"Anfibios"

Los que escuchan a Milei: los sub-35, hartos del gris laboral en el que viven

En la Argentina, la edad promedio ronda los 32 años. Esa cifra, que podría pasar inadvertida, marca el pulso de una generación que atraviesa un vínculo laboral quebrado y que, según la periodista Viviana Isasi del diario El Economista, "milita la reforma laboral e impositiva porque está cansada de estar en el famoso gris: mitad en blanco, mitad en negro".

El Gobierno revalidado en las urnas busca avanzar con su paquete de reformas en un escenario de reactivación económica sin despegue inversor. En ese contexto, Isasi analiza en El Economista a un electorado joven y pragmático, los llamados "sub-35", que desconfían tanto del sindicalismo como de la mediación estatal. Su mirada es clara: la actual estructura laboral no los contiene.

"Los sub-35 debutaron en un mundo con un vínculo laboral roto", escribe la periodista Viviana Isasi. "Muchos empleadores no capacitan para evitar la migración y muchos trabajadores rotan y especulan buscando otras posibilidades".

El voto joven y la búsqueda de acción

Según el artículo, este segmento no se identifica con las lealtades políticas tradicionales. Dejó de "votar lo que se votaba en casa" y, con una lógica práctica, busca un entorno que le permita trabajar y emprender sin las trabas que perciben en el sistema actual.

El presidente Javier Milei aparece, en ese mapa, como el dirigente que mejor sintoniza con su lenguaje y sus demandas. Expresiones como "desregulación para poder trabajar", "herramientas para emprender" o "cuidar al trabajador que labura en la calle" conectan con ese electorado que se reconoce independiente, móvil y, muchas veces, precarizado.

De acuerdo con los datos que cita Isasi, el 80% de los menores de 35 años apoya una reforma laboral como vía para resolver la crisis del empleo joven. En la actualidad, casi la mitad de los argentinos trabaja en la informalidad (43,2%), y entre los más jóvenes, la proporción se eleva: seis de cada diez menores de 29 años no tienen empleo registrado.

Ciudadanos anfibios

Isasi define a estos jóvenes como "ciudadanos anfibios", retomando un concepto de Albert Hirschman: personas que se mueven entre la vida privada y la acción pública, entre lo digital y lo político, entre la apatía y la militancia. Son, a la vez, los grandes desilusionados y los nuevos protagonistas de la acción colectiva.

"Pueden postear fotos de gatitos y pilchas -escribe Isasi- y también pueden opinar, adherir a reformas y convocar a militarlas".

Para la autora, su irrupción es un dato político que nadie debería subestimar. Representan la mitad del padrón electoral, amplifican sus causas en redes y, lejos de elegir el abandono, han optado por la acción.

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