Economía

Empleo estancado, deuda creciente y blanqueo en suspenso: señales de un equilibrio inestable

En febrero se sumaron apenas 9.100 empleos registrados, y ya se perdieron más de 180.000 puestos asalariados desde el inicio del actual gobierno. Mientras tanto, la deuda externa crece con nuevos préstamos de organismos internacionales y el blanqueo de dólares no declarados sigue demorado por posibles conflictos legales.

El empleo registrado muestra señales de estancamiento, y la recuperación del mercado laboral sigue sin materializarse. Según detalló el periodista Ismael Bermúdez en su columna para Radio Post, en febrero se sumaron apenas 9.100 empleos registrados, de los cuales 5.400 corresponden a trabajadores en relación de dependencia y 3.700 a independientes, mayormente monotributistas.

El panorama se agrava al mirar la evolución desde el inicio de la gestión actual: se perdieron más de 180.000 empleos asalariados formales. En contrapartida, el número de monotributistas creció en unos 50.000, reflejando una tendencia sostenida hacia formas de trabajo más precarias, sin la estabilidad ni los derechos asociados al empleo formal.

Este cuadro laboral se da en un contexto económico tenso, atravesado por la presión del endeudamiento externo. La deuda pública del Tesoro Nacional -sin contar la de provincias ni la del Banco Central- asciende a unos USD 475.000 millones. De ese total, más de USD 90.000 millones corresponden a compromisos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos multilaterales como el Banco Mundial.

En abril, el endeudamiento en dólares aumentó en unos USD 14.000 millones debido a nuevos desembolsos de estos organismos. En contraste, la deuda en pesos mostró una caída relativa, influida por una devaluación del 9% en el tipo de cambio oficial, que "licuó" parte de los pasivos en moneda local.

Con vencimientos inminentes -entre USD 4.000 y 5.000 millones en los primeros días de julio-, el Gobierno busca preservar las divisas ingresadas por el FMI y el Banco Mundial para reforzar reservas, evitando su uso inmediato para pagos. En paralelo, sigue sin anunciarse formalmente la reglamentación del nuevo blanqueo de capitales, que permitiría declarar dólares no registrados -los llamados "dólares del colchón"- sin sanciones ni impuestos.

La postergación, según explicó Bermúdez, se debe tanto a razones políticas (para evitar su uso electoral) como legales, ya que el esquema podría generar una "fuerte litigiosidad" por contradecir normativas vigentes sobre evasión y penalidades.

La economía argentina transita así un delicado equilibrio: sin reactivación del empleo formal, con crecimiento de la deuda externa y un sistema financiero presionado por la falta de divisas genuinas. 

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