La UNCUYO se amuralla para resistir los robos
La casa de altos estudios decidió avanzar con un gran muro en su costado norte, lindero con barrios "complicados". No funcionaron las teorías de "seducción" y van a lo concreto, encerrándose.
La Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) decidió cortar por lo sano y construye un muro en su costado norte, a la vez que lo hará por tramos, también, en el lado oeste, que da a la avenida Champagnat.
Una serie de ataques con el objetivo de robar a alumnos y profesores sería el germen de la decisión que ya está motorizada, con la colocación de paneles, y dando por tierra con la política de "buenos vecinos" con los barrios "complicados" que la circundan, con los que ha protagonizado numerosas acciones de integración que, a la vista está por los resultados, no calmaron el hambre de delinquir ni pudieron contener a los malhechores con ningún otro tipo de medidas.
Hoy la UNCUYO se encuentra encerrada entre rejas, con controles de policía pública, agencias privadas de seguridad y cada facultad tiene sus propios mecanismos de prevención. La casa de altos estudios recibe críticas "progres" por aislarse del resto del entorno, pero no encuentra otro camino que avanzar en sentido clásico, rompiendo con la "poesía" de tantos papers que surgieron de sus unidades académicas y que resisten ideológicamente lo que en la práctica les toca admitir que hay que hacer para cubrirse de los ataques.