Marcos Aguinis y la amante judía de Mussolini

El escritor vuelve a los escaparates con "La amante del populismo", una entrevista de ficción a Margherita Sarfatti, la amnte judía de Mussolini que terminó huyendo del fascismo.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

El último libro de Marcos Aguinis mezcla historia, literatura y algo que podría denominarse como "bronca política": su opinión, exacerbada y catalizada en un volumen que no pretende ni ser documental ni acercarse a algún tipo de neutralidad.

Se trata de "La amante del populismo", una especie de entrevista ficcionada realizada con todos los datos que se conocen en el presente de la historia de Benito Mussolini y el fascismo, en la que Margherita Sarfatti, la periodista italiana que acompañó al político italiano desde sus comienzos, responde a las incógnitas del entrevistador, Aguinis.

Así utiliza una herramienta ya ensayada antes y muy usada por el escritor mendocino Rodolfo Braceli en gran parte de su vasta e interesante obra, que no pasa tanto por el denominado "panfleto", sino por lo anecdotario, pintoresco, humanismo del personaje abordado y sus costados menos conocidos que pasan a ser indagados y adivinados.

Aguinis nació en Córdoba, Argentina, en 1935. Es médico neurocirujano, psicoanalista y escritor. Fue funcionario de Cultura de Raúl Alfonsín y responsable del Plan de Alfabetización. Su primer libro se editó en 1963: ha publicado novelas, cuentos, ensayos y biografías. Es autor de La cruz invertida, La Gesta del Marrano, Carta esperanzada a un General y El atroz encanto de ser argentinos, entre otros.



"¡Qué difícil momento!", iniciamos la charla con Aguinis en una fiesta de homenaje al Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en Buenos Aires y sostuvo, inmutable: "A veces pienso que tiene que haber un momento de caos para que sobrevenga un cambio sustancial". Pero le entra la duda de inmediato: "El asunto es qué cambio sobrevendría, ¿no?".

Conte con Aguinis.

Así empieza "La amante del populismo"

Prólogo

La actual expansión del populismo y el estudio de sus manifestaciones están dejando al margen una de sus más vigorosas raíces, que derivan de Mussolini y el fascismo. Sus inicios no predecían la presente evolución, tanto hacia la derecha como hacia la izquierda.

Para hacer más visibles y atractivos sus aspectos notables, recurro al método del reportaje, centrado en los aportes de su principal fuente: Margherita Sarfatti. El reportaje permite unir historia, suspenso, futuro, crónica y mucho de novela. No me daba cuenta de que iniciaba una forma novedosa. Quizás muy cuestionable. Tiene olas líquidas, multicolores, documentos y fantasía. Personajes muy reales, históricos, pero cargados de una fuerza que impulsa frases, adjetivos y reflexiones repletos de consecuencias.

Margherita Sarfatti fue una culta y hábil escritora, amante de Mussolini durante veinte años, que redactó su biografía y compartió con él momentos decisivos del crecimiento fascio-populista. Puede que haya sido la constructora del edificio fascista, aunque desprovisto de sus perversiones. En estos jugó un papel incuestionable la personalidad de Mussolini. Pero casi todos los datos y muchas frases que reconstruyen la blanquinegra vida de ese hombre y de su trascendental movimiento se los debemos a ella.

Francamente, los textos de Margherita me sorprendieron. Reconozco que fue un descubrimiento. Me dejaba boquiabierto. También su vida, llena de pasión, lucha y contradicciones. Decidí atreverme a un extenso reportaje cargado de información, aunque ella ya no estaba. Un método peligroso por lo innovador, largo, muy criticable. Por momentos me agobiaron sus giros, confesiones, rabietas, subidas y descensos. Pero no cedí. Ella tampoco. En algunos momentos, quizá fastidiado, imaginé estar montado sobre una nube, avistar cataratas de un pasado encubierto o encandilarme con insinuaciones sobre las catástrofes del irredento populismo. No quedamos en su tiempo real, sino que aproveché su visión para extenderme cronológicamente para atrás y adelante. Ella lo hubiese aceptado, aunque falseaba muy poco algunos conceptos. Margherita contribuía de este modo a iluminar los altibajos de su propia cabalgata. Y denunciaba el veneno fascista del populismo.

Le agradezco que haya tenido la paciencia de acompañarme durante un año. Fue un privilegio. Sus ojos penetrantes, su voz cálida, su cabello que mantenía fresco el origen veneciano, algunos giros de buen humor, saltos asombrosos hacia el futuro con nudos seductores del pasado, todo eso me tenía prendido al grabador y un teclado tan tembloroso como yo mismo. Alimentó creatividad y esperanza. Deseo que su valor contribuya a desenmascarar la dañina peste del populismo, que se extiende como un alud arrasador.


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