Japón necesita 500 mil extranjeros para activar su economía debido al "invierno demográfico"
Los datos recopilados de la situación poblacional en Japón dan cuenta de una nueva perspectiva: habilitar el ingreso de trabajadores extranjeros. El informe de El Economista de España y los datos clave.
Tema 1 de los países desarrollados: Las sociedades envejecidas (baja natalidad, mayor longevidad) con una perspectiva demográfica desfavorable que plantea enormes retos actuales (escasez de mano de obra en sectores concretos) y de futuro (disminución de la fuerza laboral, llegada de una economía de los cuidados y preguntas recurrentes como la de quién pagará las crecientes jubilaciones). Así lo conceptualiza un informe de El Economista en España, preparado por Mario Becedas.
Tradicionalmente, en el debate económico se ha tenido como principal alternativa a esta situación la llegada de inmigrantes (mano de obra extranjera). Sin embargo, en los últimos tiempos se trata de una cuestión que genera chispas y posiciones encontradas en la opinión pública, con resistencias crecientes.
Dentro de esta dinámica generalizada, el caso de Japón está llamado a ser el más paradigmático, en la medida en la que su tasa de envejecimiento destaca sobremanera. La quinta economía del mundo (en tamaño de PIB y según los últimos datos del FMI en una estrecha pugna con la India) necesitaría una 'avalancha' migratoria aún mayor que la de sus pares desarrollados. Sin embargo, evidenciando un dilema que se puede extrapolar a otras grandes economías, el país en su conjunto no parece estar dispuesto a permitirlo.
Aunque estadísticas y anécdotas confirmen que en Japón hubo una menor cultura de asimilación de mano de obra extranjera que en otras economías avanzadas, el país no ha sido ajeno a este fenómeno en los últimos años. En 2024, un número récord de 342.184 trabajadores extranjeros llegaron al país, cifra casi comparable a las entradas en países como Canadá (386.435, datos de la OCDE de 2023) y el Reino Unido (382.709), que se asocian más comúnmente con la inmigración. Es casi el doble de la hipótesis de referencia que manejan la ONU y las autoridades niponas, según la cual Japón aceptará aproximadamente 150.000 trabajadores extranjeros al año
La grave escasez de mano de obra ha provocado un aumento del número de trabajadores extranjeros, lo que llevó a los gobernantes a cambiar de estrategia y ampliar su programa de visados de trabajo en la década de 2010. En 2018, con Shinzo Abe (asesinado en 2022) en el poder, el Ejecutivo proyectó medidas para aceptar a medio millón de trabajadores extranjeros hasta 2025. El número de trabajadores extranjeros en Japón alcanzó aproximadamente los 2,5 millones en 2024, más del doble que hace una década. Los trabajadores extranjeros representan ahora el 3% de la población activa.
Sin embargo, estas cifras no son suficiente para evitar los efectos del 'invierno demográfico' (se estima que para 2030, alrededor del 35% de la población japonesa tendrá más de 65 años) en el mercado laboral. En su Modelo Económico Global, publicado en un reciente informe al que pudo acceder el diario especializado español El Economista, los analistas de Oxford Economics calculan que con esta afluencia de 150.000 trabajadores extranjeros al año durante las próximas dos décadas, la población en edad de trabajar de Japón se reducirá en un 8% para 2035 y en un 15% para 2045, ya que no será suficiente para compensar el descenso de la población en edad de trabajar en el país.
Los obstáculos demográficos y los elevados desajustes del mercado laboral están agravando la escasez de mano de obra en Japón. La encuesta Tankan del Banco de Japón muestra que la escasez de mano de obra se encuentra ahora en su nivel más grave en 35 años. En 2024, un número récord de empresas quebró debido a las dificultades para encontrar trabajadores, según informó Tokyo Shoko Research.
Según las proyecciones elaboradas por estos analistas, solo si Japón aceptara unas 500.000 personas al año la población en edad de trabajar se estabilizaría en la década de 2040. En ese escenario, la proporción de extranjeros en la población aumentaría drásticamente, pasando del 3% actual al 30% en 2060. Un vuelco que supera a todas luces el debate puramente económico.
"Creemos que el enorme aumento de trabajadores extranjeros en Japón resultará insostenible, a pesar de la considerable escasez de mano de obra en diversos sectores, causada por una demografía desfavorable. Como demuestra el avance de la extrema derecha en las recientes elecciones, Japón no está preparado para transformar drásticamente su política y su sociedad con el fin de acoger a un gran número de trabajadores extranjeros como ciudadanos de pleno derecho, en lugar de como trabajadores invitados", analiza Norihiro Yamaguchi en el informe de Oxford Economics.
Se refiere al vertiginoso ascenso del partido de corte populista Sanseito, fundado en 2020 y que en las elecciones a la Cámara de Consejeros celebradas en julio irrumpió 14 escaños haciendo fuerte su lema "Japoneses primero", muy inspirado en el Make America Great Again (MAGA) de Donald Trump y haciendo bandera de propuestas anti-inmigración y de reducción de impuestos. Aunque no son cifras para llegar a la gobernabilidad, el auge de este partido manda un mensaje muy fuerte en un país bastante estable políticamente en el que el sistémico y hegemónico Partido Liberal Democrático (PLD) -el equivalente a los partidos de centro-derecha en Occidente- ha gobernado de forma prácticamente ininterrumpida y con grandes mayorías Japón desde los años 50. Como ha ocurrido en otros países, el voto se ha fragmentado con nuevas opciones como Sanseito, viéndose obligado el PDL tras la última serie de elecciones a pactar con otros socios, derivando en una fragilidad que se ha saldado con la dimisión en septiembre del primer ministro Shigeru Ishiba.
Teniendo en cuenta el panorama político y los recientes avances electorales de los políticos nacionalistas, así como las escasas oportunidades que tienen actualmente los titulares de visados de trabajo para obtener la ciudadanía y las ventajas de las que disfrutan los japoneses, esta solución a la escasez de mano de obra en Japón parece "muy poco realista", continúa Yamaguchi.
Lo cierto es que muchos trabajadores extranjeros llegan con visados de duración y ocupación limitadas, y suelen dedicarse a trabajos manuales mal remunerados. "En los últimos años, muchos trabajadores han llegado con visados con estrictas restricciones en cuanto a la duración y la ocupación. Según el tipo de visado, está aumentando el número de trabajadores extranjeros con permisos de formación técnica (con derecho a permanecer hasta cinco años), permisos de trabajador especializado (SSW; cinco años en la mayoría de los casos) y permisos de trabajo independientes (por ejemplo, permisos de trabajo para estudiantes). También existen restricciones estrictas para cambiar de trabajo y traer a familiares a Japón para los titulares de visados de formación técnica y SSW", pormenoriza el trabajo de Oxford.
Los tipos de trabajadores extranjeros han cambiado con el tiempo. Antes de la crisis financiera mundial, el grupo principal de trabajadores extranjeros era el de los decassegui, descendientes japoneses (nikkei) de países sudamericanos. Llegaban a Japón con visados de residencia permanente sin restricciones de duración ni de ocupación. Hoy en día, los trabajadores procedentes de otros países asiáticos constituyen la mayoría. Los cinco principales países de origen -Vietnam, China, Filipinas, Nepal e Indonesia- representan en conjunto el 70% del total.
La presencia de trabajadores extranjeros está creciendo en todos los sectores, pero los fabricantes tienden a depender especialmente de ellos, destacan desde Oxford. En la industria alimentaria, por ejemplo, el 15% de los trabajadores son extranjeros. Entre los sectores no manufactureros, los de restauración, alojamiento y construcción, todos ellos afectados por una grave escasez de mano de obra, dependen de los trabajadores extranjeros.
Las empresas tienden a tratar a los trabajadores extranjeros como fuentes de mano de obra asequible en el contexto del reciente aumento de los salarios nacionales. Según una encuesta realizada a empresas por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar, la principal razón para contratar trabajadores extranjeros es paliar la escasez de mano de obra (65% de las respuestas), en lugar de obtener conocimientos y tecnología del extranjero (17%) o mejorar la tecnología (9%). Leé el informe completo con clic aquí