Filas hacia la Argentina libertaria

Tanto los mercados como los partidos políticos tradicionales se maquillan de leones para ser parte de las ideas de la libertad y ser parte o estar cerca del partido de gobierno.

En medio de cumbres partidarias o asambleas, las formas y el fondo de cómo hacer política de cara a las elecciones legislativas del 2025, obligan a ser y/o parecer liberal, o correr el fuerte riesgo de quedar afuera del mapa político y económico para la continuidad del ciclo Milei.

En el PRO, que el último apague la luz o pinche los globos amarillos. Con un liderazgo deslucido y post derrota en la Ciudad de Buenos Aires, los salieris de Macri apresuran cierres con LLA sin ventaja deportiva y más bien como furgón de cola del movimiento liberal.

Al menos en el debate interno por sumarse al movimiento libertario, el "shock" le gana al "gradualismo", una vieja trampa que el PRO no pudo resolver durante su tiempo en la administración nacional y los pases hacia la jaula del león, son cada vez más rápidos.

El radicalismo, en tanto, sigue entre adorar los principios socialdemócratas de Alfonsín o teñirse de violeta. Sin Franja Morada, violeta, así como le gusta al león libertario y a "El Jefe".

Las incomodidades con esta eventual alianza son cada vez más evidentes y como sucede también en el PRO, los "radicales puros" quieren recuperar el amor propio, mientras que los pragmáticos reconocen que otra vez deberán prostituir principios para al menos, permanecer en el poder y subsistir en un esquema político cada vez más liberal, libertario. Sin fecha confirmada aún, la postergada Convención Radical del 2025 será bien roja, pero de furia.

Del peronismo mejor ni hablar. No quiere, o no puede salir del rapto kirchnerista y aunque aparezcan candidatos o presidentes del partido a nivel provincial simbolizando la "unidad", la amenaza de los jóvenes revolucionarios camporistas de sumar sus propios votos por fuera del esquema oficial, no permite pensar en una estrategia electoral y nacional en común. Todo a favor de Milei.

Scioli, el peronista noventista y sobreviviente a todos los tipos de peronismo desde el menemismo hasta acá, bien podría ser la punta del iceberg de otros tantos que piensan en un PJ Liberal, pero recién para 2027.

¿Y los mercados?

En el medio, los mercados también hacen fila al calor del orden macro impuesto por el tándem Milei-Caputo. De hecho, y aunque pasó por lo bajo la colocación del BONTE 2030, significó la vuelta a los mercados de deuda internacional para la Argentina.

Lo interesante de la colocación del bono del Tesoro en dólares, es que el gobierno dio un paso firme para acumular USD $1.000 millones de dólares en reservas y a la vez, en la fecha de vencimiento del instrumento, deberá afrontar el pago con pesos argentinos.

Además, la suscripción de este instrumento fue exclusivamente de inversores extranjeros que querían entrar a Argentina y en la licitación hubo ofertas por USD $1.694 millones de dólares, un 64% más de lo adjudicado. Nueva fila de inversores para tomar una tasa del 29,5%, alta para las expectativas del mercado y con buen margen de ganancia, para los decidieron confiar.

Otros que hacen fila, pero para cambiar los pronósticos, son las consultoras privadas sobre las expectativas de inflación para el mes de mayo y para lo que resta del año. Los cálculos que hablaban de un 3% para el quinto mes del año, se redujeron a entre el 1,9% y el 2,2%.

De todas formas y para tomar un relevamiento más o menos serio, según el Centro de Investigación en Finanzas, dependiente de la Universidad Torcuato Di Tella, La inflación esperada a nivel nacional según la medición de mayo, para los próximos doce meses, es de 38,8% según el promedio y 30% según la mediana.

Además, el mismo CIF anotó un repunte en la confianza hacia el gobierno de Javier Milei. Luego de 5 meses de caída, en mayo, la administración libertaria tuvo un repunte del 5% y del 57,2% alcanzado en diciembre del 2023, ajuste mediante y recesión, en la actualidad el índice alcanza el 49% de aprobación.

Para resumirlo, en 18 meses de gestión y con vaivenes económicos, el gobierno perdió apenas un -8,2% de su confianza. Nada mal, para haber llevado a cabo el ajuste más feroz del gasto público en la historia argentina, según los agoreros, sindicalistas y movimientos de izquierda.

Sin mayores distracciones a la vista en el plano económico, queda por verse si jugar a la política en los próximos meses, termina por brindarle a La Libertad Avanza la hegemonía política y legislativa que necesita para llevar a cabo las reformas pendientes (laboral, impositiva, judicial) que prometió en 2024.

Sin facultades delegadas a partir de julio, el oficialismo sabe que debe sumar poder político, es decir, bancas propias en las próximas elecciones legislativas, para revalidar la gestión y avanzar en el segundo tramo del mandato libertario.

Por mientras, Milei y sus adláteres parecen disfrutar mientras todos hacen fila para ser o parecerse a un libertario.