Transporte público en Mendoza: balance positivo con señales de alerta
Aunque 7 de cada 10 usuarios valoran bien el servicio, hay reclamos fuertes: 54% dice que el pasaje es demasiado caro; 44% siente inseguridad en las paradas; 1 de cada 3 critica la falta de iluminación.
Aunque la mayoría de los mendocinos aprueba el funcionamiento del transporte público, un estudio reciente detectó aspectos críticos que demandan soluciones urgentes. La encuesta, impulsada por el Ente de Movilidad Provincial (EMOP) junto con la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE), de acuerdo a los que determina la ley, relevó opiniones de usuarios tanto del Área Metropolitana del Gran Mendoza como de los servicios de media y larga distancia.
La publicación del informe este lunes mostró que si bien predomina una visión favorable sobre el sistema, existen preocupaciones relevantes. Entre los puntos más cuestionados se destacan el costo del boleto y la inseguridad en las paradas: el 54% de los encuestados considera elevado el precio del pasaje, mientras que el 43,6% señala que las paradas no son seguras. Además, un 35,4% critica la falta de iluminación en esos espacios.
El estudio fue realizado a partir de encuestas cara a cara en distintas terminales y paradas, e incluyó tanto al sistema urbano del Gran Mendoza (MendoTran) como a los servicios que conectan departamentos del interior provincial. Participaron en total 2.424 personas: 1.073 usuarias del transporte urbano y 1.351 de media y larga distancia.
En términos generales, el 71,4% de los usuarios expresó una valoración positiva del servicio, pero al desagregar los datos surgen diferencias notables. En el Área Metropolitana, el nivel de aprobación alcanza el 77,9%, mientras que en el resto de la provincia cae al 64,9%, lo que sugiere un menor grado de satisfacción fuera de la capital.
Entre quienes usan el MendoTran, el ítem peor calificado fue el precio del boleto, que actualmente asciende a $1.000. Más de la mitad de los consultados lo evalúa como "malo" o "muy malo", lo que marca una fuerte preocupación por el impacto económico del transporte.
La seguridad en las paradas fue el segundo punto con mayor cantidad de críticas: el 43,6% de los usuarios percibe que estos espacios son inseguros. A eso se suma una mala evaluación de la iluminación, que también se posiciona entre los tres aspectos más cuestionados. Esta combinación sugiere que la experiencia de espera en el transporte es una de las debilidades más marcadas del sistema.
Las conclusiones se repiten en gran medida entre quienes utilizan servicios de media y larga distancia. Si bien la encuesta presenta los resultados de este segmento en términos de opiniones "buenas o muy buenas", los aspectos con menor aprobación vuelven a ser el costo del pasaje, la seguridad en las paradas y la iluminación.
Otro eje abordado fue la seguridad dentro de las unidades, incluyendo hechos como robos o acoso. Aunque no se detallan porcentajes específicos de respuestas negativas, este aspecto fue valorado de forma más positiva y se lo considera un punto fuerte del sistema, tanto en el Gran Mendoza como en el resto de la provincia.
El informe también construyó un índice de calidad del servicio, que permitió comparar el desempeño de distintos grupos y empresas. En el caso del Área Metropolitana, el Grupo 100 se ubicó en primer lugar, mientras que el Grupo 500 repitió su posición como el peor evaluado, igual que en el informe de 2022. Para los servicios de mayor distancia, la firma Prestaciones ocupó el último puesto del ranking, mientras que La Unión e Iselín obtuvieron las mejores valoraciones. Esta disparidad evidencia que aún queda camino por recorrer para garantizar una calidad uniforme en toda la red de transporte público.