Economía

El consumo familiar sigue en pausa: más ahorro, más deuda y sin señales de despegue inmediato

Pese a la estabilidad financiera tras las elecciones, los analistas advierten que la reactivación del consumo no será rápida. Crece el endeudamiento, sube la morosidad y los hogares destinan menos dinero al gasto cotidiano.

Aunque el clima económico luce algo más despejado tras las elecciones, las familias argentinas todavía no logran recuperar el impulso del consumo. Los especialistas coinciden en que el crédito podría volver a dinamizarse, pero advierten que la mejora será lenta. "No va a haber un boom de ventas", anticipan.

El director de Ecolatina, Federico Moll, presentó en la Cámara Argentina de Comercio (CAC) un panorama poco alentador. Según sus estimaciones, las familias duplicaron su deuda con el sistema financiero en el último año y medio, y hoy el endeudamiento promedio mensual ronda los $2,8 millones.
La expansión del crédito, explicó, vino acompañada de un aumento sostenido en los niveles de morosidad, que alcanzaron su máximo en 15 años.

Desde la consultora Vectorial atribuyen este fenómeno a una estrategia defensiva de los consumidores. "El uso del endeudamiento con tarjeta de crédito fue, en buena medida, una forma de sostener los niveles de gasto previos al cambio de gobierno. A ello se sumó la venta de dólares y la toma de préstamos personales", describieron.

Pero la foto del presente también muestra un cambio estructural en los hábitos financieros de los hogares. Moll señaló que en los últimos dos años se reconfiguró el uso del ingreso disponible, con una mayor porción destinada al ahorro en lugar del consumo. En un contexto de inflación más contenida, este comportamiento podría profundizarse.

De acuerdo con los cálculos de Ecolatina, en noviembre de 2023 los hogares destinaban el 6,2% de sus remuneraciones al ahorro, el 23,3% a gastos fijos y el 70,5% al resto del consumo. Hoy, en cambio, el ahorro trepó al 16,6% del ingreso, los costos inelásticos subieron al 27,8%, y el dinero destinado a bienes y servicios se redujo al 55,6%.
En otras palabras, los hogares pagan más en servicios, ahorran más, y dejan menos margen para gastos "efímeros".

Mirando hacia adelante, Moll consideró que el resultado electoral fortalecerá la capacidad del Gobierno para avanzar con reformas que reduzcan el costo argentino, pero advirtió que su impacto sobre los ingresos y el consumo será de mediano plazo.
Además, señaló que se mantendrá una tendencia que ya lleva casi dos años: los bienes seguirán abaratándose respecto de los servicios y el crédito continuará en expansión, lo que favorecerá a los bienes durables por sobre los de consumo masivo.

Desde la CAC, el economista jefe Matías Bolis Wilson también apuesta a una recuperación gradual. "Esperamos que el consumo vuelva a recuperar el ritmo el año que viene, si la economía crece. El consumo es el componente más importante de la demanda agregada. No va a haber un boom, pero sí esperamos que siga creciendo", dijo Wilson.

Y agregó: "Si las familias empiezan a ahorrar porque ven mejores perspectivas, ese ahorro puede fluir hacia la economía. Algunos ahorrarán, otros tomarán crédito. No necesariamente habrá un comportamiento uniforme del consumo, pero sí un crecimiento que acompañe la actividad".


Esta nota habla de: