Informe

La variante Delta frena la recuperación económica de Europa

Un informe de NYT refleja las distintas realidades en el viejo continente, donde hay una coincidencia: las principales nacionales vuelven a aplicar restricciones ante el rebrote de casos de covid-19.

En toda Europa, los gobiernos y las empresas están maniobrando para tratar de evitar que un aumento en los casos de coronavirus, impulsado por la rápida propagación de la variante Delta, obstaculice la recuperación del continente.

Durante los últimos meses, la relajación de las restricciones pandémicas y el creciente número de personas vacunadas han impulsado la economía. Gran Bretaña ha registrado cuatro meses consecutivos de crecimiento económico y, en algunas regiones, el número de empleados es mayor que antes de la pandemia.

Pero ahora la variante Delta ha hecho que el camino de la recuperación sea mucho más impredecible y desigual: el aumento de las infecciones presenta un nuevo obstáculo inesperado para las empresas que intentan operar a plena capacidad.

Los negocios, incluidos los de hostelería, teatros y camiones, tienen que cerrar temporalmente debido a que el personal entra en autoaislamiento porque han contraído el virus o les han dicho que han entrado en contacto con alguien que lo ha hecho.

En otros países europeos, el creciente número de casos ha chocado con el regreso a la vida normal y se han vuelto a imponer restricciones. En España, que vuelve a tener una de las tasas de contagio más altas de Europa, algunos gobiernos regionales han vuelto a introducir restricciones.

El virus se está propagando principalmente entre la población más joven y no vacunada, lo que genera temores de un nuevo retroceso en los viajes internacionales y la cancelación de reservas.

En tanto, Portugal ha reintroducido un toque de queda en los lugares turísticos más populares, lo que frena una segunda temporada de viajes de verano.

Salud confirmó otros nueve casos positivos de la variante Delta en el país

"España y otros países mediterráneos realmente tienen un gran problema", dijo Guntram Wolff, director de Bruegel, un grupo de expertos económicos con sede en Bruselas. "Esta situación de salud afecta masivamente a un sector crítico", dijo.

Esta semana, Francia y los Países Bajos también anunciaron nuevas medidas. En Francia, el gobierno está tratando de evitar otro cierre mediante la introducción de un "pase de salud", que muestra si los usuarios están vacunados o dieron negativo recientemente, para ingresar a restaurantes y abordar aviones y trenes. 

El país ha seguido una política de "lo que sea necesario" para apoyar a los trabajadores con licencia pagada y ayudar a las empresas a evitar la quiebra. De los casi 300.000 puestos de trabajo destruidos el año pasado, se han creado alrededor de 187.000 nuevos.

Leé el informe completo en The New York Times.

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