La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró culpable a la Argentina en el caso Zambrano - Rodríguez

Este martes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en San José de Costa Rica, notificó la sentencia del famoso caso sin resolver por el asesinato de José Segundo Zambrano y Pablo Marcelo Rodríguez: el organismo declaró la responsabilidad internacional de la República Argentina por las violaciones a derechos humanos cometidas en el año 2000 en Mendoza.

La Corte concluyó que tanto Zambrano como Rodríguez fueron víctimas de desaparición forzada y posteriormente fueron ejecutados. En estos ilícitos participaron directamente agentes de la Policía de Mendoza, según determinó la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Además, el Tribunal determinó que las autoridades internas no actuaron con la debida diligencia en el esclarecimiento de los hechos, por lo que la situación de impunidad en la investigación de lo sucedido aún prevalece. La Corte declaró que Argentina violó varios derechos reconocidos en la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.

Entre ellos se destacan: derechos al reconocimiento de la personalidad jurídica, a la vida, a la integridad personal y a la libertad personal; derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial; derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial; derecho a la verdad; y derecho a la integridad personal.

A causa de estas violaciones, la Corte ordenó al Estado argentino implementar diversas medidas de reparación, incluyendo la realización de un acto público de reconocimiento de responsabilidad internacional en relación con los hechos del caso.

El caso

José Segundo Zambrano, de 28 años, y Pablo Marcelo Rodríguez, de 25 y amigo de Zambrano, fueron vistos por última vez a fines de marzo de 2000. El automóvil de Zambrano, un Peugeot 205, fue hallado cuatro días después con manchas de sangre. Investigaciones y testimonios sugirieron que ese día Zambrano iba a reunirse con policías para entregarles información sensible e iría acompañado de Rodríguez.

La exposición constante del caso por parte de los familiares y la prensa generaron presión sobre el gobierno de Roberto Iglesias y su ministro de Seguridad, Leopoldo Orquín, quien llegó a ofrecer una recompensa de cuarenta mil pesos por información.

Finalmente, en julio de 2000, un aviso a cambio de la recompensa llevó a la localización de los cuerpos. Fueron encontrados semienterrados en el pedemonte de Godoy Cruz, una zona conocida como el autódromo Los Barrancos. La autopsia reveló que Zambrano recibió un disparo en la cabeza, mientras que Rodríguez recibió dos tiros (en la cabeza y el cuerpo).

Las autoridades políticas y judiciales jamás lograron determinar quién mató a Zambrano y Rodríguez, y el caso se considera impune en el ámbito interno, lo que llevó a la determinación de la CIDH. Para leer el fallo completo, hace clic aquí.