Por qué todos miran (¿expectativa o desconfianza?) a los radicales de San Luis
La situación de la oposición en la provincia de San Luis una vez más queda en discusión, ante la posibilidad de que Rodríguez Saá los parta y pase por el medio, como ya sucediera en 2017. La UCR llevó al fracaso a la marca Juntos por el Cambio y el triunfador, Claudio Poggi, sacó 40% más votos que ellos. ¿Qué sucederá?
Juntos por el Cambio prepara un gran acto de todos sus referentes del país, provincia por provincia, con los que ganaron y los que no, en Buenos Aires. Hay una pregunta sin responder, todavía: ¿a quiénes invitan por San Luis?
Es que allí se impuso una vez más en una PASO el independizado de los Rodríguez Saá, Claudio Poggi, se impuso con notoriedad. Ya le había pasado en 2017 cuando superó a la dinastía puntana por 18 puntos y, a fuerza de canonjías y promesas a crédito, el hermanazgo local recuperó el camino del triunfo en las elecciones generales, aunque todo terminó por demostrar que Adolfo y Alberto ya no se aguantaban más.
El asunto es definir con claridad y responsabilidad quién es Juntos por el Cambio en San Luis. La relación entre radicales y seguidores de Poggi, entre otros, es una margarita que nunca termina de deshojarse y permanece en un permanente "te quiero, no te quiero" que no parece tener final.
Las suspicacias comenzaron a rodar cuando el referente radical Alejandro Cacace dejó de ser "tan" opositor y apareció en un spot peronista, en donde la Jefa de Gabinete de Rodríguez Saá, Natalia Zabala Chacur, le hace una reverencia y luego lo abraza fraternalmente, al igual que María José Zanglá, ambas candidatas del gobernador a diputadas nacionales.
La marca se la quedaron los radicales, pero la gastaron en un fracaso. Con una competencia en la Primaria (PASO) entre dos listas (Juntos vs Cambia San Luis), sumadas ambas listas de la UCR apenas consiguieron el aval del 6,43%, 40 por ciento menos que Unidos por San Luis, el frente de Poggi acompañado por el PRO.
Lo del radicalismo es poco para marcar algún camino, pero mucho para favorecer una resurrección en las elecciones de noviembre al gobernador Alberto Rodríguez Saá y su clan.
Perdió Rodríguez Saá en San Luis
De allí que la duda esté en torno a qué definirá en primer lugar, la UCR Nacional con sus críos rebeldes locales, cuya convención provincial se negó a acordar con el exgobernador Poggi. Y luego, si Poggi seguirá teniendo ánimo, ganas o apoyo a su alrededor para tentar a los radicales (una vez más, y a pesar de sus rechazos anteriores) a encarar juntos la tarea histórica de socavar la continuidad del régimen familiar puntano.
La marca Juntos por el Cambio quedó manchada de derrota cuando podría haberse exhibido triunfadora, si las pretensiones personales no primaban por sobre el interés general.
Y es por eso que desde Buenos Aires, Mendoza y los otros puntos del país en donde la oposición al kirchnerismo y Alberto Fernández pudo cantar victoria, miran a los radicales de San Luis con expectativa, pero también con desconfianza.