Entrevista

El "Plan Hacha" que Lázzari le propone a Fernández: eliminar 160 de los 165 impuestos

Gustavo Lázzari, más allá de sus audios virales, propone un plan y dice que saldrá sí o sí porque al país no le quedan otros caminos. "En privado, los políticos saben que Ingresos Brutos es insostenible, que las regulaciones son todas un delirio y que sobra la mitad de los ministerios", señaló.

G. Conte y S. Montiveros

El empresario pyme y economista Gustavo Lázzari esta vez le dio una chance al Gobierno: "El presidente Alberto Fernández puede aplicar, si duerme con la almohada adecuada y no con la de Cristina Kirchner, un plan que elimine 160 de los 165 impuestos. Eso es un plan económico y no todo lo otro que se presenta como tal", dijo este martes en diálogo con el programa radial "La Picada" por 91.3 Aurora.

El economista cuyos comentarios se han virales en los últimos días por su contenido crítico, aportó que cree que cualquiera puede provocar un cambio rotundo en materia económica, siempre que "en lugar de aplicar una pinza de depilar, como lo hizo el macrismo, use el hacha", dijo.

- ¿Cómo se revierte una tendencia en la que cada vez los impuestos son más y el esquema de asistencialismo histórico crece? ¿Por ahí lo que pensó Mauricio Macri es que la tarea era mucho más fácil y no lo era? ¿Cuál es el plan para que la Argentina sea un país más normal?

- La experiencia del macrismo, a la luz e la historia, es aleccionadora: claramente a este país no se lo puede arreglar con la pincita de depilar, hay que darle con un hacha. Argentina tiene que hacer un cambio absolutamente disruptivo y lograr en poquísimo tiempo, eliminando de cuajo 160 de los 165 impuestos, haciendo "fojas cero" regulatorio y una flexibilización laboral plena para los que no tienen trabajo. Y todo eso lo tiene que hacer en poco tiempo. Lo puede hacer Fernández también. No es una locura. Acá no estamos diciendo que vamos a tratar de mandar a un tipo a la Luna, sino que es algo absolutamente en donde la política en privado te dice que tenés razón, pero el problema es que son tan cobardes, que no se animan a decírselo al público. En privado, los políticos saben que Ingresos Brutos es insostenible, que las regulaciones son todas un delirio, que sobra la mitad de los ministerios. Cuando vos tenés una "secretaría de Coordinación" es porque tenés a dos tipos que no se hablan por teléfono. Eso es todo un gasto público inútil, que representan dos puntos del PBI y con los que habríamos arreglado la deuda.

- ¿Cómo se hace?

- Hay que tener la decisión política de hacerlo. Argentina lo va a tomar por las buenas, el día en que el presidente se levante tras haber dormido con la almohada correcta, o por las malas, cuando tenga la demanda de dinero por el piso. Los dos casos están por llegar rápidamente.

- ¿El peronismo con su capacidad de adaptación, tan contradictoria pero a la vez tan potente, podría hacerlo, sin esperar que se arme un frente político enfrente, en donde pareciera que nunca hay coincidencias suficientes?

- Tengo absoluta esperanza, pese a todo, en el Presidente. Explico por qué: ante todo, es un tipo racional. Ningún peronista serrucha la rama en la que está parado. Fernández perteneció a la década de los '90, supo adaptarse al menemismo y después al kirchnerismo. Creo que entiende las situaciones en las que está el país. Hay quienes piensan que eliminar 160 impuestos de 165 puede ser utópico. ¡Utópico es creer que este modelo puede funcionar! Es creer que aplastando a la población le podemos sacar el jugo, eso es utópico y ya está demostrado. Estamos en situación límite, absolutamente en el piso de la actividad, de la contratación, sin ninguna posibilidad de contratar gente nueva, con el doble indemnización y prohibición de despido. ¿Cómo no lo van a saber si ninguna empresa contrata a ninguna persona desde hace seis meses? El problema de Alberto Fernández es la almohada con la que duerme. Si duerme pensando en Cristina, listo, saquemos pasaportes. Si duerme pensando en el país, va a hacer la reforma que tiene que hacer, porque no tiene otra. 

- ¿Cuál es el punto de esperanza en medio de todo esto?

- Yo estoy esperanzado en que no hay punto intermedio. El macrismo quiso hacer un punto intermedio y quedó demostrado que no se puede, que es una locura. Acá la única que queda es ir derecho a Venezuela "a lo Dady Brieva", a velocidad violenta, con 80 o 90% de pobres, mucho más rápido que Venezuela, o vamos a une esquema absolutamente racional, totalmente disruptivo. En el medio no hay nada. Estamos en días de definiciones.

Cuarentena, economía y herencia

"Se arrancó desde una herencia mala, pero ahora estamos en un problema imprevisto como es la pandemia y las consecuencias de la cuarentena", analizó, pero señaló que "la realidad es que se están cometiendo muchos errores y se dan señales malas para el comercio y para la inversión. Tenemos -agregó- un presidente que dice que la cuarentena 'va durar lo que tenga que durar', en realidad está planteando en el fondo que 'si te alcanza te alcanza y si no, te jodés'".

Dentro del diagnóstico, mencionó tácitamente a Axel Kicillof, cuando citó sus dichos en torno a que "la normalidad no vuelve más". Lázzari  criticó que el gobernador bonaerense "lo dijo casi con una sonrisa de oreja a oreja, como disfrutándolo, diciendo: "'Listo, ahora mandamos nosotros, manda el Estado'. En el medio -indicó- aparece un disparatado proyecto de la diputada Fernanda Vallejos, confirmado por tres ministros del que Presidente dijo que 'no apoyamos ideas locas' tratando de dejar a todos tranquilos y a la semana estatiza una empresa porque a una senadora se le ocurrió soñar con Vicentin".

Las "excusas pavotas"

El economista consideró que "estamos dependiendo de cómo duermen determinados senadores, qué sueñan". "Esto -subrayó- en cuanto a las expectativas de inversión significa que el Estado no tiene límites, que puede lo que quiera, cuando quiera, cómo quiera, tirando tres o cuatro excusas más o menos pavotas como 'la deuda', 'la empresa testigo', o la otra estupidez de 'la soberanía alimentaria' o cosas bastante fuera de lógica racional".

- Un dato es que mientras se habla de ello, el informe de IDESA da cuenta que se porta más dinero a sostener Aerolíneas Argentina que a todas las políticas alimentarias juntas...

- El informe de IDESA es realmente demoledor. Da por tierra todo el supuesto mensaje de que la prioridad es la salud. Los gastos de salud son menores al gasto en subsidio en Aerolíneas Argentinas, por lo que parece que tan prioritaria para el Gobierno la salud no es. 

- También hay que tener en cuenta que antes de la pandemia la economía no estaba bien, por eso ganó Fernández.

- Entramos a la cuarentena absolutamente diezmados, pero ahora resulta que dentro de la cuarentena tenemos los mismos gastos que afuera, con lo cual la destrucción de capital es cada vez mayor. Para peor, el Gobierno está sembrando expectativas cada vez más negativas, lo que plantea un escenario más que sombrío tanto para las empresas como para el empleo. 

- ¿La pandemia va a dejar una forma de gobernar? Porque en el caso argentino parece haber encontrado a un gobierno bastante afín.

- Es que la pandemia no tiene que dejar una forma de gobernar. Como sociedad civil tenemos que oponernos a eso. Durante la fiebre amarilla de 1871  Sarmiento se enfrentó a una pandemia que fue absolutamente letal y a nadie se le ocurrió violentar garantías constitucionales en la pospandemia. La Constitución siguió vigente y todavía no estaba dando los frutos que dio, y 24 años después, Argentina fue el país con el primer ingreso per cápita del mundo. La fiebre española y la poliomielitis también fueron desastrosas y a nadie se le ocurre ser menos democrático por un virus. Es un disparate. Esto se les ocurrió antes del virus y ahora encontraron la excusa. Tenemos que tener mucho cuidado.

La pandemia como excusa y la justificación

Lázzari explicó asimismo que "tener una buena excusa no es tener una justificación", al referirse a la pandemia como control de todo en la vida argentina. "Si vos le preguntás a un pibe chorro por qué roba y te va a dar un glosario de excusas que no son la justificación. La acción está mal por más que el tipo me lo explique cuarenta años. La pandemia, la cuarentena te da una buena excusa, pero eso no justifica ser dictador: no resiste un solo análisis ese razonamiento".

- Alberto Fernández en su momento se plantó en contra de la estatización de YPF, criticó a Kicillof por ese hecho inclusive. ¿Quién garantiza que se cumplan los derechos constitucionales en Argentina si aquellos que los defendían hoy los están vulnerando?

- Los argentinos estamos acostumbrados a que las garantías las den los presidentes. Y los presidentes integran uno de los poderes del Estado. Hoy tenemos un presidente que es realmente errático. Se está contradiciendo semana a semana y no soporta un archivo de él mismo, con todo respeto. Soy descriptivo. Sobre YPF, sobre Nisman dice A y B con la misma cara. No dependemos y es correcto no depender de un presidente para defender la Constitución. Se defiende en el Congreso, en la Justicia y en la calle. Si no actúa el Congreso ni la Justicia, actúa la calle. Hoy en Reconquista y en Avellaneda se bloqueó la ciudad en defensa de la propiedad privada. A la Constitución no hay que defenderla porque lo pida Alberdi, sino porque hay que defender los derechos individuales de las personas. En la cuarentena se toleran un montón de cosas como que un gobernador delirante haga que una persona se mate al colocar un talud que no señalizó y la persona no vio. Así es el Estado argentino en los tres niveles. Pero cuando termine esto, hay que volver a la normalidad, a trabajar, a hacer control de daos, control de gastos. La vida tiene que volver a la normalidad. Si no lo hacen se van a poner el país de sombrero.

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