Opinión

Año de elecciones, año de decisiones

Retroceder o caer al vació dependerá solamente de cada uno de los más de 37 millones de electores con que cuenta el padrón.

Eduardo Da Viá

Este año está necesariamente destinado a ser histórico en nuestro devenir como Nación, con mayúscula, por cuanto del resultado de las urnas dependerá sin duda alguna, la hecatombe final de la Argentina, que nunca como ahora se ha encontrado tan al filo del abismo, o su salvación. Retroceder o caer al vació dependerá solamente de cada uno de los más de 37 millones de electores con que cuenta el padrón.

Nunca como hasta ahora se había dado con tanta intensidad, la deletérea conjunción de ladrones, ineptos, embusteros, egoístas, indiferentes, insaciables y desvergonzados, encaramados en el poder luego de más que falsas promesas en las campañas electorales desde el gran maestro Carlos Menem en adelante y ni qué decir del clan Kirchner, con Néstor como conductor inicial y luego la sucesora con su hijo y su cuñada, para hablar solo de la parentela.

Pero a este íntimo agrupo, la cabeza pensante del mismo, Cristina Fernández fue incorporando maleantes de todo tipo, colocándolos en cargos claves para el funcionamiento del país, en lo que hace fundamentalmente al manejo de los dineros públicos y de la justicia, aliada imprescindible esta última cuando de arrojar salvavidas al que se ahoga se trata.

Geniales en el manejo de la información falsa, en especial el dominio absoluto del Indec que supo ajustar descaradamente las cifras negativas de las sucesivas gestiones de la hoy condenada por la causa Vialidad.

Ante el conocimiento de la gavilla gobernante y la simple evidencia de recorrer especialmente el gran Buenos Aires y la periferia de las otras grandes ciudades, donde se guarecen como pueden millones de argentinos caídoS en la más abyecta injusticia de la pobreza sin retorno, no tuvieron más remedio que acudir a la dádiva demagógica, sabedora la gestora de que el necesitado que recibe el mendrugo diario le será, gustoso o no, irremisiblemente fiel porque que de lo contrario, de no contar con ella pasaría indefectiblemente a la última capa social que nos avergüenza o debiera avergonzarnos: la INDIGENCIA.

Un sabueso, un barco, un marino y dos topónimos argentinos

Las cifras cantan claro la terrible realidad: sólo el 47.9% de la población adulta está dentro de lo se llama PEA o sea población económicamente activa, menos de la mitad del país. El resto medra escarbando la basura oficial o pública, de tal suerte que hay cerca de 4 millones de argentinos que reciben "ayuda" a través de tres instrumentos que son la AUH, ayuda universal por hijo; la AUE, ayuda universal por embarazo, y la tarjeta alimentaria

Estas tan remanidas ayudas son una verdadera falacia, por cuanto sólo tienden a eternizar la situación de dependencia y vulnerabilidad de los "beneficiarios", dado que carecen de las condiciones del trabajo regular del que gozan los 47.9% de argentinos como lo expresara más arriba y que son nada más y nada menos que la permanencia, la estabilidad, la pertenencia a una o más obra sociales, los aporte jubilatorios y la adecuación periódica de los salarios a los precios in crescendo aunque siempre con una retraso más o menos marcado; sin contar con el derecho agremiarse y a través de estas instituciones, luchar por la mejoría en las condiciones de trabajo.

Quien instituyó las mencionadas ayudas, hoy rea condenada en primera instancia, sabía, por cuanto es muy inteligente, que cada caja de leche es un voto y como la pagamos nosotros, el negocio es redondo.

El único ingreso digno de dinero en un hogar es el que proviene de un sueldo como remuneración de una trabajo legal y ajustado a normas impositivas y de calidad del lugar donde los asalariados realizan sus tares.

Hace poco tuvimos la noticia aunque no la sorpresa de saber que Bensimón esclaviza a sus empleadas fabricando prendas de elevada calidad con destino al nivel social alto, al que le importa un bledo la procedencia de la chomba que lucirá en el próximo "Sunset party".

Senectud o letargo: un tema para pensar

Para encontrar el remedio adecuado es imprescindible un buen diagnóstico previo, por ello mientras no reconozcamos que este gobierno, desde el Presidente con sus diez y ocho gobernadores acólitos que en principio lo secundaron en el intento de desacatar lo dispuesto por la Suprema Corte de Justicia, la desaparecida vice presidenta, los cientos de testaferros y los miles beneficiarios del diario robar, ya que no de la diaria labor, constituyen una banda de delincuentes cuyos tentáculos han calado hondo en todos los estamentos gubernamentales, con la sana excepción de un puñado de decentes (ver esteban Bulrrich) que se resisten en débiles casamatas acribilladas por fuego enemigo. Insisto, mientras no entendamos que esta gavilla no puede ni debe seguir conduciendo los destinos de este otrora gran país, estaremos definitivamente perdidos.

Hay dos grupos poblacionales que me preocupan por su capacidad de apostarle a las reelecciones, y son precisamente los incautos beneficiarios de las ayudas económicas y en el otro extremo, los que a diario roban sin miramientos ya sea del erario público, o, en forma indirecta en su condición de formadores de precio, los que aumentan sin ninguna justificación el costo de los artículos de primera necesidad, escudándose de vez en cuando con ofertas llamativas y rebajas de hasta el 50% o más. Esto lo pueden hacer sin riesgos por cuanto no hay control efectivo y además ha sido tal el aumento previo, que cubre sobradamente un día a la semana un par de artículos a valores razonables

En la CABA la lechuga y el tomate aumentaron casi el 100% de un día para otro, llegando el primero a superar los 400 pesos por k, sin otro justificativo que la inminencia de las fiestas.

Si estos dos grupos no están dispuestos a colaborar, partiendo de la base que a la larga se han de beneficiar de un país ordenado y solvente como lo supo ser, por algo estaba entre los primeros ocho del mundo, entonces las posibilidades se reducen a tal punto que hasta es posible la tercera presidencia de una condenada que por sus fueros no milita tras las rejas.

Pues bien, dispuestos a cambiar drásticamente el panorama, con qué armamentario nos oponemos a la fenomenal coraza que los rodea, incluidos asesinos por encargo (Ver Cabezas y Nisman). Pues es muy simple, el pueblo argentino unido constituye el más poderoso de los ejércitos, superior incluso a la sumatoria de las fuerzas terrestres, acuáticas y aéreas, más gendarmería y otras fuercillas menores.

Todos tenemos un arma única con un poder destructor insuperable, y sin sangre ni aturdidores estampidos, mejor que el más poderoso AK47, la casera Molotov o los gases lacrimógenos.

Se llama VOTO y por si fuera poco es gratuito y universal; somos 37 millones de electores, quién se nos atrevería si actuáramos tipo falanges romanas contra la acobardada (ya lo está) banda de aventureros malsanos. Tendrían que haber atracadas en el puerto centenares de Cañoneras Paraguayas para huir los malandras a imagen y semejanza de 1955.

No es fácil barrer de un "votazo" a la escoria, que como los famosos Hecatónquiros, han introducido sus garras por doquier y puede que quede alguno como simiente de nuevos gigantes de la mentira, la deshonestidad y la avaricia, pero sería un número insignificante si la enorme mayoría queda a la deriva después de perder sus bunkers desde donde taimadamente proceden.

La lista de objetivos es larga y numerosa, pero para tener un panorama a vuelo de dron serían, en primer término la mayoría de los legisladores tanto nacionales como provinciales acólitos del poder; los jueces corruptos, (ver caso Bento) los directores de empresas estatales o mixtas, Anses por ejemplo o PAMI, intendentes y concejales modelo Luis Lobos, comisarios corruptos en especial de la bonaerense pero también de la federal y de alguna provincias; luego caeríamos a la quizás más larga aún lista de incapaces en cargos claves, rehenes políticos de los verdaderos cerebros maquiavélicos que los ubican para tener un ´numero significativos de seguidores, muchos de ellos beneficiados inmediatamente con cargos inventados para cada uno.

En las últimas semanas hubo una epidemia de nombramientos de mujeres en la provincia de San Luis, en cargos nuevos, cuya utilidad práctica nadie conoce.

La jefatura de Gabinete de la Nación, tiene edificio propio y hasta hace poco contaba con 72 secretarías, y cada una de ellas con numeroso personal a cargo, lástima que la evidente incapacidad de Cafiero, al que debieron echar, lo trasladaron nada menos que a la cancillería en calidad de Ministro de Relaciones Exteriores, sin ser capaz de hablar inglés por ejemplo.

Y seguimos con los deleznables y descarados "acomodos": María Cristina "Marita" Perceval, que había dejado la semana pasada su cargo como ex número dos del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad , tendrá una nueva función en 2023. Será "Representante Especial para la Política Feminista", un puesto recién creado en el área que conduce Santiago Cafiero.

La medida se publicó este lunes en el Boletín Oficial. A través del decreto 881, Alberto Fernández designó a Perceval en un puesto diseñado especialmente dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Se trata de un "cargo extraescalafonario" en el que tendrá rango de secretaria, y, a nivel protocolar, será "Embajadora Extraordinaria y Plenipotenciaria".

Si este cargo es importante y necesario, me pregunto por qué no existía desde mucho antes; sabrá el genial Cafiero que La primera jornada feminista se celebró el 3 de marzo de 1908 en Chicago. En las charlas, conferencias y actividades se trataron temas como la esclavitud sexual, el sufragio universal o el derecho a voto de la mujer, que por aquel entonces todavía no podía votar en unas elecciones.

Me gustaría saber como ciudadano, en qué consiste esta representación, ante quién o quiénes, dentro o fuera del país etc, etc. por cierto Marita votaría a Alberto Fernández o cualquier kirchnerista que se atreva a proponerse en cualquier cargo político.

El pueblo argentino en su casi totalidad se abroqueló física y espiritualmente, para brindar un apoyo inédito a la Selección Nacional de Fútbol, que por fortuna salió gananciosa, de lo contrario siento pavor de solo pensar en las reacciones, en especial de los fanáticos; pero la pregunta clave es si será capaz de hacerlo para borrar del mapa a la gavilla, y voto mediante, fundar una nueva Argentina.

Un nueva Argentina donde se le dé valor a la idoneidad y la honestidad por sobre todos los demás méritos que pueda ostentar un candidato, donde el Presidente sea ejemplo en el respeto de la constitución; que no mienta como lo hizo descaradamente cuando prometió al inicio de la pandemia que nuestro país, mediante el trabajo conjunto del Conicet y el Instituto Malbrán, fabricaría pronto la vacuna argentina contra el Covid, intertanto puso de Ministro de Salud al impresentable Giner García González.

Tengo 82 años, sufrí la enfermedad en el 2020, tengo 3 dosis de Sputnjk, una de Cansino y mañana me colocaré la 5ª que será Moderna, tan norteamericana como al principio.

Intertanto brillantes cerebros argentinos refulgen en el exterior, donde los países realmente desarrollados, brindan a sus científicos todo lo necesario para seguir avanzando en el conocimiento.

ES IMPRESCINDIBLE REPATRIARLOS, SIMULTÁNEAMENTE CON LA ELIMINACIÓN DE LA GAVILLA.

EDUARDO ATILIO DA VIÁ

ENERO 2023

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