La encuesta del día después; dispersión de los perdedores, privatización de la política y una chicana: qué une a las UCR de CABA y Mendoza

Dos cosas, una vinculada con la otra

La política se ha tercerizado y una especie de empresa privada que se llama LLA es la que gerencia, por administración, la participación de otras fuerzas, tal el caso de Mendoza.

Ese concepto da vuelta por propios y ajenos en una semana poselectoral en la que no deja de sorprender la ciclotimia con la que se vive: entre el respiro que dio la tranquilización del país y los miedos que generan los cambios de humor del Presidente que, por ejemplo, un día convoca al diálogo a todos los sectores y parece centrarse definitivamente, se reúne con los gobernadores y en la siguiente jornada genera una nueva ruptura con el expresidente Mauricio Macri y dentro del ala más política y aparentemente racional de su gobierno, con Guillermo Francos como exponente.

1- Cuántos meten quienes. De la primera observación en torno a la "privatización" de la política ha surgido una chicana que tensa a los radicales, que han pasado del amor al espanto: sostienen que el resultado del inefable exministro de Cristina Kirchner Martín Lousteau, al conseguir rasguñando una banca en la Ciudad de Buenos Aires (tras salir detrás del FIT) es lo mismo que consiguió el señalado como "exitoso" Alfredo Cornejo, una sola banca. Lousteau que entró de diputado después de ser senador y aquí, Cornejo que logra colar una sola diputada entre los 4 que obtuvo su alianza con LLA, Pamela Verasay, ya que el resto no le responde.

2- Cuánto durará la humildad. En lo que respecta a las reacciones de Milei luego del contundente (e inesperado) triunfo, las dudas de sus socios -pero no solo de ellos, sino también de sus potenciales aliados y hasta de los propios- pasan por la duda en torno a la capacidad real de conducir la gestión pública, más allá del "agite" o el marketing que le dan al Presidente desde su equipo proveniente del panelismo televisivo, como es el caso del nuevo jefe de Gabinete, Manuel Adorni. Como dijimos (y describe bien Fernando Gentile en este diario en un análisis desde Madrid), el triunfo estabilizó. Pero en caso de que degenere en triunfalismo, deja abierto el riesgo de la vuelta al dogmatismo cerrado y, por supuesto, errado.

Vuelve el horizonte

Se había borrado la línea al fondo que indicaba un lugar a donde se pretendía llegar. Hay gente que ve un horizonte, después de una turbulencia fuerte. Y lo indica el sondeo realizado por el consultor Rubén Zavi, que hizo una encuesta en los días posteriores a las elecciones.

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Dice que "hay un predominio de la esperanza que le otorga al nuevo escenario político una legitimidad simbólica". En concreto, 52,2% de "la esperanza se consolida como sentimiento dominante", según este estudio.

Cuando se les preguntó a los encuestados si el nuevo Congreso cambiaría el rumbo del país, entendido como que apoyaría las reformas que propone Milei, 52,8% respondió positivamente y la porción más pesimista llegó al 21,9%, que son quienes piensan que "sí, pero para peor". Los escépticos son el 14,6%.

Aquí, algunos de sus datos:

En cuanto a Mendoza como estado provincial y no solo a sus dirigentes, también aparece una opinión categórica en torno a los beneficios del resultado, ya que 56,7% sostiene que se fortalecerá su posición en el contexto nacional. El pesimismo se mantiene en el mismo porcentaje que en la pregunta anterior: 14,6%.

En tanto, la palabra que identifica al momento es fuerte y no determinante, ya que es una opción para aprovechar o no: "Oportunidad".

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Como lo ha analizado Memo en sus notas poselectorales, el fin de ciclo que le auguraban desde la oposición a Alfredo Cornejo se les volvió en contra: el tiro salió por la culata.

El resultado es peor todavía para quienes desafiaron al oficialismo en Mendoza si se analiza que el desgaste de un gobierno que lleva una década es real y notorio, pero ninguno de los que transitan por la vereda de enfrente despierta la confianza suficiente como para mostrarse listo para el recambio.

Ganadores y perdedores de las elecciones en Mendoza

El peronismo salvó las papas por la unidad que le hizo recuperar el 10%, pero sostuvo gente en la diáspora. Así como el triunfo ensoberbece, las derrotas suelen amansar a los rebeldes y los que se fueron, posiblemente vuelvan.

Lo malo para ellos es que nadie quedó catapultado, porque sus figuras más fuertes, Emir Félix y Matías Stevanato, no pudieron mostrar un triunfo en sus municipios. Pero eso ya les ha pasado antes en elecciones de medio término y legislativas y confían en torcer el "sentiment" actual en 2027. Pero para ello deben mantener a todos en la caja. Los que sí pasaron la prueba no tienen plataforma territorial suficiente: los grandes ganadores fueron el intendente de La Paz, Fernando Ubieta y la intendenta de Santa Rosa, Flor Destéfanis. Al final todos son del grupo de Carlos Ciurca. Pero en el kirchnerismo no quieren sacar los pies del plato y prefieren un perfil bajo pero activo en la unidad, para no perder los 10 u 11 puntos ganados desde su derrota anterior.

En el resto de los partidos la situación es caótica.

En el caso del Frente Verde, nada augura que los Libres del Sur sigan con Mario Vadillo, dueño y señor de la marca que, además, sostuvo que la gente es "estúpidos" por no votarlo. Aunque después se arrepintió de su posteo caliente y de madrugada, de eso no se vuelve.

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El caso más raro es el de Jorge Difonso, que pensaba que con Provincias Unidas había encontrado una buena base de lanzamiento a futuro por la gobernación, pero el experimento falló en todo el país. Ensayaron un antimileísmo de último momento, desde el PRO se metieron en esa bolsa y pasaron dos cosas determinantes:

1- Al día siguiente de la fuerte derrota, los gobernadores acudieron prestos y con abrazo fácil a reunirse con Javier Milei. Hasta Nacho Torres, el gobernador de Chubut, ensayó un "mileísmo expectante", casi con vergüenza por todo lo que había dicho antes.

2- En Luján de Cuyo, único municipio gobernado por el PRO en Mendoza que apoyó al massista Difonso en su aventura, LLA y Cambia Mendoza sacaron el mejor resultado en toda la provincia, con más de 60% de los votos.

De tal modo, las constantes impericias de Gabriel Pradines como presidente del PRO, que ni siquiera fue votado en su pago chico de Los Corralitos y no consiguió ni la banca de concejal para la que invirtió literalmente millones y millones de pesos en propaganda, lo llevan a la dispersión de los macristas que lo rodean y señalan, y querrían no volver a verlo.

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En los departamentos, se sabe ya, muchos de los opositores están golpeándoles las puertas a los intendentes por dos cosas:

1- Los que se quedan sin banca, a pedir la continuidad de un salario depositado el 30 en la cuenta bancaria, sumidos.

2- Los que se quedan pero no ven liderazgo en sus fuerzas, se ofrecen a aportar su proyecto al ganador, para sumar a futuro.

La minería como catapulta política

El encuentro Argentina Mining Cuyo 2025 en la Nave Cultural fue exitoso, mostró el potencial que hay alrededor de la posibilidad de que abra una sola mina, como es PSJ Cobre Mendocino y dio cuenta de lo que significaría que se habilite también a Malargüe en el futuro cercano, con cientos de empresas de todo tamaño, hasta iniciativas individuales, pugnando por ser parte.

Todo el "power" fue para Cornejo, a quien se le reconoce haber podido maniobrar mejor que su antecesor en torno al tema.

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Pero todos alrededor del gobernador -que se fue por dos semanas al exterior en misiones oficiales que van desde el vino al petróleo- reciben parte de las "regalías políticas". El anfitrión, Ulpiano Suarez, sin minería en el municipio que gobierna recibió elogios de las empresas por prestarse a recibirlos y coordinar. Dos jefes comunales como Francisco Lo Presti (Las Heras, territorio del cobre) y Celso Jaque, exgobernador e intendente de Malargüe, consiguieron escenario, si bien algunos observadores dieron cuenta de que les "pichuleó" protagonismo y deberían haber sido más exhibidos, porque dan la batalla desde el territorio en torno al tema.

Hasta el guaymallino Marcos Calvente, que no tiene canteras en su comuna, pero si la mayor cantidad de habitantes (y votantes) presentó rápida e ingeniosamente, un clúster de empresas al servicio de la actividad minera.

La ministra de Minería y Energía, Jimena Latorre, también quedó expectante. Y cuando en el programa "Tenés que saberlo" por Radio Post le preguntaron sobre si esto le permitiría ser una opción entre las candidaturas a la gobernación, dijo: 

"Por momentos la pregunta es como personal ‘¿te animarías vos?' Y por el otro lado, nunca es absolutamente personal, porque yo puedo animarme mucho o no animarme, pero esto, sin duda y como lo ha dicho Alfredo, es un trabajo de equipo. El principal criterio para ver quién es quien vaya a construir el próximo cuadro de gobierno tiene que ver con la continuidad del plan de esta gestión. No puedo escindir ese deseo o no deseo de la decisión del equipo".

En esa línea, recalcó que viene participando desde hace tiempo en la gestión del equipo y ponderó el trabajo de otros ministros: "Definir a dos años, cuando nos quedan muchos otros bailes por bailar, qué vamos a hacer dentro de dos años creo que es sumamente apresurado. Tengo compañeros de gabinete que son excelentes cada uno en lo que hace, así que creo que va a ser difícil por eso: se han generado muy buenos cuadros políticos y las definiciones van a tener que ver con elevar mucho la vara. No me veo ni primera ni segunda de nadie, estamos concentrados en bailar todos juntos por ahora porque si no llegamos a dentro de dos años con buenos resultados y sea yo, otro o sea una fórmula mixta, si dentro de dos años no cumplimos con los resultados, la gente no nos va a elegir a ninguno de nosotros", concluyó.