos, vamos a ver cómo queda el Mercosur".
En esa línea, añadió: "El Mercosur le sirvió mucho al sector automotriz porque hizo como una isla donde prácticamente es muy difícil entrar autos importados que no sean del Mercosur, tienen muchas preferencias. A los habitantes de Brasil y Argentina no tanto porque los autos terminaron siendo súper caros".
A su vez, agregó que una segunda duda es qué pasará con los sectores industriales que están protegidos, como el régimen de Tierra del Fuego: "Relacionando las dos cosas, Argentina, en este tiempo hasta que termine de negociar el acuerdo, tiene que bajar impuestos. Si no, realmente es verdad que le estás imponiendo a un productor o a un tipo que vende acá cosas un montonazo de impuestos, más los impuestos al trabajo, más las tasas municipales, una cantidad de impuestos gigantesca que por ahí es mucho más de lo que tiene que pagar el competidor americano".
En esa línea, agregó: "La Argentina tiene que tomarse este tiempo para bajar los costos a todos, a los comerciantes, a los productores, a los profesionales. Si no, va a ser bastante difícil competir: ya de por sí Estados Unidos es un país mucho más eficiente que nosotros, más productivo y más grande y si encima nosotros estamos llenos de regulaciones, llenos de trámites, llenos de impuestos de más, va a ser difícil competir".
Sin embargo, señaló que según su mirada, a largo plazo será un gran salto para Argentina y que puede traer muchas inversiones: "Depende como quede el resto del mundo con Estados Unidos, porque esto es importante: comparar cómo queda la Argentina y como queda, por ejemplo, el sudeste asiático, que es un gran proveedor de Estados Unidos. Si quedamos con ventajas respecto de ellos, pueden venir muchas inversiones a la Argentina para producir acá y entrar a Estados Unidos más barato, lo que le pasó a México en su momento. Pero tenemos que arreglar todas estas cosas: si Milei estos dos años no arregla todas estas cosas, se va a poner complicado. Así que la agenda es en paralelo".
Los lobbistas que quieren que nada cambie
Además, el presidente de Plataforma Digital señaló que sectorialmente existen algunos grupos muy preparados para que nada cambie: "En los medicamentos van a ser beneficiosos, pero hay un tema por la propiedad intelectual porque los americanos van a querer que se respete la propiedad intelectual de ellos en todos los medicamentos que desarrollan, que son mucho más que los nuestros. Ahí hay un lobby gigantesco y una pelea eterna".
En ese caso, ejemplificó con el ejemplo de Mercado Libre: "Resulta que terminó siendo ‘Mercado Regulado'. El presidente de la empresa es un ferviente defensor del liberalismo y del mercado hasta que lo tocaron. Pero con un adicional: tenía él un subsidio gigantesco que se le da en la Argentina a las industrias de conocimiento. Así que no sólo es que se quejaba por la competencia china, sino que tuvo que salir a dar explicaciones porque recibió un montón de plata nuestra para desarrollar su empresa. En parte, la desarrolló con parte de los impuestos que pagamos nosotros".
Finalmente, el economista señaló que en estos casos se suele escuchar a las voces que más se levantan, que suelen ser las más preparadas: "Los sectores protegidos vienen hace años, entonces están preparados: tienen los números, tienen los argumentos, son los lobistas, son los sectores más preparados para dar esta pelea. Y del otro lado está medio disperso porque seríamos nosotros, que no hay que dejarse llevar por los lobbies porque son discursos muy convincentes, muy armados: automotrices, textiles, hay muchos muy armados y en algún momento se van a tener que reconvertir. Vamos a esperar, pero con la perspectiva de que esto sea algo que le traiga beneficios a la Argentina: si hacemos las reformas bien esto le va a traer beneficios a la Argentina. Esa es mi idea", concluyó.