Perspectivas

Con el dólar más tranquilo, la duda es acerca de dónde viene la reactivación

Mientras el gobierno tiende a bajar las tasas, los sectores privados se hacen los distraídos para no asumir que son ellos los responsables de la reactivación. El análisis de Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

El dólar el viernes cerró en baja a $1445 en un contexto muy tranquilo y donde los papeles de Wall Street, todos, tuvieron un retroceso por dudas en el gobierno de Trump. De todos modos, la jornada sirvió para mostrar un mercado más tranquilo, sin las presiones anteriores a las elecciones, pero que no baja mucho. No obstante, parece haber encontrado un piso en torno a los $1450.

Podríamos analizar varias razones. Por una parte, el Tesoro liberó la semana pasada 5 billones de pesos en vencimientos de títulos que no renovó y eso ayudo a bajar las tasas de interés. Por otra parte, los ahorristas minoristas siguieron comprando dólares, por las dudas, y eso generó presión sobre los precios.

Pero el jueves el presidente Milei concedió una entrevista al diario especializado Financial Times, donde afirmó, en forma tajante, que el esquema de las bandas de flotación se mantendrá hasta 2027, con lo cual muchos cálculos quedaron fuera de lugar. Economistas consultados esta semana calculaban, en su mayoría, que el dólar podría estar en $1575 en diciembre y se animaban a verlo en $1650 en marzo de 2026.

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Nadie en el mercado está calculando devaluaciones o movimientos violentos del tipo de cambio, sobre todo después del apoyo conseguido por parte del Tesoro de EEUU. También se tiene en cuenta un préstamo de us$20.000 millones que podrían proveer un conjunto de bancos internacionales para reforzar las reservas. Aún están a la espera de que el gobierno de Trump le otorgue las garantías suficientes.

El mercado sigue especulando acerca de las reservas del Banco Central y del cumplimiento de las exigencias del FMI de comprar reservas. Hasta ahora, el Tesoro estuvo comprando algo de dólares, unos US$150 millones esta semana, que son muy pocos, pero al menos ya no vende y comenzó a comprar. El BCRA podría hacerlo, pero el gobierno se atiene a la regla de las bandas de sólo comprar si el dólar está en la franja inferior, algo que nadie espera.

El mercado espera que comience a ingresar remantes de dólares de venta de soja de la cosecha anterior y que comiencen las primeras liquidaciones de trigo, con lo cual podríamos estar ante un panorama de mayor oferta. Se especula que el gobierno no permitirá que baje mucho y podría intervenir el Tesoro para comprar y equilibrar precios.

La reactivación no llega

Todos esperan medidas para reactivar la economía y surge la pregunta ¿es el gobierno el responsable de esa reactivación? Claramente, al no ser un gobierno intervencionista, no se puede esperar del gobierno de Javier Milei decisiones tendientes a intervenir en el mercado o a dar subsidios sectoriales.

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Lo que el gobierno puede hacer ya comenzó a hacerlo y es bajar la tasa de interés de referencia, para que el mercado lo tome como una señal. Esta semana, con los vencimientos que hubo la tasa de los bonos quedó en 32% anual, algo que debería trasladarse al mercado, pero aún no se ve.

En realidad, son los operadores económicos los que deberían tomar esas decisiones, los empresarios los que deberían tomar el timón y poner en marcha la economía. Y aquí surge una característica que es propia de los capitalistas: son esencialmente cobardes. En muchos foros hay empresarios que se animan a decir que prefieren esperar cómo le irá a Milei a 2017, lo mismo que hicieron a Macri y, mientras tanto, seguirán especulando en los mercados financieros.

Otros empresarios, en cambio, sigue pidiendo un tipo de cambio más alto, pero sin contemplar que una devaluación de la moneda podría generar corrimiento de precios y, finalmente, dejar la ecuación igual que al principio. En realidad, ellos lo saben, pero quieren presionar al gobierno. Ahora, no hacen nada esperando las reformas laboral, fiscal y tributaria. Después querrán que salga la reforma previsional y así seguirán con excusas.

Los únicos que están intentando moverse son las pymes, pero aún los bancos no entraron en la racionalidad y los préstamos para producir, como los personales que dan a los consumidores son muy caros y ni siquiera reflejan el riesgo real. Los habitantes tienen que sufrir el "riesgo bancario" porque, ahora que los han liberado, los banqueros han mostrado su verdadera naturaleza. Por algo, hace muchos años, Adam Smith decía que a los únicos que había que regular era a los banqueros, porque libres podían hacer mucho daño.

Ahora el que cierra es un Easy

Salvo bajar la tasa de interés, que bajará a medida que baje la inflación, el gobierno no tiene otras medidas para tomar. Son las empresas y los bancos los que tiene que tomar la iniciativa. Esta semana se vio a dos bancos bajar un poco la tasa de los préstamos hipotecarios (inalcanzables para la mayoría) como los prendarios para comprar autos 0 km (igualmente inalcanzables).

La proyección de inflación

El próximo miércoles se conocerán los datos IPC del INDEC correspondientes al mes de octubre. Los datos primarios de las consultoras reflejan subas entre 2 y 2,5%, lo que no sería tan grave, sobre todo teniendo en cuenta lo que generó el impacto de la presión del precio del dólar en la semana previa a las elecciones.

En general, ninguna de las consultoras que hacen estos relevamientos prevén precios por debajo del 2%, pero ninguna los coloca más allá del 2,5%. Incluso, se anticipa que para noviembre se podría repetir el mismo nivel, sobre todo, por la presión de los precios regulados, pero que luego comenzaría a bajar.

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Es importante entender que el gobierno se maneja con el criterio de que la tasa debe bajar al ritmo de la inflación. Si se quisiera bajar la tasa más rápido lo más probable es que, en un mercado pequeño como el nuestro, la mayor oferta de pesos termine presionando al mercado de dólares, por las dudas. Es que los argentinos nos manejamos de esa manera y por eso hay que ser cuidadoso.

De todos modos, un indicador cercano al 2,5%, no está muy lejos del anterior de 2,1% de septiembre, y se consiguió pese a una notable turbulencia financiero fogoneada desde sectores políticos de la oposición. Es positiva la proyección hacia lo meses siguientes porque pone de manifiesto un nivel mayor de confianza.

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