Condenaron a un obstetra que le ligó las trompas a una paciente sin que lo pidiera

El médico fue sentenciado a 2 años de prisión por lesiones, debido a que le había practicado la ligadura de trompas a una paciente que no lo solicitó. "Disculpame, metí la pata", le dijo.

Un obstetra que le ligó las trompas a una paciente tras un parto sin que ella lo solicitara fue condenado a 2 años de prisión en suspenso por lesiones graves culposas.

El día en el que el hijo de un fiscal activó un gas pimienta en plena audiencia

Se trata de Juan Arpedoni, quien fue condenado por el Tribunal Colegiado 2 a la pena de 2 años de prisión en suspenso -no va a la cárcel- y el mismo tiempo de inhabilitación para ejercer la profesión.

La víctima denunció al obstetra quien la había asistido durante su parto en 2020 en el Hospital Español. Según su relato, el profesional le practicó una ligadura de trompas sin su consentimiento, hecho que derivó en su esterilidad.

Arpedoni tras realizar la intervención no solicitada, le habría dicho a la reciente madre: "Nena metí la pata, pensé que era otra paciente", por lo que fue denunciado en el ámbito penal por lesiones culposas gravísimas y en el civil por daños y perjuicios.

Tras la ligadura de trompas, el profesional habría intentado zafar de su error e incluyó en la historia clínica que el procedimiento se realizó por los inconvenientes que sufrió la paciente durante el parto, hecho que nunca quedó demostrado y que la mujer desmintió.

Durante el debate la defensa sostuvo que se trató de un hecho de violencia obstétrica, ya que le impidió a la mujer volver a tener hijos y pidió una condena de 3 años de prisión en suspenso.

En tanto, el juez Diego Flamant lo condenó de acuerdo a lo solicitado por la fiscalía a cargo de Tomás Guevara.

Después, cuando el fiscal Guevara investigó la denuncia, habría sostenido que la paciente, tras el parto, mostraba un sangrado abundante y que corría riesgo su vida, que no constaría en la historia clínica.

La cesárea programada se realizó el 28 de septiembre del 2020. Cuando la paciente dio a luz a una niña, notó que el médico se demoraba. La mujer sintió que el profesional tironeaba, al tiempo que comenzó a sentir olor a quemado y dolor, algo que no había sentido antes con su primera hija, 17 años antes.

El médico le decía que se quedara tranquila, que ya estaba por terminar, mientras hablaba con una doctora que lo asistía. El médico finalmente terminó y salió de la sala y la médica le mostró a la paciente dos bolitas, indicándole que esa era la prueba de que se había realizado el trabajo, es decir, la ligadura de trompas.

Ante el asombro de la mujer la médica, le explicó que habían cauterizado y la mujer comenzó a preguntarle por qué lo habían hecho si no lo había solicitado. Entonces la médica salió de la sala, volvió a entrar y le comunicó que Arpedoni le iba a explicar la situación a su marido.

Luego, al sacarla de la sala en camilla, el médico le tomó una mano, la besó y le dijo: "Nena, metí la pata. Disculpame, pensé que eras otra paciente, me equivoqué de paciente". Además, en ese momento, le preguntó la hora y habría ensayado una suerte de disculpa, agregando "que lo había hecho por todos mis problemas anteriores".

En la denuncia la paciente declaró que "nadie me consultó ni me informó nada respecto a la ligadura; de hecho mi proyecto era dejar pasar un año para volver a buscar un bebé, el doctor tomó una decisión sobre mi cuerpo que no le correspondía y sin mi consentimiento, puesto que en todo momento estuve consciente."

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