Los celulares en la escuela

La motivación de la elección sobre este tema es la preocupación por el impacto negativo que el uso excesivo de los teléfonos móviles puede tener en el desarrollo cognitivo natural de los niños. Tomaré como referencia algunas decisiones de países europeos y sus propuestas.

Al respecto, existen estudios internacionales que han demostrado que el uso de teléfonos móviles en el aula, incluso con fines educativos y didácticos, puede tener un impacto negativo en los niveles de aprendizaje de los alumnos. Especialmente el Informe Unesco 2023 destacaba que los datos de las evaluaciones internacionales a gran escala, como los proporcionados por la OCDE-Pisa 2022, ponen de relieve una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los alumnos.

Además, el Informe de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) destacó cómo los teléfonos inteligentes son una fuente de distracción para los estudiantes que los utilizan con más frecuencia en la escuela, disminuyendo su capacidad de atención, especialmente durante las clases de matemáticas. El uso continuado, y a menudo sin restricciones, de los teléfonos móviles desde la infancia y la preadolescencia afecta negativamente al desarrollo cognitivo natural, provocando pérdida de concentración y memoria, disminución de la capacidad dialéctica, del pensamiento crítico y de la adaptabilidad.

Muchos Ministerios de Educación, sobre todo en Europa prohíben, el uso de teléfonos móviles en clase, incluso con fines educativos y didácticos, para los alumnos desde preescolar hasta el primer año de secundaria, excepto en los casos en que el mismo esté previsto en el Plan Educativo Individualizado o en el Plan Educativo Personalizado, como apoyo respectivamente para alumnos con desventajas, o por condiciones personales documentadas y objetivas.

Otros dispositivos digitales, como ordenadores personales y tabletas, podrán utilizarse con fines pedagógicos, bajo la orientación de los profesores. Siguiendo con la posición de muchos Ministerios de Educación Europeos, subrayan que el uso de la didáctica digital y su potenciación siguen firmes, así como el compromiso de educar a los alumnos en el uso correcto y equilibrado de las nuevas tecnologías, los teléfonos móviles y las redes sociales, y en los riesgos asociados.

Indican también que las instituciones educativas de primer ciclo de enseñanza tendrán que actualizar sus reglamentos y el pacto de corresponsabilidad educativa, previendo también sanciones disciplinarias específicas para los alumnos que infrinjan la prohibición del uso de smartphones en clase.

Desde este 2025 en las escuelas de toda Italia comenzó una prohibición absoluta del uso de teléfonos inteligentes en clase, incluso con fines educativos y didácticos, desde preescolar hasta la escuela secundaria.

Según la circular las notebook y las tabletas, sólo se permitirán con fines didácticos y bajo la supervisión del personal docente.

Se procedió a tomar esta decisión en Italia porque casi el 38% de los alumnos reconoce distraerse con el móvil durante las clases, mientras que el 29% afirma que le molesta que sus compañeros lo utilicen. Estos datos, citados por el propio ministro de Educación Giuseppe Valditara, fueron recogidos por el informe GEM (Global Education Monitoring) 2023 elaborado por la Unesco, la agencia de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Números avalados también por numerosos estudios, tanto escolares como universitarios.

Situación en Europa

La preocupación es compartida, tanto que varios países ya poseen medidas.

Inglaterra

Este año se ha distribuido en los colegios una circular con nuevas directrices que obligan a los menores de 16 años a mantener apagados sus teléfonos móviles en la mochila durante toda la jornada escolar, incluidos los recreos y las pausas para comer.

Países Bajos

Desde este año, los alumnos de los Países Bajos tampoco pueden utilizar dispositivos móviles en la escuela. La medida fue introducida por el gobierno para evitar más distracciones y mejorar el aprendizaje.

Francia

Prohíbe desde hace tiempo el uso de teléfonos inteligentes en la escuela, pero deja en manos de cada centro la definición práctica del cumplimiento de esta norma.

Noruega

El norte de Europa también ha declarado la guerra a los smartphones en las aulas. El gobierno de Oslo ha decidido prohibir los teléfonos móviles en las escuelas siguiendo las indicaciones de estudios que han demostrado una mejora en el rendimiento y la capacidad de atención de los jóvenes en ausencia de smartphones.

Suecia

Tras aprobar un plan para la digitalización de la enseñanza que incluía la introducción del uso de tabletas en todas las clases a partir del jardín de infancia, Suecia ha dado marcha atrás tras la publicación de estudios del Karolinska Institutet que demuestran cómo las herramientas digitales perjudican, en lugar de mejorar, el aprendizaje de los alumnos.

Me permito citar aquí las reflexiones de Paole O_Stili, la asociación que trabaja desde hace unos años en un proyecto social de sensibilización contra la violencia de las palabras:

Sabemos que en educación siempre hemos estado atentos al uso de lo digital, pero se hace imposible no tener preocupaciones.

Por ejemplo, el uso de la palabra "prohibición".

Es una palabra fuerte que nos hacen preguntarnos: ¿prohibir algo es realmente la mejor solución para resolver un problema? La duda surge del hecho de que, habiendo ignorado durante tanto tiempo la necesidad de regular, ahora nos encontramos con opciones limitadas a las soluciones más extremas. Si a los chicos y chicas no se les permite usar sus smartphones en la escuela, seguirán haciéndolo en casa, mientras hacen deporte, mientras salen con sus amigos. Lo usarán para jugar, para comprar, para aprender... y para entretenerse.

En segundo lugar, la palabra "oportunidad".

Para crecer hoy se necesita lidiar con la tecnología de una manera muy diferente a la de hace diez años. Significa tener aún más habilidades, cuidado y atención, porque no podemos pensar que simplemente quitándoles los smartphones a los chicos y chicas se volverán automáticamente más responsables o que fenómenos como el ciberacoso y el discurso del odio desaparecerán automáticamente.

Se transforma, entonces, en una oportunidad para intentar ayudar a los chicos y chicas a vivir más y mejor en la cultura digital sin dañarse a sí mismos. Pero también para reflexionar sobre cómo apoyar a padres y profesores en este camino, ofreciéndoles formación sobre "toma de conciencia digital"

Necesidad de formación de formadores

Retomemos entonces, cuando hablamos de «conciencia digital», hablamos del saber estar en guardia contra los peligros que uno puede encontrarse al utilizar los medios digitales, como el phishing, los troyanos, el ransomware o, más sencillamente, las triviales fake news.

Un capítulo importante es también la concienciación digital que necesitan los más jóvenes, expuestos a los peligros del ciberacoso, con sus aspectos relacionados con el sexo.

Difundir este tipo de concienciación a padres y docentes es urgente. Pero si queremos sentar las bases de un uso verdaderamente consciente, si aspiramos a una perspectiva y una visión indispensables para afrontar nuevos proyectos, nuevas oportunidades y nuevos retos, no basta con utilizar los medios digitales como "cajas negras", ignorando lo que hay "dentro" o "debajo".

Un primer modelo de formación para docentes podría incluir talleres de formación permanente (considerando la rápida transformación de estos conocimientos en el día a día) sobre "el desarrollo de las competencias digitales de los alumnos, el uso responsable de Internet, la protección de datos personales y la lucha contra el ciberacoso".

Por eso, por valiosas que sean, las nociones utilitaristas sólo pueden ser un punto de partida para una "cultura digital" entendida en el sentido más pleno e integrado, de la que podemos esbozar sucesivamente y en modo inminente un Proyecto de Formación de Formadores en el tema.