El BCRA retoma protagonismo: la tasa vuelve a definirse con pasivos remunerados
A dos meses de la salida de las LEFIs, el BCRA reinstala un esquema clásico de política monetaria y fija un piso de referencia en el mercado
El Banco Central (BCRA) lleva tres semanas consecutivas interviniendo para marcar la tasa de interés de referencia a través de los pasivos remunerados. Tras el fin de las LEFIs, la entidad comenzó a operar mediante "simultáneas" en BYMA, dejando atrás la idea inicial de un esquema de agregados monetarios donde el mercado definiera las condiciones.
El stock de pasivos en pesos alcanzó un récord desde la eliminación de las LEFIs, lo que consolida la percepción de que la autoridad monetaria volvió a un modelo tradicional de política, absorbiendo o inyectando liquidez para orientar las tasas. Desde la city remarcan que, en la práctica, el Central fija todos los días el nivel de referencia y no deja librada la dinámica al mercado.
De acuerdo con la consultora 1816, el stock de estos instrumentos trepó a $4,5 billones, un valor comparable al de las LEFIs dos meses atrás. Además, señalaron que la reaparición de pasivos remunerados redujo la necesidad de subir encajes en cada licitación del Tesoro, ya que el BCRA puede esterilizar directamente los pesos emitidos.
En la misma línea, Max Capital sostuvo que este enfoque muestra cómo la autoridad monetaria está priorizando la estabilización de la tasa "overnight" y la administración de liquidez, lo que contribuye a moderar la volatilidad observada en meses anteriores.
Sin embargo, persisten las dudas en el mercado: aunque se buscó desarmar las LEFIs para reducir riesgos en la previa electoral, la suma de operaciones de "simultáneas", cauciones y A3 alcanza los $14 billones, un nivel todavía elevado. Para el economista Jorge Neyro, la vuelta de los pasivos remunerados confirma que la estrategia inicial falló: "sin un instrumento de corto plazo que absorba excedentes con rentabilidad, la volatilidad se disparó, y el Gobierno tuvo que retroceder".
En cuanto a los números, Econviews señaló que el BCRA fijó un piso de 45% anual en las operaciones de BYMA, lo que empujó hacia arriba las curvas de tasa fija. Los bonos cortos fueron los más afectados, con rendimientos por encima del 4% mensual efectivo.
Por otro lado, la tasa TAMAR mostró una fuerte caída a 58,44% desde 67%, un movimiento difícil de explicar según los analistas, ya que no se reflejó con la misma intensidad en los plazos fijos ni en las tasas activas de los bancos.