OPINIÓN

Rescatar no es gobernar: la política del alivio momentáneo

La opinión de Rubén Zavi y Jimena Politino sobre los últimos movimientos del Gobierno.

R. Zavi y J. Politino

La estabilidad prestada

A sólo 10 ruedas financieras antes de las elecciones de medio término del 26 de octubre, la Casa Blanca, a través de la Oficina del Tesoro envió un salvavidas que al presidente Javier Milei le da aire al menos por dos semanas.

Según confirmaron fuentes del Tesoro, los bancos Citi, JPMorgan y Santander ejecutaron una venta de 100 millones de dólares en el mercado argentino por cuenta y orden de la Secretaría del Tesoro de Estados Unidos. El mensaje implícito es claro: Washington está dispuesto a intervenir cuantas veces sea necesario para sostener la estabilidad cambiaria y política de la Argentina, un gesto inédito en la historia reciente del vínculo bilateral.

Como consecuencia de estas acciones y anuncios, los bonos y acciones subieron, los dólares, oficial y financieros bajaron, esperable.

Pero no olvidemos que en ciencia política, la disponibilidad de divisas y crédito actúa como un termómetro de autoridad. Cuando el Estado necesita un rescate, el mensaje es claro: ya no controla las condiciones del tablero. Esa dependencia externa erosiona el poder simbólico y coloca al oficialismo en un rol defensivo, más reactivo que conductor.

Dinero ajeno, tiempo y las muletas

Es el segundo flotador en menos de un año que consigue el gobierno, recordemos que en abril se volvió a firmar con el FMI un acuerdo por US$20.000 millones, con desembolsos escalonados -US$12.000 millones al inicio, otros US$2.000 millones tras la primera revisión-, en un intento de ganar aire financiero.

La sensación es conocida: compramos tiempo, no soluciones.

La gran pregunta ya no es cuántos dólares llegarán, sino hasta cuándo podremos seguir caminando con muletas ajenas antes de poder sostenernos con nuestros propios recursos.

El framing del Salvataje

En comunicación política, todo salvataje puede leerse de dos maneras: como un acto de responsabilidad o como una señal de debilidad. El oficialismo buscará enmarcarlo como una maniobra prudente para garantizar la estabilidad hasta el recambio; la oposición, en cambio, intentará instalar que es la confirmación de un fracaso estructural.

Este enfrentamiento narrativo -el framing de la crisis- será determinante en el clima preelectoral. Si el gobierno logra mostrar que "evitó el caos", podrá recuperar algo de control simbólico; si prevalece la lectura de que "tuvo que ser rescatado", el efecto será el opuesto: la pérdida de autonomía como antesala del cambio político.

Consecuencias sociales y electorales

En términos sociales, la escasez de divisas impacta en los precios, en el abastecimiento y, sobre todo, en las expectativas. A medida que crece la sensación de crisis, se retrae el consumo, se posponen decisiones y se instala la idea de que "viene algo peor". En ese clima emocional, la política pierde racionalidad y gana dramatismo.

Electoralmente, la historia argentina muestra que las crisis cambiarias suelen castigar al oficialismo. En 1989, 2015 o 2019, los picos de volatilidad coincidieron con cambios de gobierno. El humor económico pesa más que cualquier discurso de campaña. Y cuando se agotan las reservas, también se agota la paciencia de los votantes.

La comunicación en tiempos de escasez

El mercado proyecta escenarios de mayor volatilidad y una economía que depende de decisiones exógenas. Para la ciudadanía, esa incertidumbre se traduce en una sensación de vulnerabilidad: temor a la devaluación, a los aumentos, al desabastecimiento. Y en política, la percepción siempre pesa más que el dato.

Históricamente, las elecciones argentinas muestran que las crisis financieras tienen una traducción inmediata en las urnas. Cuando se instala la idea de que el Gobierno "ya no puede sostenerse solo", se activa el voto castigo. En ese contexto, cada declaración de funcionarios, cada titular de diario y cada movimiento del dólar opera como un factor emocional que reconfigura la intención de voto.

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